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Dr. Valdés entró a la Armada: Busca ser reservista y admite que iría a la guerra por Chile

Por: Carolina Ceballos | Publicado: 18.03.2023
Dr. Valdés entró a la Armada: Busca ser reservista y admite que iría a la guerra por Chile Héctor Valdés | Cedida
“El juramento a la Armada es muchísimo más extenso y completo, incluso que el que se hace en el matrimonio, que es un simple ‘sí, quiero’», asegura el cirujano plástico respecto de la decisión que adoptó y que lo mantiene muy entusiasmado, pese al impacto que esta ha tenido en su agenda, que debió modificar considerablemente para enrolarse en la entidad, asumiendo un compromiso total con ella.

Héctor Valdés, cirujano plástico de dilatada trayectoria en nuestro país, y quien desde hace varios años divide su tiempo entre Chile y España, tomó la decisión de ser reservista de la Armada, razón por la que ya se inició en la preparación de este desafiante proyecto, hace ya casi dos semanas.

Cómo enfrenta este proyecto, de qué manera se está preparando, su cercanía con la entidad y sus expectativas, las comparte en diálogo con El Desconcierto.

¿Cómo surge esta idea de convertirse en oficial de la Armada?

Desde pequeño admiraba el orden y gallardía que se veía en las Fuerzas Armadas (FF.AA), esa sensación del bloque y de seguridad que provocaba, respaldada por mis primeras clases de historia en las que el Ejército chileno y la Armada tuvieron una gloriosa participación, cual es resultado que todos conocemos, especialmente en el conflicto con la Confederación Perú Boliviana.

Además, en mi colegio jesuita de Antofagasta participé durante años en la banda de guerra, costumbre habitual en muchísimos colegios de provincias, además de otros desfiles. Por supuesto que siempre giramos para el 21 de mayo frente al precioso y entrañable monumento a Prat que está en la avenida Angamos, muy cerca del centro de la ciudad.

Muchísimos años más tarde, y siendo ya profesional, revisé diferentes cursos de navegación practicando, en la medida de lo posible, la navegación a vela. En los recientes años he quedado impactado, al igual que la mayoría de los chilenos, de la falta de respeto a nuestras señales de identidad como nación. Y, peor aún, observar con horror cómo algunos chilenos quemaban nuestra bandera.

Decidí no ser un observador pasivo, y actuar desde mi posición de civil, involucrarme en la opinión de los hechos que estaban ocurriendo en nuestro país. Así comencé a dar mi opinión a través de mi cuenta de Instagram, la cual ha subido muchísimo en su número de seguidores. Decidí, además, contarlo a través de la escultura, actividad que realizo desde hace varios años, realizando varias esculturas alusivas a la situación de nuestro país, en ello mi escultura más emblemáticas se llama ‘estado crítico’.

Y finalmente, como un acto personal más, y como respaldo nuestras instituciones, y asumiendo el servicio que conlleva en cuanto a cumplir horarios, normas, entrenamiento, etc., decidí postular a la Armada de Chile, institución que me ha aceptado y estoy cumpliendo el entrenamiento para convertirme en un oficial de reserva.

¿Cómo ha sido esta etapa nueva en su vida?, ¿qué ha sido lo más desafiante y complejo?

Está siendo una etapa apasionante, muy por encima de mis expectativas. Lo más desafiante ha sido prepararme físicamente en la medida de lo posible, ya que lo físico, aunque lo recomiendo muchísimo, por mis estudios y trabajo no es la primera en la lista de mis prioridades y dedico el tiempo que pueda, habitualmente entre 6:00 y 6:30 horas.

Segundo, esto ha sido (rearmar) completamente mi agenda de este año, ya que como muchos saben divido mi tiempo entre España y Chile, tenía todos los pasajes comprados para este año y he debido hacer muchísimos cambios y alterar mi agenda de civil para acometer este desafío.

¿Por qué tomó esta decisión y de qué manera piensa implementar los valores de la Armada en su vida diaria?

– La decisión fue justamente por la razones ya explicadas, para desde el mundo civil hacer de forma personal un reconocimiento a nuestras instituciones, en este caso a través de la Armada de Chile.

Y respecto de los valores de la Armada, coinciden plenamente con los míos, así es que eso no será ningún esfuerzo.

Héctor Valdés

Héctor Valdés- Facebook

¿Siente que en Chile la sociedad está al debe con sus instituciones? 

Creo que la sociedad, en general, no está al debe con nuestras instituciones, tenemos muy claro lo que son, lo que significan y lo que han sido en la historia de Chile y la construcción de nuestra nación.

Afortunadamente, quienes cuestionan nuestras instituciones son una minoría, pero hoy las minorías son muy ruidosas. Y por la ausencia de participación de una mayoría ingenua, que cree que no va a alterarse cierta situación, no participa y terminan imponiéndose cambios radicales en los que la población general no está de acuerdo. Como, por ejemplo, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, donde la mayoría de la población no fue a votar porque pensó que no iba a suceder nada y que eso era sólo ruido, pues los dispuestos a ese radical cambio fueron a votar todos, y Europa ha perdido fuerza al no contar con un país tan importante.

Respecto de su formación, ¿después piensa seguir vinculado a la Armada?

Por supuesto, el juramento a la Armada es muchísimo más extenso y completo incluso que el que se hace en el matrimonio, que es un simple «sí, quiero».

¿Le gustaría mantenerse en sus filas?

– Es lo que está contemplado.

¿Le gustaría ser parte de la tripulación de la entidad?

Sí, mantenerme absolutamente vinculado y participar, en la medida de lo posible, de todas sus actividades, incluyendo por supuesto también sus grandes operativos volcados hacia la sociedad civil, con operativos de salud hacia la población general, presencia en lugares apartados y soberanía.

¿Qué posibilidades se le abren al transformarse en oficial?

– En lo personal, absolutamente las posibilidades de enriquecimiento personal, descubriendo y participando de una actividad más que incorporo en mi vida, en paralelo con la práctica de la medicina, de la escultura, y ahora con una institución como la Armada, más el fortalecimiento de ese sentido de patria, de pertenencia a esta larga franja en esta preciosa zona del mundo.

¿Estaría dispuesto a ir a la guerra por Chile?

Por supuesto que iría. Así como para ejercer la medicina se hace un juramento hipocrático para recibir el título, al egreso de cualquier institución militar se jura a la bandera y dar la vida por ella, por nuestra bandera chilena, la de todos, el símbolo de nuestra vida republicana desde que somos un país soberano e independiente.

En Occidente hemos tenido decenios de paz, pero que abruptamente se han roto en Europa, cuando era impensable. Y así como hay un enorme equipo profesional de guardia en los hospitales, en caso de que cualquier chileno o residente extranjero requiera una atención médica de urgencia, también tenemos Fuerzas Armadas preparadas para actuar en minutos en caso de una catástrofe o, peor aún, una guerra. Y un miembro activo o en la reserva, tiene clarísimo que para todos esos supuestos es que ha recibido entrenamiento e instruccion para defender a Chile.

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