Alertan por impacto de pantallas y TikTok en niños: Podrían causar estrabismo y miopía

Considerando los tiempos que corren, el uso generalizado de pantallas es un tema de análisis para los expertos, más todavía en menores de edad, como en diálogo con El Desconcierto lo comenta Nicolás Podestá, tecnológo médico de la Universidad Mayor a propósito de antecedentes que han surgido respecto de la afectación que podrían generar plataformas como TikTok principalmente en niños y niñas.

Según detalla el experto, «los niños están en desarrollo de su visión más o menos hasta los nueve años, se habla de un período de plasticidad en la visión en que, dependiendo de qué se haga, el niño puede favorecerla o perjudicarla de forma importante durante ese tiempo».

«La aplicación de TikTok o los juegos (…) son muchas horas en las que el chico está viendo la pantalla. El riesgo está en el uso por tiempo prolongado de este dispositivo o cualquier pantalla tan cerca de la cara, eso tiene que ver con un mecanismo natural que tenemos, se llama ‘acomodación’, es lo que usamos todos para poder ver de cerca y en los niños, además, como que es más potente por un tema fisiológico, el riesgo está en desarrollar (alguna condición)», alerta.

Podestá comenta que «está medianamente estudiado, salió el desarrollo de estrabismo, que es una desviación del ojo en relación al uso de las pantallas, aunque no hay estudios que lo comprueben tanto, hay una cantidad de niños que pueden estar en riesgo».

«Hay riesgo propio, que tengan su capacidad sensorial no tan bien desarrollada, fuerte y el sobreestímulo de cerca, podría condicionarlos a desviar los ojos por un mecanismo que existe ahí. Es una desviación de los ojos hacia dentro», complementa.

No más de una hora

Respecto de la aparición de otros cuadros, cuenta que «lo que sí está más visto es el desarrollo de otras patologías visuales, como la miopía, también por lo mismo, por dónde cae la imagen, cómo se modifica dentro de nuestros ojos, el que estén constantemente acomodando y modificando este punto focal puede condicionarlos al ser tan pequeños a dar señales equivocadas a nuestros ojos y que ese ojo termine alargándose y generando miopía».

«Son varias las condiciones que podrían estar en riesgo, incluso algunos oftalmólogos pediátricos recomiendan no uso de pantalla hasta los dos años, otros incluso hasta los cinco ojalá uso de pantallas más bien lejanas, aunque el celular es una mega estrategia de los papás, algunos se enmarcan en un uso de no más de una hora al día», complementa.

Según lo que comenta Podestá, «es bien poquito lo que se recomienda, todo en base a que no se sabe en estricto rigor, habría que hacer un examen muy exhaustivo a cada uno de los niños para saber quiénes tienen estos factores de riesgo de desarrollar estas patologías, pero tomándolos a todos, todos podrían tener un riesgo de generar una de estas patologías visuales, por ahí pasan estas recomendaciones».

«La miopía y los trastornos visuales van a depender del contexto si son peligrosos, hay una minoría que la desarrolla de manera compleja, la gran mayoría de la gente no tiene este tipo de miopía, se corrigen con lentes simplemente, pero evidentemente es bien complejo que tan pequeñitos desarrollen algo que uno esperaría que se dé entre los 15 y 20 años», agrega.

Foto de Depositphotos.

Capacidad de aprendizaje mermada

«Por otro lado, está el tema de que no todo el mundo lleva a control a los pequeñitos y después viene la época escolar, son niños que de repente se ven disminuidos en su capacidad de aprendizaje a veces por un problema netamente visual, eso es absolutamente complejo si ya están con cierta desventaja, todo a raíz de pronto del uso de una pantalla que pudo ser evitable…», dice apelando a la prevención de cuadros visuales complejos.

Pese a lo que recomiendan los especialistas, Podestá comenta que «se ha visto también una tendencia a aumentar su uso en niños cada vez más pequeños, entonces ojalá hasta los dos años no exponerlos a pantallas pequeñas cercanas a la cara, después lo más lejos posible. O si es el mismo celular, ojalá con un soporte para que esté a más de 40 o 50 centímetros, que es donde la acomodación deja de ser útil».

Entonces, agrega, lo aconsejable es «exponerlos a pantallas más lejanas o la tele, y después si ya es inevitable, tratar de ser lo más medido posible. Una hora de exposición, no más que eso».

Chile no es excepción

«Hay hartos estudios asiáticos, más tienen que ver con Japón, porque ellos tienen una tasa de escolaridad bastante alta, entonces los niños se ven expuestos, además de a la pantalla, a trabajo de escritorio de forma importante», contextualiza luego.

Y en definitiva, comenta Podestá, «todo eso es como un sobreestímulo de cerca y se ha visto que han desarrollado más miopía que otros, pero también hay hartos oftalmólogos en hartas partes del mundo, y Chile no es la excepción, se ha podido chequear que después de la pandemia, en que hubo un uso exagerado de las pantallas, más incidencia en miopía que lo que se veía prepandemia».

«Incluso no teniendo una miopía alta, es bien complicado, se deteriora bastante la visión, se ve bastante mal, así que si no se corrige de forma adecuada, ese chiquitito podría no desarrollar la visión en forma oportuna o tener otras complicaciones en el día a día como en el tema de su escolaridad, en el colegio», recalca.

Por último, de desarrollar algún cuadro de estrabismo, insiste en que «en un niño es más complejo que la miopía, a veces el estrabismo no es tan evidente, pero es un ojo que no está viendo con la parte de la retina que tiene que ver, ese ojo tiene el riesgo de no desarrollar la capacidad visual y, pasados los nueve o 10 años, no va a tener la capacidad de desarrollarse. Y si no es tratado a tiempo, claro que puede generar consecuencias visuales bien tremendas».