Alfredo Saint-Jean, presidente del directorio, junto a Irene González |
Frente a la crisis del sector cultural producto de la emergencia sanitaria, el Teatro Nescafé se ha reinventado para transmitir espectáculos realizados en su propio escenario, apoyando así al mundo artístico local.
Al igual que todos los espacios culturales del país, el emblemático recinto de Providencia cerró abruptamente sus puertas a mediados de marzo tras estallar en Chile la crisis sanitaria por COVID-19. Ante el incierto panorama, la decisión fue reinventarse y buscar la fórmula de seguir presente para su público. Así fue como decidieron organizarse para llevar a cabo transmisiones de espectáculos realizados en el propio teatro, desde su escenario, pero no solo por mantenerse vigentes, sino también, como señalan, para apoyar al mundo artístico local.
“Somos un espacio muy querido para nuestro público y era muy importante llevarles la sala a sus casas”, explica la directora ejecutiva del Teatro Nescafé de las Artes, Irene González Peña, al referirse a la programación vía streaming que transmiten, de forma semanal, desde finales de agosto.
-¿Qué impacto tuvo para el Teatro Nescafé su cierre imprevisto tras iniciarse en Chile la crisis sanitaria?
–Fue un impacto invaluable. El cierre de un espacio significa, para las artes escénicas, el deterioro de un sector que vive cotidianamente con la vulnerabilidad pisándole los talones. Es una verdadera tragedia la que hoy viven artistas y técnicos. No podemos dejar de agradecer a nuestro sponsor por el aporte extra que han realizado y que nos ha permitido mantener a nuestro equipo intacto con sus sueldos al día, imposiciones, salud, etc.
El Teatro Nescafé de las Artes tiene una vasta experiencia en la transmisión de eventos de categoría mundial. Fueron los primeros en apostar en Chile por este formato con la programación, desde el 2009, de transmisiones en directo vía satélite desde el Metropolitan Opera House de Nueva York, al tiempo de realizar lo mismo a partir del 2014 con los ciclos del National Theatre Live, montajes producidos anualmente por el Teatro Nacional de Londres.
-¿Por qué decidieron programar un ciclo vía streaming?
–Era vital y extraordinariamente relevante abrir nuestro escenario para que los trabajadores de la cultura volvieran a reactivarse, mantenerse vivos, creando, entregando emociones a su público, algo tan necesario en momentos difíciles como estos. Iremos cumpliendo con todos los pasos requeridos para funcionar; sin o con público y siempre integrando la posibilidad del streaming. El streaming llegó para quedarse.
Conexión musical se tituló el primer evento –de ocho estrenados hasta el momento– con que debutó el ciclo Teatro Nescafé Online. Un concierto transmitido en tiempo real para desplegar varios éxitos del rock latino de los últimos 40 años, donde participaron reconocidos actores de teatro y televisión.
Francisco Olavarría, fundador de la productora teatral Cultura Capital que desde 2015 ha programado en esta sala varios eventos, como los musicales Morir de amor y Las Madonnas, o Conexión musical, el mismo concierto con que debutó esta programación online, asegura que “el streaming permite un trabajo más real, a diferencia del Zoom”.
Y remarca: “Siento que con el Zoom, por ejemplo, es muy limitado en lo que se puede hacer. Nosotros abordamos las producciones con los mismos estándares de los espectáculos en vivo, con grandes elencos y grandes equipos. Mientras no haya normalidad, el streaming es el formato en que se puede avanzar mucho. Le entrega mejor calidad al público y a las empresas que auspician”.
Mientras, Andrea Gutiérrez, directora de programación de la sala, agrega: “Tenemos la fortuna de contar con una sólida y cercana relación con artistas y productoras. Nos tocó a todas y todos ser más flexibles. No solo entienden el potencial de esta tecnología, les gusta, se obsesionan y se divierten. El arte, como dice Alfredo Jaar, ‘reacciona y acciona con el contexto’.
Por otro lado, Mario Aguilera, jefe técnico del teatro, explica que para fortalecer la calidad de los eventos se utilizan hasta cuatro cámaras de alta definición: “Cada una va con su camarógrafo. Pueden ser fijas o móviles para darle mayor versatilidad del relato audiovisual. Cada espectáculo tiene sus propias necesidades técnicas y hemos trabajado en forma especial con cada uno, potenciándolos con las más variadas opciones que la tecnología nos entrega. Por ejemplo, para el concierto tributo a Cerati, se hicieron varios planos adentro del escenario, algo muy distinto a lo realizado durante la conversación postransmisión de Popol Vuh –obra de teatro–, donde la cámara estaba en un punto fijo montada sobre trípode”.
“La obra en que actuó Coca Guazzini, Los días que te amé, fue aún más diferente, porque se grabó durante todo el día en un formato más cinematográfico. Se hizo un plan de rodaje y con una sola cámara se grababa a los actores desde lejos, después desde cerca, para disponer de distintos planos de cada escena. Y luego vino la posproducción. No tuvo nada que ver con las transmisiones en vivo”, detalla el jefe técnico.
Para la reconocida actriz de teatro y televisión, Claudia Pérez, quien actuó en el espacio hace algunas semanas con la comedia Reversible, esta iniciativa también potencia otra dimensión de la labor artística: “El streaming resalta la belleza estética. El teatro no solo es la palabra o la actuación; también es diseño de vestuario, diseño escenográfico, de luces. Hay muchas personas involucradas, da trabajo (…)”.
“Hacer Reversible resultó super emocionante, porque fue volver al teatro después de siete meses, aunque sea sin gente en la sala. No solo extrañas la relación con el público, sino también todo el rito, que comienza cuando llegas, montas la escenografía, ves las luces y pones tu cuerpo al servicio de ese espacio grande, donde tu voz resuena. No es lo mismo que hacerlo en un estudio», reflexiona la artista.
Es una visión parecida a la de Jorge Coulón de Inti Illimani, agrupación que ha cantado varias veces en este espacio y que hace unos días presentó por primera vez bajo este formato virtual Hacia la dignidad, concierto conmemorativo del primer aniversario del estallido social.
“Se junta el hambre con las ganas de comer. El Nescafé de las Artes es casi como un templo. Podemos tocar en plazas, en todas partes, pero donde realmente se produce esa cosa ritual del encuentro es en el teatro. Difícilmente se reemplaza la sensación colectiva al estar con otras personas. Pero así como nosotros debemos entender los nuevos tiempos, está muy bien que el teatro sea sede”, profundiza el músico.
Irene González concluye: “En tiempos tan difíciles para los trabajadores de la cultura, que también somos ciudadanos con necesidades al igual que todos, y sin duda uno de los sectores más golpeados por la pandemia, es importante como Teatro Nescafé de las Artes estar más activos que nunca. Queremos estar presentes para nuestro público a través de transmisiones vía streaming con producciones de alta calidad y con diversidad de espectáculos, dos cualidades muy propias de nuestro espacio; y también, disponibles para todos los artistas: creadores, técnicos, directores y tantos otros que han sido parte de nuestra comunidad creadora; dar trabajo y posibilidades de reactivación al mundo de la cultura”.
