FOTOS| “In-visibles”: El retrato íntimo de la situación de calle en la Región Metropolitana

«Me gustaría ganarme al medio de la calle con un megáfono y decirle a la gente que sean más humildes con las personas que vivimos en las calles«, comentó Andrea Godoy (34), quien vive en la calle Agustinas junto a su pareja.

Ha lidiado con problemas de drogas, lo que le ha hecho perder parte de sus piezas dentales y también con la depresión, que golpea fuertemente a gran parte de la población que vive en las calles.

Andrea Godoy como otras personas, tienen historias y situaciones complejas que los han llevado a vivir en las vías públicas de la Región Metropolitana. Renzo Anex (58), por ejemplo, expone que llegó a la calle debido a que «me echaron de mi trabajo el 2018 por tomar pastillas contra la depresión. Estuve tres años buscando trabajo en Viña del Mar y no conseguí nada” y añadió que, en muchas ocasiones, ha tenido que lidiar con las descalificaciones. “Yo no pesco a la gente que me trata mal. Me quedo callado pero no por miedo, sino que porque los remedios que tomo me relajan”, explicó Anex.

Actualmente, cerca de 19 mil personas viven en situación de calle en Chile, cifra que aumentó en un 38% entre 2018 y 2022, siendo la Región Metropolitana la zona que concentra la mayor parte de ellas (alrededor de ocho mil). De esta cifra, y según el Ministerio de Desarrollo Social, un 84% son hombres y un 16% son mujeres. Asimismo, según la organización Juntos en la Calle, este número podría ser aún mayor, puesto que el Ministerio -mencionado anteriormente- declaró haber atendido a cerca de 35 mil RUT en sus distintos programas destinados a personas que se encuentran en esta situación durante el 2021.

Esta problemática no solo aqueja a los chilenos; a mayo de 2022 existían cerca de 275 migrantes en situación de calle, siendo la mayoría de ellos peruanos y brasileños. De acuerdo al Observatorio del Envejecimiento de la Universidad Católica, la llegada de personas mayores a vivir en las calles aumentó exponencialmente en los últimos años debido al estallido social y la pandemia del Covid-19, pasando por debajo de 5.000 personas en 2018 a 8.359 durante el 2022.

“Me han violado por estar sola en la calle”

Los motivos del porqué estas personas terminan en las calles se centran principalmente en el consumo de drogas, alcohol, problemas de salud mental, económicos y, en esa misma línea, por la inflación que ha azotado al país recientemente. «Fui trabajador de Lo Valledor, pero tuve que dejar de trabajar por el alcoholismo», comentó Guillermo Osorio (51), quien vive cerca del Metro Manuel Montt en Providencia.

Osorio es reacio al trato con desconocidos, pero se abre a exponer los problemas que viven a diario estos invisibles: «la gente no quiere mucho a los que vivimos en la calle, pero tenemos que aceptar que nos miren así. Nosotros vivimos el día a día y tenemos que sobrevivir en la calle. Hay que saber sobrevivir en la calle porque o si no estamos jodidos. Siempre tenemos que rebuscarnos las formas para estar vivos. Somos animales sin dueños».

Isabel Torres (49) lleva desde los 12 años viviendo en las calles. Expresa que va y viene por problemas familiares y explica, con ojos vidriosos, que «para una mujer es muy difícil vivir en la calle. Me han violado un par de veces por estar sola y otras, me he salvado«. Pese a lo delicado y complejo de su historia, reflexiona y cree que el contexto pueda ser diferente ya que «tengo esperanza en que la situación de las personas que viven en las calles pueda cambiar algún día, ya sea por los gobiernos o el cambio de mentalidad de las mismas personas hacia nosotros».

Según Andrea Godoy, la sociedad y, por sobre todo, las autoridades, ostentan poca empatía con las personas en situación de calle. «La gente debería ser más consciente con nosotros, porque muchos de nosotros no andamos haciendo nada malo. Yo trato de sobrevivir por mis hijos y las personas me quieren y me odian tal cual soy. Acá, nos ayudan muchas veces los locatarios y la gente que es consciente de nuestra situación, pero la municipalidad es la que más nos molesta y nos quita las cosas», finalizó Godoy, quien el año pasado sacó la educación básica dando exámenes libres.

A través del Censo de Población y Vivienda a realizarse en 2024, sabremos con exactitud, cuántas personas hay viviendo en situación de calle y cómo estas cifras se desagregan.

A continuación, les dejamos algunas fotografías del proyecto IN-VISIBLES: