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Antonia Zegers, protagonista de Girls & Boys: “Al principio dije cómo me mandan esta obra”

Por: Galia Bogolasky / Culturizarte | Publicado: 22.11.2022
Antonia Zegers, protagonista de Girls & Boys: “Al principio dije cómo me mandan esta obra” Antonia Zegers es protagonista de “Girls & Boys”, obra del dramaturgo Dennis Kelly |
La actriz habla sobre su desafiante monólogo en clave stand up comedy. Se trata de la versión chilena de Girls & Boys, bajo la dirección de Alfredo Castro. “Me gusta ser la portadora de temas que me interpelan verdaderamente, de los que no tengo respuesta, sino miles de preguntas”, asegura.

Entrevistamos a Antonia Zegers, protagonista de “Girls & Boys”, obra del dramaturgo Dennis Kelly, que se estrenó en el Royal Court de Londres en 2018 y pone en escena a una solitaria mujer que repasa las vicisitudes del amor y la vida en pareja.

La versión nacional es una coproducción de Teatro UC y The Cow Company, con la dirección de Alfredo Castro. Una mujer recurre a la representación teatral en clave de stand up comedy, para poder enfrentar su pasado. Se apropia de un personaje teatral mediático, se viste y transfigura, para narrar directamente al espectador su relación amorosa, su maternidad, su ascenso social, en un lenguaje directo, cómico y punzante para, finalmente, desmantelar toda esta falsa teatralidad y relatar sin artificio alguno su verdadera intención: sacar a ese amor de sus recuerdos.

– ¿Cómo es para ti haber interpretado este monólogo? 

Un desafío. Nunca antes he habitado, nunca había hecho un monólogo. Primero que nada, decir que hacerlo como de la mano, del codo y del cogote de Alfredo Castro, tiene también una dimensión muy grande para mí. Alfredo es una persona a la que yo, cuando estudiaba teatro, era mi gran referente, la persona a la que más admiraba. Después me ha tocado trabajar mucho con él como partner actuando, pero nunca yo había entrado en la matriz de su imaginario teatral, que para mí es muy relevante como actriz. Él es muy fundamental en su existencia para la actriz que yo soy, entonces fue un regalo trabajar con él. Me acuerdo que cuando estábamos hablando al principio, antes de empezar a ensayar, yo le dije: «Alfredo, yo te voy a decir que sí a todo, así que gobiérnate tú, porque estoy demasiado contenta de la experiencia que se viene y voy a estar abierta a todo, para que lo sepas». Hicimos un trabajo colaborativo, colectivo y nutritivo. Me enfrento a él también hoy día desde otro lugar, desde ser una actriz madura, grande, con experiencia, entonces fue un trabajo trenzado de manera muy armónica y muy hermosa.

– ¿Fue una sorpresa el formato del stand up?

Lo que yo más estudié fue el stand up. Cuando me llegó la obra, me pasó lo mismo que a ti. Dije: ¿pero por qué? Este es un proyecto que se le ocurrió a Marcos Alvo, me convocó a mí y a Alfredo, nos convocó a los dos a hacer esto, pero viene de la cabeza de The Cow Company y Marcos Alvo en particular, a quien admiro y agradezco que se le haya ocurrido esta idea. Cuando primero me mandó la obra, yo le dije: ¿Cómo me quiere mandar al Enjoy? ¿Cómo me manda esta obra? No tengo dedos pa’l piano, para ese piano pensé yo. Cuando en la obra se genera el vuelco, en que uno también comprende cuál es la operación que está haciendo esta mujer, ahí entendí por qué me estaba mandando él la obra. También entendí que mi gran dificultad era el comienzo. La hora por reloj de stand up que tiene la obra. Eso fue lejos lo que más estudié. Porque todo lo que pasara después, mientras mejor ejecutado estuviera eso y más arriba estuviera eso, todo lo que viene después yo no tengo que hacer nada más que dejarme ir, soltar. Entonces para todo lo operativo del stand up, yo trabajé mucho, mucho, mucho, mucho, mucho, porque además no lo conocía mucho. Había visto lo de la Natalia Valdebenito a quien admiro mucho y la vi en Viña y la encontré brillante, y algunos más.

Antonia Zegers es protagonista de “Girls & Boys”, obra del dramaturgo Dennis Kelly.

Fuente: https://teatrouc.uc.cl/

– La obra te hace cambiar de un estado emocional. Cuéntame sobre la temática de la obra.

Es una mujer que a través de este excéntrico ritual del stand up comedy, que monta sobre su vida, lo hace en cierta forma para exorcizar dolores muy profundos que ella tiene, dolores que en el camino de la obra todos van a conocer y al igual como empatizaron las personas del público, es una euforia de risa. También luego viene a empatizar en ese otro espacio privado, secreto y tan doloroso que ella tiene y que con tanta garra saca adelante a través del humor, en un punto también.

– ¿Cómo es para ti este proceso de creación, de pasar de estados emocionales tan extremos de una hora de risa y después pasar a este otro estado? Es como preparar al público para enfrentar un cambio así…

Yo creo que no es necesario preparar al público, ni siquiera me preparo yo como actriz, y es por eso que es súbito. Yo como actriz, no preparo lo que viene en esta obra en particular. No está articulado, no está maquinado. no está armado, no está diseñado, sino que hay un real dejarse caer al lado B de su existencia, que fuera una mujer que es súper simpática y súper divertida acarrea un dolor que es muy poderoso, y el peor. Yo nunca me preparo para eso, nunca hilo cómo voy a pasar al otro lado. Siempre la pasada al otro lado para mí es de un vértigo. Yo diría que esa es la palabra más precisa, enorme. Nunca sé cómo lo voy a decir, nunca sé. Ni siquiera sé qué viene cuando parte la obra. No me hago cargo de eso.

– Esta obra es escrita por un dramaturgo que ha hecho varios montajes, que se llama Dennis Kelly, que es británico, pero la obra tiene muchos elementos muy chilenos.

Es que hubo una adaptación a Chile, no solo del inglés al español, sino que una adaptación de imaginario que hicieron Andrés Kalawski primero y la Milena Grass en la Católica. Creo que hace como tres años que hicieron esta transcripción a Chile de esta obra. Nosotros, con Alfredo también hicimos harto trabajo de texto, porque obviamente para lograr la comedia tienes que sacarla de ti, entonces tienes que hacerte parte, tienes que meterte en la juguera. Es como si te pasan un chiste de Melón y Melame probablemente a ti no te vaya a salir tan divertido como a Melón y Melame, tienes que encontrar tu manera de comunicar, porque tienes que ponerte en juego para encontrar el humor. Me di cuenta o descubrí, o aprendí, que no es cosa de repetir un chiste tienes que pasarlo por ti, y en esa pasada por ti cambian muchas cosas. Olvídate de la cantidad de cosas divertidas que aparecieron en los ensayos y que se fueron quedando y que finalmente las escribimos, que quedaron en la versión final que hicimos del texto. Pero es muy buena, por todas las citas que hay a lugares y todo quedó genial.

– Uno de los temas que aborda la obra son los temas de las mujeres con los que nos podemos identificar. ¿Cómo fue abordar estas distintas temáticas que te pueden resonar o te pueden hacer sentir cercana o te pueden conectar?

Me siento muy afortunada de las últimas cositas que me ha tocado hacer. Me pasa lo mismo con “El castigo”, que son temas que me interpelan, que me importan, que pueda habitar con tanto goce, porque me gusta tanto ser la portadora de temas que a mí también me interpelan verdaderamente. Temas para los que no tengo respuesta, sino miles de preguntas. Creo que los temas en esta obra también tienen mucho que ver con la violencia, que eso es algo de esta obra. No es solo de la mujer, la familia y la maternidad, sino que yo creo que habla totalmente de la violencia, como del origen de la violencia, la incapacidad que tenemos de reconocernos como una especie violenta. Somos así, la obra lo dice, somos así nomás. ¿Qué hace uno si reconoce que uno es parte una especie violenta? A lo mejor yo no soy violenta, pero mi especie es violenta. Si no soy yo, será el del lado o el de allá o el de Rusia. Pero hay violencia y ha habido siempre, no hay ningún momento en la historia de la humanidad que no haya habido violencia. Siempre que hay un período de unas treguas pacíficas, como te digo, sociales grande, igual hay microviolencias domésticas familiares, escolares, riña en las calles. Somos violentos. En una violencia que no tiene que ver ni con comer, que tiene que ver también con ser violento, que ciertos estímulos sacan de ti violencia, y eso es super complejo. Creo que se ha estudiado poco, que somos mamíferos violentos y que la violencia no tiene otro fin que a veces la violencia misma. Porque como dice la obra: “Las vacas no tienen vida violenta”, incluso los animales que cazan lo hacen para comer.

– Las críticas han estado increíbles, la gente ha alucinado con la obra, pero por ese carrusel de emociones y porque también tu interpretación es increíble. ¿Cómo has recibido esta buena recepción de la audiencia?

Feliz, imagínate. Está pobre hueona, como dice la de la obra jajaj. No feliz, feliz, muy bonito. Las tres funciones que hicimos la semana pasada fue como una especie de comunión entre el público y yo, tan bonito, que realmente remamos juntas y juntos, para levantar la obra, y yo me sentí tan acompañada todo el tiempo, acompañada en la risa y acompañar el llanto. Súper concretamente, los comentarios es lo que viene después, la racionalización de esa experiencia de la gente que la ha visto. Pero lo que yo sí he sentido, de antes de que hicieran en los comentarios, es que la obra la vivimos intensamente juntas y juntos. Lo siento, no lo puedo creer, además yo había hecho unas pocas pasadas para poquita gente, entonces yo no sabía lo que pasaba, con la euforia de la masa, de un grupo grande de personas y verdaderamente es muy emocionante en todo el recorrido de la obra, porque nunca me siento sola. Puede sonar medio cursi incluso, pero verdad que no me siento sola.

– Se han estrenado varios monólogos últimamente. Uno pensaría que después de la pandemia, se estrenarían más obras con varios personajes, pero ha habido una tendencia de monólogos últimamente.

Yo no diría que es la tendencia total, está lleno de obras que no son monólogos pasando, y lo que yo diría del teatro es que estamos llenos de obras. Hay muchas muy buenas, y hay muchas cosas pasando. Hay una especie de efervescencia también. De los oficios más castigados fueron el teatro, la música, el en vivo durante la pandemia, donde sentimos terror de si íbamos a poder volver a ejercer nuestra profesión. Hay como una euforia post pandemia, por contar, por reactivar proyectos que habían quedado parados, que habían tenido que cerrarse antes de tiempo. Así es que yo creo que eso es más un alcance en estos dos monólogos de The Cow Company.

Ficha artística

Título: Girls & Boys

Dramaturgia: Dennis Kelly

Dirección: Alfredo Castro

Traducción: Andrés Kalawski y Milena Gass

Asistente de dirección: Víctor Valenzuela

Elenco: Antonia Zegers

Producción ejecutiva: Marcos Alvo Kalderon

Diseño: Rodrigo Ruiz

Música: Miguel Miranda

Coproducción Teatro UC y The Cow Company

Coordenadas

Teatro UC. Sala Ana González / 1er piso (cuenta con acceso para personas con movilidad reducida y silla de ruedas)

Hasta el 3 de diciembre

Miércoles a sábado, a las 20.30 horas

Entradas en boletería del teatro y Ticketplus: $10.500 entrada general, $5.500 miércoles popular, $7.500 súper jueves, 50 % de descuento Club La Tercera. Otros valores y descuentos consultar en boletería.

Edad recomendada + 16 años

Duración: 95 minutos

Artículo publicado en alianza con Culturizarte.

 

 

 

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