La otra desigualdad: las mujeres obtienen menos sexo oral

En la sociedad occidental, el ámbito de las relaciones íntimas es uno de los más activos en los cambios experimentados desde la década de los ‘60s: el incremento de la permisividad del sexo antes del matrimonio, el uso de anticonceptivos y la cohabitación antes del matrimonio han culminado en un período “adolescencia suspendida” definiendo dicho período entre los 18 y 25 años[1]. Sumado a esto el retraso en la edad de matrimonio y la posibilidad de experimentar diversas formaciones de parejas, configuran un panorama bastante variado de las relaciones íntimas. Algunas de esas configuraciones, por ejemplo, son los hookups o encuentros de sexo casual que tienen como requisito en no estar en una situación de compromiso con la otra persona.

Al interior de las prácticas sexuales, el sexo oral se ha ido posicionando como una práctica estándar en el repertorio de las relaciones heterosexuales[2] que tiene diferentes significados de acuerdo al contexto y al género.  Datos duros de las encuestas nacionales de USA (2010) revelan que un 59% de hombres entre 18 y 19 años habían recibido sexo oral de una mujer y 61% habían dado sexo oral a una mujer; mientras que en el rango etareo de 20 a 24 años, se había incrementado a un 80% de mujeres que había recibido sexo oral de un hombre y 78% había realizado sexo oral a un hombre.

En el caso de nuestro país, la Séptima Encuesta Nacional de Juventud (2012) revela que el 22% de la población juvenil no ha experimentado práctica coitales penetrativas, pero que el 6% de ellas/os han practicado sexo oral; mientras que de las/os jóvenes sexualmente activas/os un 62% declara haber experimentado el sexo oral alguna vez. Una de las limitaciones de los datos nacionales es que no se encuentran desagregados por género, ni orientación sexual; además que la pregunta no discrimina si quien responde dio o recibió sexo oral o ambos.

Más fellatio, menos cunnilingus.

Hunt y Curtis, en “Una genealogía del beso genital”[3] dan cuenta que el cunnilingus[4], es decir, sexo oral al miembro genital femenino, ingresa a la literatura especializada como una técnica para mejorar la lubricación para el acto coital y de acuerdo a los relatos de las mujeres entrevistadas para los estudios mencionados, sería parte del juego previo a la relación penetrativa.

Lo que sabemos es que una encuesta aplicada a 899 estudiantes universitarios de Canadá, de entre 18 y 24 años (387 hombres y 512 mujeres) determinó diferencias de género en dar y recibir sexo oral[5].

Un 41.6% de hombres, dieron y recibieron sexo oral; mientras que sólo un 33.0% de mujeres declaró ambas situaciones. Respecto de dar y no recibir sexo oral, las diferencias son significativas: un 26.4% de mujeres declararon esta situación frente a un 10.1% de los varones. Y por consiguiente, quienes más recibieron sexo oral y no dieron fueron los varones con un 21.7% frente a un 10.5%.

Significados del sexo oral y tipos de relaciones.

Este mismo estudio consulta por el placer experimentado cuando dan o reciben sexo oral. Los hombres en un 73.0% lo califican como muy placentero y en un 24.1 algo placentero el hecho de recibir sexo oral. Mientras que las mujeres, en un 68.9% califican como muy placenterorecibir sexo oral y un 26.5% lo califica como algo placentero. Pero, las valoraciones respecto de dar sexo oral tienen cambios significativos: Un 52.3% de hombres frente a un 28.1% de las mujeres considera que dar sexo oral es muy placentero.

 Respecto del tipo de relaciones, un estudio cualitativo[6] establece que el sexo oral tiene más valoración en una relación comprometida que un hookup. [7]Esto puede estar relacionado que muchas mujeres consideran que recibir sexo oral es algo más íntimo que una relación coital. Una de las mujeres entrevistada manifestó: “Yo nunca lo haría [fellatio]… si era una aventura de una noche, nunca lo haría. Y no me gustaría que lo hicieran a mí, tampoco”. Mientras Erin, quien dijo odiar el cunnilingus, no lo consideraría a menos que estuviera en una relación de dos meses. Pero, además, hay una diferencia respecto de la felación, el cunnilingus sería más significativo. Una de las entrevistadas lo expresó de la siguiente manera: “Que un chico vaya abajo se siente como un paso más grande que si tú vas abajo de un chico, aunque probablemente es injusto”.

Guion sexual y barreras para el cunnilingus.

El guion sexual tradicional en el que se desarrollan las relaciones sexuales, que debemos a Simon y Gignon, sitúa al hombre en el rol de iniciador y a la mujer en un rol pasivo y dar sexo oral está a menudo asociado a dicho rol pasivo al mismo tiempo que recibir está asociado al rol agresivo e iniciador. Esta explicación funciona bien para el hecho que la mujer es menos receptora de sexo oral y también para el caso de los hombres que consideran como muy placentero dar sexo oral a pesar de las reticencias de las mujeres, por cuanto consideran que es su tarea proporcionar placer a la mujer.

Pero frente a este entusiasmo que muestran algunos varones para dar placer mediante cunnilingus a su pareja, algunas mujeres no se sienten muy dispuestas, dadas las representaciones sociales negativas de los genitales femeninos como olorosos, sucios y vergonzosos. Los estudios muestran que lo placentero de recibir sexo oral para una mujer está asociada a como se sienten en relación a su propio cuerpo.

En entrevistas a 43 mujeres de la Universidad de Stanford, Laura Backstrom y sus colegas rescatan las opiniones positivas y negativas respecto del cunnilingus. Un 28% de las mujeres (12) usaron adjetivos como horripilante, bizarro, sucio y asqueroso para referirse a la práctica. Mientras que una de ellas lo tildó de “intrusivo y un tipo de obscenidad” y aunque algunas consideran raro que un chico “vaya a allá abajo”, otras lo consideran necesario para alcanzar el orgasmo, Jackie dijo: “suele ser la única manera de que pueda alcanzar el orgasmo»,mientras que Annie declaró que ella tenía un orgasmo “cada vez con el sexo oral”.

Lo interesante es que la insistencia de muchos varones hizo cambiar de opinión a las mujeres respecto del cunnilingus, aunque algunas quieren dar sexo oral sin esperar reciprocidad.

Para terminar: Ustedes deben recordar que la polémica del Festival de Viña del Mar en su versión 2015 fue no mostrar el gesto técnico del humorista León Murillo del chiste: “La mirada del cocodrilo”. La cámara se enfocó en el jurado, desatando las pifias del público y los insultos en las redes sociales. Traigo esto a colación para mostrar como el sexo oral, ahora en su versión cunnilingus, es reconocida como una práctica sexual común en las relaciones y para que solicite sea incorporada en el repertorio sexual con su pareja. Espero que sea más parecido a esos hombres canadienses que enfocaban su accionar en el placer de la mujer y no un troglodita de antaño.

Referencias:

Link: http://www.leoarenas.cl/?p=209

[1] Wentland, J & Reissing, E. (2014) Casual sex relationships: Identifying definitions for one night stand, booty calls, fuck buddies and Friends with benefits. The Canadian journal of Human Sexuality 23(3), pp. 167-177.

[2] El artículo hace referencias sólo a estudios realizados en población heterosexual.

[3] Hunt, A. & Curtis, B. (2006) A genealogy of genital kiss: oral sex in the twentieth century

[4] Los términos en latín son para dar un sentido académico en textos principalmente médicos que abordaban los temas del sexo en el matrimonio.

[5] Wood, J., McKay, A., Komarnicky, T & Milhausen, R. (2015). Was it good for you too? An analysis of gender differences in oral sex practices and pleasure ratings among heterosexual Canadian university studentes. The Canadian Journal of Human Sexuality.

[6] Backstrom, L., Armstrong, E. & Puentes, J. (2012). Women’s negotiation of cunnilingus in college hookups and relationships. Journal of sex research. 49(1). 1-12.

[7]Hookups – Hook Up se define como el encuentro sexual entre dos personas que no tienen un compromiso romántico. Ver: “¿Quieres ser mi FWB?” En http://www.leoarenas.cl/?p=198