Tipos Móviles

Poniéndole el cascabel al gato: Diagnóstico de la Industria Musical Chilena en tiempos de estallido social y coronavirus

Por: Felipe Godoy | Publicado: 27.04.2020
Poniéndole el cascabel al gato: Diagnóstico de la Industria Musical Chilena en tiempos de estallido social y coronavirus | Ilustración: Ifpi.org
A principios de abril, el Observatorio Digital de la Música Chilena lanzó el primer informe Diagnóstico de la Industria Musical. Si bien ratifica las precarias condiciones de los trabajadores de la música en Chile, la existencia del reporte en sí, es una noticia promisoria para el medio.

Como varias otras áreas, la industria musical se ha visto muy golpeada por la pandemia global, que ha obligado a muchos países al confinamiento total o parcial de su población. Esta situación ha sepultado cualquier opción de eventos en vivo, la fuente principal de ingresos de los músicos, especialmente en tiempos donde la industria discográfica y las conductas de consumo musical han sufrido transformaciones vertiginosas. A nivel mundial, hemos visto que toda la música en vivo detuvo actividades, provocando pérdidas brutales, que han llevado a algunos músicos incluso a recolectar fondos a través de crowdfunding para cubrir gigantescas deudas de las fechas canceladas.

En Chile, el sector lo ha pasado mal incluso antes: desde el estallido social del pasado 18 de octubre, los diversos actores involucrados en la cadena productiva de la música en vivo han visto tambalear su labor. El tono productivista de la frase no es casual: por todos los beneficios intangibles que entrega, a veces nos olvidamos de que la actividad cultural –o al menos una parte importante de ella– es la fuente de trabajo de un montón de artistas, profesionales y técnicos.

Datos ODMC

En este contexto, el Observatorio Digital de la Música Chilena lanzó recientemente el primer informe Diagnóstico de la Industria Musical, el cual “busca entregar información respecto al impacto que ha tenido la industria por motivo de la contingencia en Chile y el mundo”, especialmente el COVID-19 y el estallido social. El Observatorio es una nueva iniciativa financiada por CORFO, y en su directorio están presente miembros de entidades como IMI Chile, SCD y Chile Creativo, entre otras. Su sola existencia y este informe, son buenas noticias para la industria musical en Chile: es un sector de trabajo precarizado, de límites difusos, donde la información sobre la cantidad y características de sus trabajadores está menos sistematizada que en otras áreas.

Lo estamos pasando muy mal

En días cuando la música chilena goza de gran salud en términos creativos y performativos, el informe no hace más que ratificar con algunas cifras algo conocido en el medio: las precarias condiciones laborales de sus trabajadores, incluyendo, por supuesto, a los artistas. En concreto, el informe nos trae dos malas noticias. La primera, es que las malas condiciones de trabajo del sector en la actualidad son estructurales e independientes de la crisis bio-social y política que vive el país. Alrededor de dos tercios de los músicos y profesionales declaran recibir, aproximadamente, $166.000 al mes (es decir, poco más de la mitad del sueldo mínimo), mientras que un 56% de los artistas –y un 37% de los profesionales– declaran tener una segunda ocupación distinta a la musical. De éstos, el 50% de los músicos declara que esta segunda fuente les reporta entre un 40% y un 80% de sus ingresos totales, y casi un tercio señala que esta segunda fuente corresponde a más de un 80% de su ingreso total.

La segunda mala noticia es que, de acuerdo a lo que informan los encuestados, tanto el estallido social como el COVID-19 profundizaron aún más esta precariedad. En promedio, según lo reportado hasta fines de marzo, los músicos tuvieron que cancelar 6,5 y 8,2 eventos debido al COVID-19 y el estallido social, respectivamente, y más de la mitad de los artistas declara haber tenido que incurrir en gastos debido a la cancelación de estos eventos. En la misma línea, casi un 30% de los músicos declara que dejará de percibir más de un 60% de ingresos por sus actividades. Por su parte, un 37% de las empresas que respondieron la encuesta declararon que dejarán de percibir más del 50% de los ingresos de un año normal, un 35% declara que tendrá que despedir trabajadores, y un 26% que es probable que tengan que cerrar su empresa.

El frío misterio

Si bien los datos son elocuentes, es muy importante mirarlos con extrema cautela y quedarnos con los grandes mensajes, más que con las cifras específicas. ¿Por qué?

Además de su precariedad en cuanto a recursos, la industria nacional es un campo muy difuso, de límites borrosos. Justamente, este fue el principal problema con el que este reporte debió lidiar. Como es reconocido por sus mismos autores (ODMC), el sector cuenta con “una baja capacidad y cultura de registro” que impide tener claridad sobre la cantidad de trabajadores de la música y agentes de gestión. Esto, redunda en una “dificultad de definir criterios estadísticos que otorguen una representatividad clara a la realidad de los actores de la Industria de la Música en Chile”. En palabras simples, lo que ocurre responde a dos realidades de la industria musical que devienen en problemas metodológicos para elaborar información estadística sobre ellos. El primero, es que no es fácil identificar en qué momento un artista se vuelve un trabajador de la música: ¿será cuando edita su primera canción y la pone a disposición del público?, ¿cuando realiza su primera presentación en vivo?,  ¿o cuando recibe su primer ingreso por alguna de sus actividades? El segundo problema es que, junto a esto, en Chile la industria musical es fuente laboral ocasional o secundaria para muchos de sus trabajadores. Al parecer –y el informe ayuda a dilucidar algunas dudas al respecto– no solo muchos músicos no pueden dedicarse únicamente a la música para tener un ingreso digno, sino que también otros que dependen de ellos, como los técnicos, deben tener actividades adicionales para generar ingresos estables. Ambos fenómenos hacen que sea difícil delimitar una “población de trabajadores de la música” y, en consecuencia, que sea complejo construir una muestra representativa del sector para aplicar una encuesta.

Datos ODMC

Todo esto redunda en que sea imposible saber cuán representativo es este estudio, por ende, cualquier conclusión que se pretenda hacer de él debe realizarse con extremo cuidado ya que, si se vuelve a aplicar y responden otras personas, los resultados podrían ser muy diferentes. En este caso, la encuesta fue respondida de forma voluntaria por aquellos que se toparon con el link en las redes sociales de IMI Chile, SCD, Embodied, Mustach, el Fondo de la Música, Chile Creativo y Pro Chile. Los que contestaron fueron en su mayoría músicos, hombres y de la Región Metropolitana. Resultados diferentes podrían obtenerse si es que el porcentaje de mujeres que se autoseleccionaron para responder hubiera sido mayor, si hubieran contestado más profesionales no músicos, y si el porcentaje de personas de otras regiones hubiera sido mayor, o menor, no sabemos.

Más allá de esto, la intuición nos dice que los resultados –a groso modo– dicen bastante de la realidad de nuestra industria. Por lo mismo, este estudio es un gran primer paso para ponerle el cascabel al gato y empezar poco a poco a corregir lo que haya que corregir. En lo que respecta únicamente a la sólida contribución que podría seguir haciendo este estudio en el futuro, es clave invertir recursos en construir un buen marco muestral: saber quiénes y cuántos son. Lo natural sería partir por aquellos músicos que adhieren a organizaciones como la SCD (el 86% de los músicos que contestaron pertenecen a ella) y sus respectivos equipos de trabajo, o a gremios que agrupan a microempresas del ámbito discográfico, mediático y tecnológico como IMI Chile o Mustach. Seguramente, partir de esta manera implicaría dejar fuera, en un principio, a una serie de actores relevantes, pero esto permitiría partir con un conocimiento más claro acerca de la representatividad de los datos lo que, a fin de cuentas, redundaría en una mejor calidad de las decisiones que se tomen en beneficio de los trabajadores de la música chilena.

Déjanos tus comentarios
La sección de comentarios está abierta a la reflexión y el intercambio de opiniones las cuales no representan precisamente la línea editorial del diario ElDesconcierto.cl.