Una pequeña plegaria. Eso es lo que piden los familiares de Aretha Franklin desde que la cantante fue internada en el hospital de Detroit debido a un recrudecimiento de su enfermedad, la que la tiene con problemas de salud desde hace años.
La cantante de 76 años, la voz de «I say a little prayer», «Respect», «Natural Woman» y «Chain of fools», por nombrar algunas de sus canciones más emblemáticas, batalla con el cáncer desde que fue diagnosticada en 2010.
Desde ese momento ha visto como su salud ha ido decayendo, pese a que ha seguido activa con presentaciones y discos nuevos, cuyo último trabajo fue de 2017 y se llamó «A Brand New Me», el que probablemente ponga fin a su carrera que comenzó en 1956 y registra más de 40 LPs y más de una decena de premios Grammy.
La reina del soul, destacada artista del R&B y gospel durante los años ’60 y ’70 se encuentra en el recinto médico de la ciudad estadounidense acompañada por su familia, quienes han pedido que se respete su privacidad en este momento de dolor, según confirma el medio estadounidense Showbiz411.
La preocupación por la que es una de las cantantes más importantes de la historia de la música está latente debido a que tres de sus hermanos fallecieron de cáncer. Carolyn falleció por cáncer de mama en 1988, Cecil en 1989 por cáncer al pulmón y Erma murió por cáncer a la garganta en 2002.
La primera mujer en llegar al Salón de la Fama del Rock and Roll en 1987 tuvo su último show el 2 de noviembre de 2017, en el marco de un concierto a beneficio de la AIDS Fundation que liderada por Elton John. Ese año, Franklin anunció que no volvería a cantar en vivo.