No es ningún secreto: leemos de izquierda a derecha. El pasado está a la izquierda, el futuro a la derecha. A entonces B, un elemental esquema lógico. No da para análisis de discurso, salvo que alguien quisiera darse una vuelta inteligente para terminar apreciando lo obvio.
Músculo bruto del grupo Edwards, La Segunda sigue en su vieja tradición de mensajes directos, sin molestarse con sutilezas, sin dimensión simbólica ni apelación alguna al inconsciente.
Desde el “Renuncie presidente, hágalo por Chile” lanzado a Allende en los 70’s, pasando por aquel “Exterminados como ratas”, refiriéndose a las muertes de 119 personas vinculadas al MIR, en la llamada Operación Colombo- hasta este “Decida, Presidenta” de hoy, estamos ante el hablar crudo del patrón de fundo, perentorio, imperioso, inequívoco. Conciencia de clase, ¿qué más? A esta oligarquía de fusta y caballo le quedan chicos los amaneramientos de esa prensa aburguesada que cuida del estilo.
Aquí no hay relato. Tan solo un objeto crudo, una especie de dato empírico frontal, una evidencia. En la portada de la edición de hoy, está todo delante, no hay un velo, un ángulo, es pura pornografía: ella está triste, él está feliz. Así no más, sin seducción ni juegos previos.