El pasado martes fue un día gris para la cultura en Chile. Al fallecimiento del antipoeta Nicanor Parra se sumó la muerte del destacado actor Marcelo Romo, a los 76 años.
Romo realizó una extensa carrera como actor de cine y TV, un oficio que comenzó a profundizar desde muy joven. Luego de estudiar en la Universidad de Chile, comenzó con uno de sus primeros papeles en la obra Romeo y Julieta que dirigió Eugenio Guzmán, en 1964.
Posteriormente, se destacó en la cinta El Chacal de Nahueltoro de Miguel Littín (1966) y mostró sus preferencias políticas al convertirse en el narrador de la Cantata Santa María de Iquique, en un espectáculo realizado en el Estadio Chile por Quilapayún que tuvo su estreno en agosto de 1970.
También fue militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y, tras el golpe militar, fue detenido y trasladado al Regimiento Buin, donde lo torturaron e interrogaron. También tuvo que enfrentar un juicio militar y civil, de donde resultó absuelto por falta de pruebas. Romo se exilió más tarde en Inglaterra y Venezuela, donde siempre buscó seguir desplegando su talento en escena.
Otras de sus destacadas apariciones fue en la película «Ya no basta con rezar», dirigida por Aldo Francia. El filme cuenta la historia de un sacerdote, el Padre Jaime (interpretado por Romo), quien debe enfrentar la pobreza y los desórdenes sociales que ocurrieron en el gobierno de Eduardo Frei Montalva, distanciado de la jerarquía eclesiástica y tomando un rol activo en la revolución obrera.
En su retorno a Chile, Romo amplió su experiencia en TV e integró el elenco de numerosas teleseries exitosas, como Rojo y Miel (1994), Estúpido Cupido (1995), Sucupira (1996), La Fiera (1999) y Pecadores (2003). A principios de los 2000, el actor debió retirarse de la actuación debido al mal de Alzheimer.
El Sindicato Nacional de Actores y Actrices de Chile anunció que sus restos serán velados este miércoles, entre 11 a 21 horas, en Ernesto Pinto Lagarrigue 131, Recoleta.