“Bestiario” la actual muestra fotográfica de la artista visual Chilena Gabriela Rivera Lucero en la sala Joaquín Edwards Bello del Centro Cultural Estación Mapocho es una propuesta construida desde diversos cruces políticos y encarnada en aquella palabra naturalizada de la violencia hacia las mujeres.
La muestra exhibe fotografías de bestias monstruosas construidas a base de escamas, restos de cuero de animal, vísceras, huesos e hilo que la misma artista moldeó y portó para fotografiarse. Desechos de un sistema de producción de muerte que ahora la artista utiliza para reflejarnos su descontento. Las palabras a partir de las cuales Gabriela Rivera Lucero construye su “Bestiario” son parte del habla cotidiana que define el ser mujer en nuestra sociedad. La perra, la arpía, la víbora, la zorra, la cerda y la mosca muerta, aparecen ante nuestros ojos en un trabajo que profundiza en lo fotográfico, al permitirnos ver en esas máscaras que la artista construye, los rostros hechos para moldear los cuerpos de las mujeres bajo un signo que las degrada.
La artista se posiciona y construye sus imágenes de modo artesanal: primero realizando las máscaras y luego fotografiándose, poniendo atención a que la sabiduría última que puede ofrecernos la imagen es siempre una posibilidad de reflexión. Porque, al final de todo, lo que queda siempre son fotografías. Imágenes portando el peso que impide la desaparición.
“Bestiario” expone imágenes violentas, indeseadas, feas, paradojalmente atractivas, que no hacen más que evidenciar aquello que con la palabra se nos ha vuelto natural: la animalización de las mujeres como sujetos de sacrificio comercial para seguir con el engranaje de una industria alimentaria a base de muerte y tortura.
Es así que en esta hermosamente cruel muestra, Gabriela Rivera Lucero ha sabido manifestar en la misma ejecución de la obra la violencia de las pieles, cueros y vísceras que bajo la lógica taxonómica separa a algunos seres como comestibles y a otros como depredadores en una cadena de clasificaciones entre lo evolucionado y lo salvaje. Entre animales superiores e inferiores o entre hombres y mujeres.
Las prácticas artísticas de resistencia han entendido que no es sólo necesaria una exposición de la violencia para intervenir en su discurso sino que inmiscuirse en las maneras en que el poder actúa. Algunas de estas estrategias han utilizado los recursos de la crudeza exacerbada o la ironía cruel para mostrarnos que estas imágenes expuestas esperan de nosotros un cambio ético a nuestras maneras comunes de existencia.
Es por esto que es interesante reflexionar, a partir de esta muestra, cómo se administra o cómo ha sido la recepción de esta violencia hecha imágenes. La artista, una mujer públicamente vegana y activista por los derechos de los animales, ha sufrido las consecuencias ultra-radicales de quienes piensan que utilizar los materiales del desecho animal es mostrarse “a favor” de este tipo de explotaciones.
Porque más allá del arte y de la representación, Gabriela Rivera Lucero en su muestra de fotografía “Bestiario” ha sabido decirnos que los cuerpos de las mujeres continúan cruelmente en una explotación constante de violencia organizada.
Mujeres que son parte de ese pueblo que, como decía el poeta argentino Osvaldo Lamborghini, nunca dejará de ser animal.
Centro Cultural Estación Mapocho, sala Joaquín Edward Bello.
Hasta el 19 de abril de 2015 de martes a domingo, de 11:00 a 20:00 horas. Entrada Liberada.