Adelanto de libro: Ser invisible

Al fotógrafo Lucas Urenda le interesa registrar lo que pasa en la calle, contar historias a través de las personas. Su nuevo fotolibro Ser invisible se basa en un seguimiento a Tito y Gastón, dos hombres en situación de calle que sortean juntos la precariedad. Ellos depositan su confianza y sus historias de vida en el fotógrafo, quien los retrata en blanco y negro mientras recorren las inmediaciones del Costanera Center, comparten la comida que recogen de la basura o la pasta base para olvidar el hambre, se cambian de ropa limpia a una más andrajosa y sucia para dar lástima y conseguir una moneda, y regresan una y otra vez al hueco en la ribera del canal San Carlos donde pernoctan, a pocos pasos del epicentro del consumo capitalino. Las fotografías en blanco y negro los muestran en su cotidianidad, dos vidas que nadie ve porque están al margen. El fotógrafo también parece hacerse invisible al acompañarlos en su deambular. Su lente los capta cercanos, los acompaña antes y después de fumar, cuando duermen o hacen crucigramas, van al peluquero, se desnudan o se pegan una voladita frente al Mundo del Vino.

«Se conocieron en una bomba de bencina en Avenida Matta, tratando de aislarse de esas amistades que toda la vida habían sido imposibles de evitar. Ahí limpiaban vidrios, estacionaban autos, pedían dinero y en la noche dormían en una plaza cercana. Un año después, buscando un lugar más cómodo y alejado de todos, llegaron al canal y terminaron por quedarse ahí, indefinidamente.

Así los conocimos nosotros, frecuentando los restaurantes de comida rápida que son parte de su «circuito» por el barrio empresarial nocturno, donde se mueven pidiendo dinero.

Gastón parece tímido al principio, pero rápidamente toma confianza y se torna alegre. Le gusta caminar con nosotros. El Tito casi nunca sale si no es para trabajar. Gastón en cambio, es fanático de un buen corte de pelo —cada dos semanas vuelve renovado de la peluquería—, con un estilo similar a la moda impuesta por los futbolistas de la selección chilena: la nuca rapada y el casco poblado con mechas de clavo. Ama el reggaetón. Tito, por su parte, prefiere las voces de la canción romántica como Juan Gabriel y Myriam Hernández. En apariencia el historial entre ellos reúne pocas cosas en común, y aunque Gastón no terminó la enseñanza básica, mientras que Tito logró finalizar su cuarto medio, ambos disfrutan el fútbol y sienten que tienen una visión similar de lo que quieren para sus vidas en la calle: llevar a cuestas sus problemas y drogarse, vivir como quieren, sin molestar ni ser molestados por nadie».

El libro de editorial Ocho Libros se presenta hoy miércoles a las 19 horas en la librería del GAM. Presentan la ensayista y docente Rita Ferrer y el fotógrafo Gabriel Pérez.

Libro Ser Invisible

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