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Teatro, más allá del Festival de Teatro a Mil

Por: Rodrigo Hidalgo | Publicado: 06.01.2023
Teatro, más allá del Festival de Teatro a Mil Una imagen del homenaje a Andrés Pérez |
La cartelera no se agota en este festival cuyo mérito es haber instalado en el imaginario social el “enero teatral”. En esta crónica, un recorrido por varias alternativas.

Martes 3 de enero, primer día hábil del 2023: se inaugura el Festival de Teatro a Mil en su versión de cumpleaños 30, y se conmemoran 22 años de la muerte de Andrés Pérez Araya, el fundador del Gran Circo Teatro. Casualidad o no, la jornada dio para un contrapunto tan crudo como interesante, que abre el abanico de lo que entendemos por cultura, memoria y patrimonio.

Es que este año no sólo se cumple medio siglo del Golpe Militar. Cuando finalizó la dictadura el campo cultural era un páramo, sin políticas sectoriales, todo era a contramano, burlando la censura, corriendo riesgos a pulso y desde la más aguerrida autogestión; en esos lejanos años 1992 y 1993 se dio inicio a la mayoría de las políticas culturales aún hoy vigentes. Años de “justicia en la medida de lo posible”, de “ojo con el arte” y del “show de los libros” en la TV, años en que las “fiestas de la cultura” auspiciadas por un ministro que llegaría a presidente dieron carne a la promesa de una alegría que no llegó. El Fondart, los Premios Literarios, Balmaceda 1215 (o Arte Joven), son algunas de las instituciones que cumplen a la sazón 3 décadas de existencia. Ese tránsito fue el que convirtió a muchos artistas en embajadores de la cultura. Uno de ellos fue Andrés Pérez, que con La Negra Ester como obra ícono de ese retorno a la democracia, confió en la institucionalidad concertacionista que a la postre lo traicionaría, como a todo Chile. Ese fue también el contexto en que nació el Festival de Teatro a Mil, cuando la entrada a cualquier obra costaba eso, mil pesos.

No es baladí recordar todo esto. El Festival de Teatro a Mil hoy, a sus 30 años, es una poderosa productora de eventos de innegable calidad, que se extendió a todo el país, llegando con espectáculos gratuitos que se abrieron del teatro a todas las otras artes, plástica, danza, música, artes digitales, performance. Y como muestra de ello, en su versión 2023 comenzó este martes a mediodía con una intervención en recuerdo de las víctimas de la dictadura, en el Estadio Nacional, a manos del reconocido muralista de la Brigada Ramona Parra, Alejandro “Mono” González, junto a la cantante Mon Laferte.

La cartelera sin embargo no se agota en este festival cuyo mérito es haber instalado en el imaginario social el “enero teatral”. A pesar de que “el día del teatro” en Chile es en mayo, cuando se conmemora el natalicio de Andrés Pérez. Hoy por hoy, La Negra Ester se está presentando en el Teatro Nescafé de las Artes, una pieza imperdible y necesaria para todas las generaciones que no la han visto, una experiencia estética tremendamente significativa y emocionante para niños y niñas, adolescentes y jóvenes. Y este martes 3 de enero, la compañía Gran Circo Teatro, con Rosa Ramírez a la cabeza, hizo una pausa en sus funciones para realizar un evento recordando al maestro fundador, mientras el Presidente Boric saludaba en La Moneda a un inmenso dinosaurio inflable que era el plato fuerte de la inauguración callejera del Teatro A Mil.

Hubo de todo en el homenaje a Andrés Pérez, ahí en República 301, donde tras años de lucha se instaló el Gran Circo Teatro. Arengas y saludos desde el Sidarte, poetas, danza y canto, gimnastas, y hasta un show de telas y modelaje a cargo del diseñador Ricardo Oyarzún, que sorprendió además con una anécdota preciosa que retrata al Pérez como ser humano. En cierta ocasión, Andrés le encargó vestir a una drag queen. Entre los atuendos con que Oyarzún adornó al transformista, estaba un collar de perlas. El hecho es que en su paseo y performance, la drag queen realizó un movimiento brusco y el collar se cortó, rodando por el escenario -un precario entarimado- todas las perlas. Oyarzún en ese mismo instante dio por perdida su joya. El show continuó y no fue sino hasta el final que Oyarzún ya en los camarines, quedó asombrado con el gesto de Andrés Pérez, que acaso sin que nadie se diera cuenta, se había dado la tarea de recoger todas y cada una de las perlas para devolvérselas en una copa.

Lo cierto es que si en La Moneda el espectáculo del Teatro a Mil “Saurian y los testigos del espacio exterior” (de la compañía francesa Plasticiens Volants), convocaba a la familia para maravillar a chicos y grandes, era otra idea muy distinta de familia la que se reunía en torno a Andrés Pérez, a un par de estaciones de metro. En su breve recorrido, de La Moneda a La Universidad de Chile ida y vuelta, muchos adultos ante el pasacalle de muñecos inflables recordaban a La Pequeña Gigante, haciendo una cruda comparación con versiones anteriores del festival. En el Gran Circo Teatro en cambio, se bailaban cuecas recordando no sólo a las víctimas de la dictadura, sino a todas las víctimas de la violencia de género, a las víctimas de la violencia racial, a todes quienes este sistema depredador ha quitado la vida o la esperanza en ella. A buen entendedor pocas palabras. O como dijera Pier Paolo Pasolini (en texto leído por Ernesto Orellana): “Ante este mundo de ganadores vulgares y deshonestos, de prevaricadores falsos y oportunistas, de gente importante, que ocupa el poder, que escamotea el presente, ni qué decir el futuro, de todos los neuróticos del éxito, del figurar, del llegar a ser. Ante esta antropología del ganador de lejos prefiero al que pierde«.

Ahora, para no parecer pegados con Andrés Pérez, digamos que dentro del propio Teatro a Mil, también se dio inicio a las funciones de otro referente obligado, Juan Radrigán, cuyos “Hechos consumados” vuelven a escena esta vez en el Teatro Nacional. Si alguien no la ha visto aún, es una buena oportunidad de hacerlo. Como La Negra Ester, son piezas-patrimonio de nuestra identidad. Lleve a sus hijes, no se lo pierda. Porque en ese sentido, por muy oficial o institucional que sea la visión de cultura que encarna la fundación dirigida por Carmen Romero, es innegable su compromiso con la memoria y los derechos humanos, y para prueba le invitamos a que revise el catálogo de obras que formarán parte de esta versión cumpleañera del Festival Teatro A Mil.

Pero para finalizar, y ya que hemos dicho que la cartelera no se agota en este festival de enero, haremos mención de una obra que este fin de semana comienza su temporada en un espacio bien ABC 1, lo que lamentablemente aparece como un obstáculo por su difícil acceso para quienes no tienen auto: Teatro Zoco, en Lo Barnechea, donde se presentará una obra que promete satisfacción garantizada.

Hablamos de “Lluvia constante” una obra escrita por el dramaturgo Keith Huff (autor de la serie “House of cards”), montada originalmente en Broadway, y que acá en Chile es dirigida por Jesús Urqueta y protagonizada por Willy Semler y César Sepúlveda. Ya con esos nombres es suficiente para querer que la pieza tenga una temporada en otro lugar más accesible. Porque el teatro, como hemos visto, afortunadamente en Chile tiene una inmensa familia de adeptos, abigarrada y diversa, sumamente colorida. Salud por ello.

 

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