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Giordano y reforma de pensiones: “El gobierno llegó a su límite, no puede ceder más”

Por: Daniel Lillo | Publicado: 16.01.2024
Giordano y reforma de pensiones: “El gobierno llegó a su límite, no puede ceder más” Diputado Andrés Giordano |
En entrevista con El Desconcierto, el diputado Andrés Giordano (Ind-FA) reflexiona sobre lo que fue la tramitación de la reforma de pensiones en la Comisión de Trabajo —la cual integra—, donde ayer lunes se despachó el proyecto a su siguiente trámite constitucional. En ese contexto, Giordano sostiene que el gobierno ya llegó a un «límite» al haber cedido del 6 al 3% del seguro social y emplaza a la derecha a abrir la posibilidad de seguir debatiendo la reforma, votando a favor de la idea de legislar.

A última hora del lunes la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara de Diputadas y Diputados finalizó la votación de la reforma previsional presentada por el gobierno, aprobándose el articulado y la distribución del 6% de la cotización extra con la siguiente fórmula: 3% a cuentas individuales y 3% al sistema de seguridad social.

La ecuación se selló el mismo lunes, luego de que la ministra de Trabajo, Jeannette Jara, anunciara que el gobierno cedería para acogerse a la propuesta de parlamentarios “no alineados”. Con todo, la oposición sigue firme en sostener que no darán sus votos para “ningún punto” de solidaridad.

Sobre esto, el diputado Andrés Giordano (Ind-FA) —que integra la Comisión de Trabajo— señala que la derecha ha adoptado una postura “obstruccionista” y que confía en que dicho sector no bloquee la reforma en la votación en Sala.

Asimismo, respecto a la discusión sobre el destino de la cotización extra, Giordano dice en entrevista con El Desconcierto: “Uno quiere que salga la reforma, pero no cualquier reforma. Y eso hay que decirlo con todas sus letras. En términos del Seguro Social, el gobierno ya llegó a su límite, no se puede ceder más”.

—Ayer lunes terminó la votación de la reforma de pensiones en la Comisión de Trabajo, ¿qué balance hace de esta instancia, entendiendo que el gobierno cedió en la fórmula de la repartición del 6% extra de cotización?

La política y el ejercicio parlamentario tiene momentos de dulce y agraz en los escenarios de negociación en los cuales se debe encontrar salidas a las controversias, que en este caso son los 78 votos que necesita en Sala la reforma previsional para avanzar al Senado. En ese sentido, todas las partes —unas más que otras— estuvimos obligadas en ceder en nuestras posiciones para lograr el avance en este primer trámite.

—¿Lo deja conforme la distribución de 3 puntos al seguro social y 3 cuentas individuales?

Creo que la fórmula del 3 y 3 tiene un carácter más político que técnico, en el sentido que deja tranquilo a más partes. Con el 6% que proponía el gobierno en un inicio existía la posibilidad de ir aumentando los beneficios en el mediano y largo plazo a través del seguro social, lo que evidentemente no será igual con solo la mitad. También se dejaron de lado otros debates como el bono de compensación por hijo o la discusión de si el financiamiento del programa de Sala Cuna tiene que salir de esta cotización. Pese a esto, y viendo el vaso medio lleno, el acuerdo permite avanzar al considerar que los sectores de centro y diputados no alineados comprometieran su apoyo para que la reforma pueda pasar al Senado.

—¿Fue acertada la decisión del gobierno de haber cedido en el inicio de la tramitación?

El análisis que hizo el gobierno es que no estaban los votos para que la reforma pasara a un segundo trámite. Y esa complejidad, por cierto, es mayor que cualquiera de nuestras aspiraciones particulares. Pero más allá de eso, lo importante es que el trámite debe avanzar, porque llevamos 14 meses en una discusión bastante bizantina, donde hemos visto que hay una oposición cerrada, que no se ha movido ni medio milímetro de su posición y no está dispuesta a ceder, como si lo hemos hecho quiénes defendíamos la propuesta inicial del Ejecutivo.

—En ese sentido, ¿cómo calificaría la actitud adoptada por la oposición en esta materia?

Es una posición bastante obstruccionista la que han adoptado. No se mueven de la idea de que el porcentaje de la cotización extra vaya a capitalización individual que saben que no el mecanismo más beneficioso. Cuando fueron gobierno, propusieron un sistema que también tenía un 3% destinado a un seguro social. De hecho, el ministro de Hacienda de ese entones, Ignacio Briones, reconoció que eran más los beneficios que se podían entregar con un 6% a un seguro social, versus el 3% que finalmente ofrecieron. Creo que ahí la derecha tiene un conflicto ideológico con la idea de que exista solidaridad en el pilar contributivo.

—La oposición alegó que hubo una “pasada de máquina” por haber acelerado la votación. Además, aseguraron que podían apoyar ciertos aspectos de la reforma en caso de que se abriera la discusión, ¿se pudo dar de mejor forma la relación con la oposición en esta instancia?

Después de 14 meses, de dos mesas técnicas y de varias instancias paralelas de conversación, en ningún escenario la derecha mostró disposición a ceder. Las palabras aguantan mucho, pero en los hechos, en las instancias para consensuar, siempre apareció una excusa para dilatar el debate. Es por eso que llegamos a un consenso dentro de la Comisión de Trabajo y es que no podíamos salir de esta instancia sin dar una señal contundente que después de más de un año; había que hacerse cargo de las pensiones. Y las cosas que se votaron, salvo contadas excepciones, fueron todas cuestiones que eran abiertamente conocidas y que habían sido presentadas desde un inicio.

Y, por cierto, en los casos en que hubo modificaciones fue por pedido de la derecha. La separación de la industria, la licitación del stock de afiliados, la heredabilidad de los fondos y todas las normas enmarcadas en la competencia son ideas presentadas por la oposición y que el gobierno decidió acoger.

—¿Cómo proyecta el futuro de la tramitación de la reforma, entendiendo la negativa de la derecha?

Hay que ir paso a paso. El objetivo que tenemos los diputados y diputadas ahora es que pase su trámite en la Comisión de Hacienda. Pese a que no hay tantas materias controversiales, se tienen que revisar más de 100 articulados. Ese proceso va a ser expedito ya que el proyecto tiene suma urgencia, pero va a tomar varios días, por lo que hay que ir analizando los escenarios que puedan suceder.

Ahora bien, lo que resta es ver cómo se va a comportar la derecha de cara a la votación en Sala, sobre todo en lo que será la votación de la idea de legislar que permite seguir debatiendo la reforma. En caso de que la derecha haga caer el proyecto, este no podría votarse en un año, y, por lo tanto, no se daría respuesta a los casi 2,5 millones de pensionados y pensionadas que actualmente requieren una reforma que suba las pensiones hoy, no en 40 años.

—Parte de la derecha ya anunció que votará en contra de la idea de legislar…

Yo quiero creer que va a existir un cambio de postura en algún sector de la oposición. No en todo, pero tengo la esperanza de que algunos de ellos puedan traspasar sus diferencias a la votación en particular, que es lo que corresponde. Salvo que lo que esté primero acá sea un gallito con el gobierno; lo que ha sido una tónica en otros proyectos como la reforma tributaria.

—El presidente de la UDI propuso que se aprobaran los 3 puntos para las cuentas individuales y el resto se discutiera en el próximo gobierno, ¿cuál es su apreciación de esta propuesta? 

El senador Macaya no ha participado en la discusión previsional y quizás solo la ha estado siguiendo por los medios de comunicación, porque no entiende lo que significa el seguro social. Por eso habla con tanta ligereza de desplazar este proceso legislativo que está mandatado a subir las pensiones actuales de jubilados y jubiladas.

Respecto a la capitalización individual, esta no resuelve el problema de fondo y sube las pensiones recién de aquí a 40 años. Es decir, hay varias generaciones, no solo quienes hoy día están pensionados, que no van a tener un aumento en su pensión si no somos capaces de consensuar. El 95% de los países del mundo tiene un sistema que incluye seguridad social. Y hemos llegado al punto donde se ha cedido de tal manera que este sigue siendo un sistema con principalmente capitalización individual, con un complemento de seguridad social. En el resto del mundo es al revés.

Entonces, si el senador Macaya insiste en esta idea, lo que hace es decirles a los 2,4 millones de pensionados y pensionadas que no van a recibir un aumento distinto a la PGU. Y sabemos que los 42 mil pesos que están en juego para el aumento de la PGU a estas alturas no resuelven el problema. Por lo tanto, el senador tendrá que entrar en el debate, pero cuando le corresponda.

—¿Hasta qué punto se está dispuesto a ceder con tal de que vea la luz esta reforma?

Uno quiere que salga adelante la reforma de pensiones, pero no cualquier reforma. Y eso hay que decirlo con todas sus letras. En términos del Seguro Social, el gobierno ya llegó a su límite, no se puede ceder más. Y eso lo han señalado Hacienda y Trabajo. Menos del 3% significa no poder financiar los beneficios que se le han comprometido a la población que dice relación con el compromiso de que por cada década cotizada hay una UF adicional a la PGU y a lo que aporta por la vía individual de cada uno de los cotizantes. Ese complemento no se financia con menos de 3 punto porcentuales. De hecho, se estresa mucho la forma de financiamiento y se afecta la sustentabilidad al haberlo reducido desde 6 a 3.

Sin embargo, esta nueva fórmula nos permite dar esa respuesta inmediata que es parte del compromiso cuando se presenta la reforma.

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