La vida de Cristián Warnken ha tenido un leve cambio en los últimos días. Tras años de negarse a usar un smartphone y estar hiperconectado, finalmente sucumbió a las redes sociales y hoy incluso tiene WhatsApp.
A partir de eso, el reconocido escritor, que se hizo famoso por el programa de conversación cultural La Belleza de Pensar, comenzó a reflexionar sobre cómo la sociedad de hoy ha mutado en una aún más individualista que antes, donde la gente empieza a centrar toda su vida en torno a un iPhone o un Galaxy.
Su problema, sin embargo, no es con la tecnología en sí, sino con la falta de desarrollo de conciencia. «La tecnología nos pilló en Chile con un mundo interior pobre. No tenemos vida contemplativa, no sabemos aprovechar el silencio. Creemos que la felicidad pasa por este aparato y no debiera ser así», afirma.
No existe alguien que reúna probidad y visión como Bielsa
Warnken dice que la historia reciente de nuestro país tuvo un hecho significativo que fue punto de inflexión. Pasó en 2011 y no fue el movimiento estudiantil: la renuncia de Marcelo Alberto Bielsa a la selección chilena.
En la entrevista que sostuvo con The Clinic, el pensador se refirió al impacto del argentino en el alma del Chile profundo y cómo su partida desata una crisis ética en nuestro país. Además, de plantarse como un antagonismo a la ética de políticos y empresarios como Sebastián Piñera: «Bielsa, por un lado, representa lo mejor de la clase media sudamericana, austera, sencilla, con valores éticos, claridad, orden, exigencia y rigor de hacer bien las cosas, y al mismo tiempo con humanidad. Piñera, en cambio, representa lo contrario», apunta.
En esa misma línea, destaca también que «cada chileno lleva un Piñera y un Bielsa dentro suyo». Una reflexión en la profundizó luego que un día recibiera un llamado del mismísimo DT para comentarle una columna que había publicado en Emol donde compara al rosarino con el poeta francés Stéphane Mallarmé.
«Lo que más me impresionó fue lo articulado que era, como esa gente que habla redactado, ¡cómo armaba las oraciones!, el orden mental que tenía. O sea, ¡cómo me analizó la columna! Incluso, me la criticó«, recuerda.
La conversación con Bielsa duró cerca de media hora y Warnken se lamenta de no haberla grabado, porque sino «habría sido una de mis mejores entrevista. Quedé con la impresión de haber estado con Borges, con alguien de esa envergadura. Realmente, en Chile, tuvimos a alguien de otro tamaño interior, de otro tonelaje, de otro coraje», cuenta.
Finalmente, remata la anécdota afirmando que la partida de Bielsa es una pérdida dramática.
«Nos falta encontrar un Bielsa en la política. No existe una figura que reúna probidad pero también visión. Bielsa tenía un pensamiento sobre el fútbol. Sabía lo que iba a hacer. Hoy nadie piensa. Ves los programas culturales de los candidatos y son un copy paste de dos o tres cosas, incluso por las diferencias de letras uno ve que las han sacado de otro lado, no hay reflexión, ninguno se sentó a pensar. Ese cóctel de carencia de probidad y pensamiento es letal», finaliza.