Memorarte viaja a Europa para presentar la exposición “50 años: Hilos de resistencia”

Dentro de las obras destaca un lienzo llamado “Kit del torturador” que muestra los elementos con que contaban los agentes de Estado para usar la tortura como un medio para obtener información.

El colectivo Memorarte piensa que el pinochetismo ha resurgido porque hay personas que aun no saben cuan despiadada fue la fuerza desplegada para instalar el modelo neoliberal.

Las piezas serán expuestas en Chile desde el lunes 21 de agosto en el Museo del Estallido Social. A partir del 4 de septiembre serán presentadas en Cour Mably en Burdeos, Francia, invitadas por la organización France Chili Aquitaine, donde compartirán la galería con una exposición de fotos e ilustraciones de distintos exponentes nacionales, curadas por Sebastián González, artista visual chileno.

Durante septiembre una parte de la colección será también expuesta en la Maison de l´Internacional  en Grenoble, Francia, invitación gestada por el Museo del Estallido Social. El 8 y el 9 de septiembre las piezas serán presentadas en el Festival de la Solidaridad Manifesta en la ciudad de Ostende – Bélgica, gracias a la invitación de INTAL Globalize Solidarity y del Partido del Trabajo Belga.

El diseño y producción de las piezas estuvo a cargo de Erika Silva y Pamela Monasterio, quienes además sumaron a más de 70 mujeres que continúan luchando por la verdad y la justicia, contra el olvido y el perdón.

50 años: hilos de resistencia

La exposición “50 años: hilos de resistencia” está dedicada a todas las personas que han dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos desde que el General Augusto Pinochet derrocó al Presidente Salvador Allende a través de un Golpe Cívico Militar.

Esta exposición fue realizada por más de 80 mujeres comprometidas con la defensa de los derechos humanos. Las arpilleras que la componen muestran la magnitud del daño y la desproporción del uso de la fuerza, las huellas en los cuerpos y las marcas en el alma de miles de chilenos.

Cada pieza que abra una conversación, aseguran las fundadoras, permite ahuyentar el negacionismo y también sembrar el camino para garantizar el «Nunca más».