El director de la recientemente estrenada «No estoy loca», Nicolás López, se refirió a los cuestionamientos que recibe constantemente de parte de la crítica y la audiencia aludiendo a que sus películas son light. Ante esto declaró que eso significa no reconocer la profundidad de lo pop. «Si una cosa te hace reír o te emociona, ¿es poco profunda?», se defiende.
Igualmente, manifestó que si alguien calificaba de esa manera negativa sus películas, significaba que «ese crítico es un imbécil». En la misma linea, contó que la gente le escribe para contarle que ha llorado con su última obra. «Esa es la conexión, no lo que diga un pelotudo en un diario porque ese día esta enojado. No puedo hacerme cargo de gente a la que no la quisieron cuando chica», lanzó.
Sobre el uso de financiamiento por placement -inserción de un producto o marca dentro de la narrativa de una obra- en sus películas-, el creador de la trilogía «Qué pena» responde con ironía apelando a que sólo a él le piden explicaciones por ese tema, siento que todas las producciones chilenas utilizan aquella forma de capitalización. «Siendo que cada vez que hago una película tengo que salir a disculparme por cosas que todos hacen», reclama.
Asimismo, el director contó que para él la campaña detrás de una película es un arte y que trata de desarrollar muy bien esto en sus producciones. Una fuente cercana cercana cuenta en la misma entrevista de Revista Sábado que López estaría obsesionado con el marketing.