Letras

La identidad sexual como cicatriz y memoria: «Esta vez sobre el papel» de Joel Inzunza

Por: Rodrigo Hidalgo, escritor y periodista | Publicado: 30.11.2021
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El bailarín y coreógrafo Joel Inzunza presenta el libro objeto “Esta vez sobre el papel”. Presentado a la vez como una performance y un video documental, el proyecto editado por Tintanegra Microeditorial articula la búsqueda transdisciplinar del autor en su canto de dolor existencial, la herida del desamor, y conjura la ausencia con una vuelta irremediable al eros siempre, aún más allá del encierro, como para seguir a fuerza de besos, vivos.

Venidas desde Valdivia para estos efectos, Tintanegra Microeditorial en persona, vale decir Martina Pedreros y Estela Morales, presentaron el pasado 6 de noviembre junto a Joel Inzunza como autor, el libro Esta vez sobre el papel en la Galería Citylab del GAM, momento en que se exhibió también el video documental que ellas mismas realizaron junto a la plataforma de difusión Butaca Los Ríos. 

Joel Inzuza, destacado gestor, coreógrafo e intérprete oriundo de Concepción, se aventura así en la escritura lírica pero que no se deja solo leer desde esa textualidad. Habla también desde el libro objeto de factura artesanal, del cual se fabricaron 200 ejemplares, y explora en su cuerpo material de libro a través de páginas desplegables, manuscritos a tinta del propio autor o páginas rasgadas. 

Ahora, en el texto, Inzunza elabora una poética de lenguaje simple y directo, que transmite dolor y soledad, emociones profundas con una sensualidad a veces no exenta de ingenua picardía, situándonos en una tradición o corriente coloquial de la poesía, un arco que va de la antipoesía de Nicanor Parra a los haikús de Bertoni. Por ejemplo: 

Hoy las palabras no me alcanzan

pero si me das un momento

lo puedo intentar a besos.

También tendríamos que decir que hay momentos largos en un ritmo que refuerza cierta rebeldía y tristeza de ecos vallejianos, con imágenes por medio de las que el hablante adolorido de Joel, en su condición animal se hermana a la montaña:

hoy no me levanté triste 

corro en picada montaña abajo junto a búfalos descarrilados 

jadeante el corazón que explota por las mañanas 

en la taza de un intenso café negro 

me despierto en cada sorbo 

me pierdo en cada sorbo 

las mañanas sin mañana me provocan 

hoy no me levanté triste 

hoy no me levanté triste.

Y aún podríamos rescatar en otros fragmentos otras posibles inflexiones, articulaciones con otros referentes literarios, con otros representantes de la literatura y de la poesía contemporánea chilena. Habría que vincularlo con la poesía de Antonio Silva, de Héctor Hernández o de Gustavo Barrera, poéticas heridas que abordan o se hacen cargo del cuerpo y de su identidad sexual como cicatriz y memoria, del dolor del amor proscrito en un mundo heteronormado y homofóbico, del abandono. Sería justo pensar que estas posibles vinculaciones son bastante libres y subjetivas, arbitrarias, pues sin duda el poeta y bailarín acá no ha obrado en conciencia de ninguna de las tradiciones o referencias a la literatura que hasta acá se ha propuesto o vislumbrado. Estamos ante un libro de una honestidad o franqueza total en ese plano. Que apuesta y se arriesga en otro sentido.

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El mensaje o el contenido de esta poesía es el intento de testimoniar la sobrevivencia, como el propio Joel lo dice en el video documental. Un ‘aquí estoy yo’ presencial. Estamos ante un libro que no quiere que baste con leerlo. Es parte de una experiencia múltiple, hay que leerlo y además ver el video, como mínimo. No se agota ni en su contenido como texto ni en su materialidad como objeto. El libro fue también la performance de Joel Inzunza el día de la presentación en vivo. Se trata de llegar a convertir el acto de leer y escribir en un acto de danza, tomando conciencia así sea del movimiento de los ojos sobre el papel, de la lengua dentro de la boca al modular las palabras, de la mano y los dedos sobre un lápiz o un teclado. La huella, el tag busca atrapar lo efímero. Aquí estoy yo es un ahora que quiere quedar. Y en ese desafío, se parece al gesto de las vanguardias. 

Pienso en las vanguardias porque no hay muchos artistas de la danza que se hayan atrevido a semejante salto. El libro de Joel hace pensar en el legendario surrealista Jorge Cáceres (1923-1949), artista que en su breve pero intensa vida dejó una obra elogiada y reconocida como poeta, artista visual y bailarín del ballet nacional chileno.

Joel Inzunza escribe sin pretensión respecto del canon literario. Su voz tiene una actitud natural desenfadada y de absoluta independencia o indiferencia respecto del acontecer del circuito poético y a la vez un temple delicado y seguro, con el que levanta su apuesta por la confluencia de lenguajes y dispositivos de enunciación, sabiendo que en la hibridación y mestizaje de disciplinas está el futuro. Sin duda aquellas musas que alimentaron el ingenio creador de Cáceres son las mismas que Joel Inzunza ha sabido escuchar. Expediciones exploratorias como esta son las que abren terreno, en los más amplios sentidos posibles de la palabra, desde la geografía de la provincia hasta las identidades de género.

Instagram: @tintanegramicroeditorial

Esta vez sobre el papel 

Joel Inzunza

Tintanegra Microeditorial

115 páginas

Precio de referencia: $10.000

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