Carla Gaete, Colectiva Anómala: “Queremos transformar en algo bello toda esta opresión”

-¿Cómo nació Colectiva Anómala? ¿Quiénes son sus integrantes y qué hacen fuera de la Colectiva?

Colectiva Anómala es un proyecto creado por Carla Gaete Verdugo y nace de la necesidad de transmutar el dolor frente a la crisis colectiva y personal que surge del cuestionarnos nuestro existir como mujeres en una sociedad patriarcal, neoliberal y consumista que nos deforma y no nos deja reconocer nuestra verdadera identidad. Es un espacio de reflexión en torno a lo femenino, un lugar de resistencia que nos permite visibilizar e intentar sanar estas heridas históricas, creando arte y memoria a través de la performance vocal.

Desde la explosión de la última ola feminista que nos interpela actualmente -donde muchas situaciones de violencia, abusos y crímenes contra los cuerpos feminizados se intensificaron durante la pandemia- la identidad de género ha tomado un rol central en el cuestionamiento de nuestras prácticas sociales y, sobre todo, de la herida de ser mujer que moviliza este proyecto sonoro. Vivimos en un constructo social que somete nuestras cuerpas, que nos señala constantemente cómo se supone que es una mujer, una verdadera mujer a ojos del sistema patriarcal. Nuestra directora Carla, nos invita a subvertir el lenguaje y a cuestionar esas ideas patriarcales desde la necesidad imperiosa de crear en colectiva, rompiendo con esa idea de estructura donde más que una directora es una guía, una compañera más, practicando así una horizontalidad nutritiva que abra el imaginario a las posibilidades creativas y biográficas que cada una aporta al proyecto. Esos aportes personales se transforman en la base para crear composiciones instantáneas, sonorización de poemas e improvisación cantada.

Colectiva Anómala está conformada por Gabriela Hidalgo, Daniela Navarrete, Elisa Vallejos y Carla Gaete, todas provenientes del mundo del teatro y la experimentación vocal. Actrices, profesoras de voz y performers.

-¿Por qué existe Colectiva Anómala? ¿Sus integrantes siempre serán mujeres?

Existe por una necesidad de transmutar la herida que sangra, un lugar de discriminación, humillación, abusos, violencias y muerte. De manera transversal ese discurso también se expresa en otras cuerpas discriminadas y violentadas por no encajar con lo masculino tradicional (hombre cis blanco hetero patriarcal). Estamos cansadas, queremos transformar en algo bello toda esta opresión y reivindicar lo femenino, cuestionar nuestras prácticas de género. Nos percibimos anómalas, fuera de norma y desde ahí cualquiera que resuene con esa idea podría participar.

Por ahora somos cuatro mujeres, pero no es condicionante para que en un futuro se den colaboraciones o se sumen otras personas que quieran explorar en los temas que nos interesan desde una perspectiva performática, que integre el cuerpo y la voz como materiales escénicos.

Sentimos que es muy necesario generar un diálogo creativo que nos integre en la lucha contra el patriarcado, levantar espacios de poder para las minorías y disidencias. Por ahora, hablamos directamente desde nuestra historia como mujeres, generando una obra a veces biográfica, a veces autoficcionada, que toma elementos rituales para ponerlos en tensión con lo social y político, usando nuestras voces como canal principal de expresión.

-La irrupción masiva de LASTESIS en 2019 hizo que la performance y el cuerpo tuvieran un lenguaje universal para transmitir mensajes por todo el mundo. En ese sentido, ¿qué piensan de la performance como una herramienta militante para transmitir mensajes y demandas?

Es una herramienta militante sin duda alguna. El verdadero origen del control social radica en el control de los cuerpos humanos, en ese sentido la performance permite que los cuerpos se expresen en toda su magnitud, tanto en lo físico como en lo vocal e incluso en todas las huellas represivas que el mismo sistema acumula en esos cuerpos. Hay una idea muy hermosa que Richard Schechner (investigador de performance) plantea y es que la performance es un acto creativo que brinda la posibilidad de volver a ser lo que uno fue, o volver a ser lo que uno nunca fue pero desearía haber sido. Esa restauración de la conducta nos invita a una mirada sanadora que no sólo articula mensajes y demandas, sino que nos impulsa constantemente a re-construirnos como seres que sienten y piensan en comunidad.

-¿Cómo ven su participación en Festival Poesía y Música PM#4? ¿qué mostrarán?

Estamos muy entusiasmadas y agradecidas de la invitación a estrenar en este gran festival en el cual nuestra directora ha participado anteriormente junto al Coro Fonético, colaborando con La Orquesta de Poetas y el colectivo de Danza Acráticas.

En esta ocasión compartiremos un trabajo de experimentación vocal-ritual que se articula en base a 3 momentos diferentes. Comenzamos con una Composición Vocal Instantánea, luego una Poesía Sonorizada con acompañamiento audiovisual y al término una Transmutación Sonora musical. Presentaremos el poema “La Costra” de Carla Gaete Verdugo, donde además contaremos con las visuales de la artista y performer peruana Claudia Vanesa, quien nos colabora con una creación de inteligencia artificial hecha especialmente en diálogo con el texto.