El fallecido «padre del rock and roll» no tiene solo grandes canciones y alabanzas en su historial. Siguiendo esa denostada figura de la «estrella de rock», la carrera de Chuck Berry estuvo marcada por las drogas y los problemas con la ley.
La figura de la estrella de rock suelen ser siempre hombres, que abusan de esa posición de poder. El caso el cantante de El Otro Yo Cristian Aldana en Argentina es uno de los ejemplos más recientes.
En 1959, la carrera del joven Chuck Berry iba en alza. Pero en diciembre de ese año, el cantante conoció a una mesera llamada Janice Norine, que en ese entonces tenía apenas 14 años y era explotada sexualmente. El cantante le ofreció un trabajo en su club nocturno que mantenía en St. Louis.
Berry fue condenado ese mismo año por la violación del Acta Mann, tras haber «cruzado líneas estatales transportando a una menor de edad para própositos inmorales». El cantante fue condenado a cinco años de prisión, los que se reducirían a tres después de que su defensa apelara tras dichos racistas en la prensa del juez que lo encontró culpable.
Pero ese no es el único episodio de violencia y abuso ejercido por Berry. En 1989, Hosana Huck, una cocinera que trabajaba en un restaurante del cantante, lo acusó de instalar cámaras de videos en los baños y vestidores para espiar a las mujeres mientras se cambiaban de ropa.
Tras una visita a su casa, la policía descubrió los videos que denunciaba Huck. Además encontró tres armas de fuego y 130 mil dólares en efectivo.
Tras el hecho, diversas mujeres se sumaron a la demanda. La situación quedó en que Berry tuvo que pagarle 1,2 millones de dólares a las mujeres e inscribirse en un programa de rehabilitación al alcohol y la marihuana.