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Javier Barría: “No me identifico con el lloriqueo del artista nacional”

Por: Vanessa Vargas Rojas | Publicado: 28.07.2014

javier barriaJavier Barría lleva ocho discos editados y casi una década de trayectoria musical en el camino de la autogestión. Las redes sociales, Internet y el deseo de la independencia han motivado un exitoso camino en solitario que el músico no está dispuesto a abandonar próximamente.

Mientras se prepara para estrenar su último disco en octubre, aún sin nombre, Barría conversó con ElDesconcierto.cl sobre las direcciones de su música, los covers y el prolífico escenario de la música chilena en la actualidad.

 

¿Cuál es la importancia de Internet en tu carrera? Partiste la trayectoria en MySpace y en todos estos años has puesto siempre a disposición tus discos, disponibles para la descarga.

Yo te diría que tiene que ver con todo porque ahora recién me están pidiendo canciones para la radio. Ahora, yo sé que puedo contar con muchas más facilidades, como difusión radial, y voy a firmar contrato pronto para estar en todas las tiendas digitales, Spotify, etcétera. Pero todo este tiempo ha sido lo único, prácticamente, así que en realidad creo que eso lo define.

 

Respecto a tus canciones, hay que decir que hay mucho de tu música que tiene que ver con el amor y la última canción que sacaste no es la excepción. “El día en que dejaste de quererme” tiene un título súper crudo, ¿cómo nace esta y otras canciones de amor que has escrito?

La última canción… sí, puede parecer una canción de desamor, que es como lo mismo, pero en realidad es como ambigua. Claro, tiene un título que es súper potente quizá, pero si te fijai en la letra, es una canción como inconclusa. Es como que enumera diversas situaciones y sucesos de aquel maldito día, pero queda como en el aire, que es un recurso que me inspiró de canciones de Bob Dylan o Leonard Cohen, que tienen un coro repetitivo, mántrico, y a través de eso construyen todo tipo de imaginarios o situaciones diversas y a la vez dejan al oyente con la sensación de: termínala tú o interprétala tú. Esa fue la sensación que quise provocar quizás.

Si la lees literalmente, claro que es una canción de desamor. Hubo una época en que quizás, nada, estuve enamorado obviamente una vez e hice canciones con ese sentimiento en el momento en que había que hacerlas y también he hecho canciones de ficción, como un ejercicio de escribir no más. En este caso, puedo decir que sí fue hecha con esa honestidad, sí estaba sintiendo ese desamor. Me tocó estar dentro de la canción en ese momento.

 

eldiaEl disco nuevo saldrá en octubre, ¿qué trae de nuevo en relación a tus otros discos?

Hay harta novedad, precisamente quise hacer algo novedoso. Todavía me cuesta tomar distancia porque lo acabo de terminar, lo hice hace un mes no más. La mayor novedad es por el lado del sonido, es un disco más de sonidista que de música, es más experimental en ese sentido. Hay hartos riesgos sonoros, es todo lo opuesto al otro disco que hice, de hecho este single es como medio tramposo en ese sentido porque no se parece a todo el disco, es como una puerta de entrada pero el disco es mucho más piola que eso. Hay canciones con piano y voz, muchos sonidos de ambiente, el disco fue creado visualizando los sonidos, trabajándolos como si fuera Photoshop, prácticamente. Todas las capas de sonido traté de verlas, recortarlas, hacer procesos propios de un artista visual más que sonoro. Entonces, es un disco que, por ejemplo, no sé cómo chucha lo voy a llevar en vivo, va a ser como raro eso. Ingeniármelas para adaptar las canciones…

Es un disco de desamor y también una especie de crónica de la destrucción de un vínculo, de una relación. Es una crónica desordenada.

 

Ese es un contraste con discos como Introducción a la geometría, que era muy enamorado…

Sí, es todo lo contrario. Este disco muestra el fin de esa cosa idílica, es como el lado feo del asunto, esa fue la intención. No de todas las canciones, también hay unas que nada que ver. Hay dos canciones que compuse en colaboración con otros artistas, entonces por ejemplo, tenía la letra de un de ellos y a otro le hice la música, son respiros.

 

Hace poco hiciste un cover de Los Smiths que quedó muy bueno…

¿Te gustó? Eres del partido de los que les gustó.

 

barria¿De verdad hubo gente que no?

Muchos lo odiaron y me llegaron unas puteás brígidas.

 

Fue arriesgado igual.
Los fans de Smiths son muy cuáticos.

 

Me gustaría saber cómo surgió esa adaptación, la idea de traducirla al español y saber si hay otros temas en carpeta.

Sí, yo nunca he sido muy amigo de las versiones en castellano de temas inglés, porque son idiomas muy distintos, tienen una musicalidad súper distinta. Siempre he pensado que el inglés es un idioma como pa’ tontos, porque es tan monosilábico, no sé. Sin embargo, es el idioma del rock. Pero hay gente que lo hace, Charly García solía hacerlo y siempre salen letras medio desafortunadas y cambia totalmente el sentido. En el caso de esta canción, debo decir yo soy muy fan de Los Smiths y me acuerdo del cover que hizo Mikel Erentxun de There is a light that never goes out, ¿lo cachai? Que es como un clásico de los 90, de hecho la conocí antes de la original, pero claro, es otra letra, si te pones a comparar.

«A alguna gente que no le cayó muy bien que usara un chilenismo en una canción tan europea».

Esta canción, un día me llamó la atención porque la letra era muy fácil, muy sencilla de traducir. Y obviamente la guinda de la torta era ese porfa, que es como un chilenismo aunque en otros lugares también lo ocupan. Le daba un toque lúdico y creo que eso fue lo que irritó a alguna gente que no le cayó muy bien que usara un chilenismo en una canción tan europea, tan blanca y europea como dijo una amiga. No me dedicaré a hacer un disco de covers ni nada, pero creo que lo ideal es apropiarse de la canción, en esa sí que sentí que se logró, pero no la voy a andar cantando. Hay una que siempre canto ahora, que me encanta, que es una de Víctor Jara, se llama Plegaria para un labrador. Me tocó hacerla para un disco tributo y para un homenaje el año pasado y hasta hoy creo que logré hacerla propia, en cierto sentido.

 

Buenísimo. Hay una versión de esa canción de Cecilia.

¿De Cecilia? No la he escuchado. ¿Está en Youtube? Ya, la voy a buscar.

 

barriaSiempre has puesto tus discos a disposición para la descarga gratuita, ¿dónde está el lucro, entonces? ¿Cómo solventas tu carrera?

Justo ahora estoy leyendo un libro que se llama Cómo funciona la música, habla desde la composición, el contexto de la música, y también del negocio. El tipo compara dos discos que hizo el último tiempo, uno con un sello, que es filial de Warners, y otro que una autoedición, con todo de su bolsillo. El tipo ganó más plata con este último, mostró todas las cifras. Y en mi caso, yo como toco harto en vivo, esa es mi fuente de ingreso, en realidad, más que los discos. Aun así, en los conciertos vendo discos, sobre todo cuando están recién salidos. Entonces, eso, ambas labores van como de la mano: estar tocando constantemente y vender los discos. Y en ese sentido no me puedo quejar, la primera tirada de Llorar en la calle se agotó en meses, y ya caché que en realidad tengo para hacer muchos discos más y que funcionen, en ese sentido. Por eso no he querido trabajar con sellos, me he dado cuenta que no es necesario.

 

¿Y esto de permitir la descarga de tus discos?

Eso es anecdótico, eso no influye en nada, porque lo veo como promoción no más. Siempre el público que valora y le toma cariño a la música termina comprándolos, al final del día. Sobre todo si son gente sobre 25 años, con ingresos. Obvio que el adolescente, el universitario lo va a descargar gratis, pero el fan lo va a comprar igual. Nunca lo vi como regalar nada, aparte estoy ofreciendo algo que es intangible, el mp3 es una cosa tan rara.

 

Hace poco leí en tu Twitter que dijiste que Lady Gaga era la Andrés Velasco del pop. ¿Por qué?

Sí, nadie lo entiende, yo no más parece. Es que encuentro a Lady Gaga un personaje mediocre de la música, sobrevalorado. Y prueba de eso es el estado en que está Lady Gaga ahora, que vale nada, como que no tiene la repercusión que tuvo, eso… fue una gran vendida de humo, me parece. Por eso la analogía con Andrés Velasco.

 

Por último, sobre este asunto de las radios que ha sido muy discutido el último tiempo: tú mismo dijiste que no te tocaban mucho en las radios y eso es algo que le he escuchado a muchos artistas chilenos y algunos con largas trayectorias…

Pero yo no lo digo llorando, no es un lloriqueo de mi parte, al contrario. Yo no estoy muy de acuerdo con la iniciativa del 20 por ciento, ni tampoco me identifico con el lloriqueo del artista nacional. Me parece que, como en toda disciplina artística, las cosas que están bien hechas tarde o temprano se ven recompensadas.

«La música chilena tiene unos cortes abruptos, por circunstancias que todos conocemos. Unos apagones que obviamente han hecho que su desarrollo sea más lento».

Y de hecho, me sorprendí mucho con el tema nuevo que me lo empezaron a pedir en las radios, que es lo opuesto a lo tradicional. Uno tiene que andar hinchando las hueas… pero pasó todo lo contrario, que en un día tenía cuatro correos de radios FM pidiendo el tema y creo que fue un triunfo de la música en sí, en lo básico, que es una canción. No de la gestión, no del lobby, ni de la plata que yo pudiera tener ni del sello que me pudiera apoyar. En ese sentido creo que la discusión no ha ido por ese lado: tener más música chilena sonando no es sinónimo de mejor música o de mejores canciones. Creo que no va a significar un cambio en ese sentido, ahora, no es que esté en desacuerdo, siempre va a ser beneficioso, pero me parece que países como Brasil o Argentina tienen una tradición que ha permitido eso. La música chilena tiene unos cortes abruptos, por circunstancias que todos conocemos. Unos apagones que obviamente han hecho que su desarrollo sea más lento. Por eso esta etapa está tan buena, hay más conexión con el público, porque yo me acuerdo que hace unos años nadie iba a ver música chilena, ni le importaba lo que sonaba acá.

 

De los 90 a esta última década no hubo mucho más. Después de Los Tres y esas bandas que brillaron en los 90 no hay mucho más que alabar…

Para mí hubo un apagón brígido, si uno busca entre el 98 y el 2005 encuentra música malísima, deprimente. El panorama era súper desolador, me acuerdo. Es un proceso intermitente que ahora recién está teniendo solidez, me parece. No sólo para músicos nuevos, sino de trayectoria.

 

Y de lo que está sonando ahora de música chilena, ¿hay algo que te llame la atención o destacarías?

Sí, me gustan varias cosas. Por ejemplo, Los Prehistóricos, los conozco hace mucho tiempo, me acuerdo de su primer disco que tuvo cero difusión pero logró crear una base de fans importante que ahora se ve recompensada con el éxito que tienen. También Matorral, Inverness… el mismo Gepe, que a mí no me gustaba en un comienzo lo que hacía, me encantó el último disco, GP. Fue como oh, la hueá buena. Lo encontré la raja porque es un disco súper sólido, lleno de hits, con ambición. Me gustó ese lado de Gepe y lo fui a ver en vivo y era un show bien hecho. Siempre estoy atento, trato de escuchar lo más que puedo.

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