¿Por qué publicar Razón y Pasión en la Prensa Popular treinta años después?

Hace poco más de treinta años salía a la luz Razón y pasión en la prensa popular. En pleno contexto dictatorial, Guillermo Sunkel asumía el riesgo de producir un libro seminal, novedoso en sus articulaciones teóricas, decisivo –según afirmaba Jesús Martín-Barbero– “para los que en América Latina trabajamos por hacer de los estudios de comunicación y cultura de masas una investigación no de los medios sino de las mediaciones”, arriesgado en su decisión de examinar la prensa y los discursos de lo masivo de cara a lo que en ese momento constituía un impreciso y futuro “período de transición a la democracia”.

Vinculado a la onda expansiva de la “izquierda renovada”, que constituye otra de sus definiciones originarias, el libro proponía una ruptura con todo un campo de certidumbres ubicadas más allá de la comprobación empírica, que habían informado ese campo político con anterioridad. “Uno de los conceptos sobre lo popular que ha estado tradicionalmente presente en gran parte de los discursos producidos al interior de esta cultura –decía en su Introducción–, ha llegado a adquirir este estatus: la noción del pueblo como el sujeto revolucionario, un sujeto puro e incontaminado por el capitalismo y que se presenta como el depositario de aquellos valores que representan la utopía de la sociedad futura.” Desde allí, la obra aportó sin duda parte de las claves de lo que fue la reflexión sobre la prensa, lo masivo y lo popular en el Chile posdictatorial. De ese modo, además de su sostenido valor para la investigación y la reflexión cultural, su reedición ayuda a delinear la genealogía de ese importante campo intelectual en nuestro país, desde una actualidad donde, a diferencia de los períodos examinados en el libro, ya no se produce la identificación entre la “izquierda” y lo “popular”, ni los periódicos de izquierda se constituyen como “diarios de masas”.

De modo que, si en los años de la primera edición resultaba clave el destrabamiento de las nociones esencialistas, heroicas y unidimensionales de lo popular; en el momento de la segunda edición, las claves de su examen de lo cultural pueden contribuir a la interrogación crítica de una ubicua “clase media” que se instala desplazando viejas identidades, sin reclamar el relato de heroísmo alguno.

En ese sentido, yendo desde la idea de lo popular en lo masivo, pasando por los debates que quisieron desmontar la categoría, hasta su revitalización en América Latina de la mano de los procesos políticos contemporáneos y el influjo de las nuevas reflexiones sobre el populismo, podemos experimentar una nueva visita de lo popular más allá de las lecturas reducidas que quisieron encontrar allí una llave maestra, y sin ceder a las complicidades de su debilitamiento estratégico, interrogar una vez más los problemas de la representación y la constitución de actores y conflictos desde la densidad de las comunicaciones y la cultura. Para todo ello, esta investigación de 1985 sostiene su utilidad con plena vigencia.

(Tomado de la presentación a la segunda edición)