Esta mañana el Ministerio de las Culturas anunció la decisión de otorgar «por unanimidad» el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales 2021 a Joan Turner. Se reconoció su trabajo por sacar la danza fuera de los espacios tradicionales y llevarla a las comunidades, y transmitir su pasión a niños y jóvenes.
En la oportunidad la artista nacida en Londres en 1927, fue contactada por videollamada: «Es un premio a una disciplina que cuesta toda una vida cultivarla. Estoy muy agradecida del reconocimiento y de la oportunidad que me ha dado Chile para desarrollar este arte en el país y de vivir en él”, dijo.
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El jurado del Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales 2021 fue presidido por la ministra Consuelo Valdés e integrado además por el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi; el último ganador del premio, Ramón Griffero (2019); la representante de la Academia de Bellas Artes, Ana Reeves; el representante del Consejo de Rectores, Aliro Bórquez; y los cupos designados por el Consejo Nacional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, José Soza y María Elena Wood.
Joan Turner llegó a vivir en Chile en 1954 con su entonces pareja el bailarín chileno Patricio Bunster. Desde entonces dejó una profunda huella en el Ballet Nacional Chileno y como profesora en la Universidad de Chile. En los años 60 se casó con el cantautor Víctor Jara, con quien formó una familia con su hija Manuela Bunster y Amanda Jara. Con el asesinato del cantante, la bailarina y coreógrafa, conocida internacionalmente como Joan Jara, se convirtió en emblema de la defensa de los derechos humanos en el exilio. Y en los 80, en maestra de nuevas generaciones, al regresar a Chile y fundar el Centro de Danza Espiral.
Por ser de origen inglés, al casarse con el cantautor chileno, Joan adquirió su apellido. De hecho su libro Víctor Jara: Un canto truncado, publicado en 1983 fue firmado con su nombre de casada, Joan Jara. Se trata de uno de los documentos más importantes sobre la vida del Víctor Jara y la historia de ambos. Posteriormente sería reeditado como Un canto inconcluso.