En medio de relatos sobre los libros que marcaron su adolescencia y comparaciones de Chile con narraciones literarios se desarrolló la tarde de este viernes el foro «El libro a La Moneda» –realizado como parte de la Primavera del Libro y moderado por El Desconcierto–, donde los candidatos presidenciales Beatriz Sánchez (Frente Amplio), Alejandro Navarro (PAIS) y Marco Enríquez-Ominami (PRO) abordaron temáticas de cultura y sus propuestas para fortalecer el área.
«El modelo en cultura en Chile es como en Los Juegos del Hambre, hay pocos recursos y se debe competir por los fondos», describió Enríquez-Ominami, quien calificó como «ridículo el gasto que actualmente se destina a cultura –que asciende a un 0,3% del presupuesto anual– y señaló que una de sus propuestas es triplicar esa cifra y que ascienda a un punto.
La candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, apuntó en la misma línea, y agregó que su conglomerado ha considerado la idea de establecer un IVA rebajado –que tentativamente ascendería a un 6%– para «productos de primera necesidad y de cultura». «Crecer es tener posiciones críticas y eso solo se logra con acceso a la cultura», señaló la periodista.
Por su parte, Alejandro Navarro abordó las compras públicas que realiza el Mineduc a los textos escolares y explicó que «cada año más del 70%, que equivale a 18 millones de libros, son a editoriales extranjeras, especialmente a una española». Por eso, una de sus principales propuestas considera la creación de una editorial pública que pueda promover a artistas nacionales, y citó el ejemplo de Quimantú durante la administración de Salvador Allende.
Además, mientras Sánchez criticó la concentración de medios como uno de los factores influyentes en el desarrollo de la cultura, Navarro propuso incentivos para los autores nacionales y Enríquez-Ominami que cada profesor tenga acceso gratuito a siete libros en el año. «Y una tarjeta para que la UDI pueda leer una vez cada cinco años», agregó.
En la instancia, los aspirantes a La Moneda además abordaron su relación con los libros, y mientras Enríquez-Ominami relató que tuvo «un padrasto socrático» que a los ocho años «lo corrompió» y le pagó diez francos para que leyera Moby Dick, Beatriz Sánchez contó que «La Amortajada» fue uno de los títulos que más la marcaron durante su adolescencia y «El obsceno pájaro de la noche» lo hizo en la adultez.