De la cultura de la violación a la esterilización voluntaria: «Glosario feminista»

Tener la capacidad de llamar las cosas por su nombre ha sido uno de los grandes méritos del feminismo. Desde hace décadas que las mujeres nos hemos reunido entre nosotras para conversar sobre las cosas que nos afectan. Una práctica que crea movimientos y activismo sin fronteras por la igualdad de género, cuestionando al poder y posibilitando un universo de palabras que nomina y define las más diversas situaciones a las que estamos expuestas.

Esta publicación podría funcionar como una enciclopedia exprés de conceptos feministas. Detrás de cada palabra existe una extensa bibliografía que respalda años de estudios sobre el feminismo. Comprender qué significa el femicidio, el consentimiento, la crisis de los cuidados, la misoginia y la paridad —por mencionar algunos términos— resulta clave en estos momentos en los que estamos discutiendo o haciendo conscientes las desigualdades de género entre hombres y mujeres para construir un mundo más igualitario. Aquí algunos de los conceptos que el Glosario feminista abreviado define:

Acoso sexual

Comportamiento de naturaleza o connotación sexualno consentido por la persona que lo recibe. Se manifiesta en contextos de subordinación, a través de contacto físico como tocaciones, palmadas, pellizcos o roces sobre nuestros cuerpos, y conductas no verbales como comentarios acerca de la apariencia de una persona, silbidos y miradas con clara intención de conectar sexualmente, además de la exhibición de órganos sexuales o bien el acecho a la víctima.

Las plataformas digitales también son canales para ejercer acoso sexual, por medio del envío de imágenes, amenazas de difundir información privada o contenido sensible para la persona que es acosada. En los lugares de trabajo, en el quehacer político, en los ámbitos de la educación y salud, en la vía pública y en las disciplinas deportivas, el acoso sexual afecta mayoritariamente a mujeres y niñas.

Crisis de los cuidados

Este concepto surge en medio de la pandemia de COVID-19 para aludir a la sobrecarga de trabajo doméstico, de cuidado no remunerado y subvalorado, que realizamos mayoritariamente las mujeres. Si bien se reconoce como un problema de arrastre para los Estados, la crisis sanitaria amplió aún más la desigualdad de género en el ámbito de los cuidados. Responsabilidades en el cuidado que debieran ser de preocupación pública y que requieren respuestas colectivas y corresponsables entre la sociedad, el sector privado y público para evitar la persistencia de los “hombres cero”: con cero horas invertidas en estos quehaceres y trabajo no remunerado.

Cultura de la violación

Conjunto de creencias, pensamientos y actitudes basadas en estereotipos de género que se perpetúan en las sociedades, los cuales terminan por naturalizar y normalizar la violencia sexual hacia las mujeres y los cuerpos no heteronormados. La cultura de la violación trivializa las agresiones sexuales: cada vez que se hace una denuncia se termina responsabilizando a la víctima y justificando en algún punto al agresor. Opera a través del silencio cómplice que rodea la violencia sexual y que se reproduce también en las instituciones del Estado y sus agentes, cada vez que los estereotipos de género cobran protagonismos en la desprotección de los derechos humanos. “Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía”, gritan LasTesis.

Esterilización voluntaria

Método anticonceptivo quirúrgico al cual acceden algunas mujeres, en el que se ligan las trompas de Falopio. Se utiliza para prevenir embarazos de manera permanente. Si bien evita el paso de los espermios hacia el óvulo, no protege contra las enfermedades de transmisión sexual. En Chile, hasta antes del 2000, a las mujeres que querían esterilizarse se les exigía contar con la autorización de la pareja. Incluso aún en algunos centros de salud los y las profesionales invocan la objeción de conciencia para no practicar este procedimiento o se niegan a respetar la decisión de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.

Interseccionalidad

Concepto que nace de la mano de las feministas afrodescendientes y que cobra un nuevo impulso con los feminismos decoloniales. Hace referencia a las distintas identidades que viven y expresan las personas, y a las diversas formas de discriminación que se construyen, superponen e interactúan simultáneamente, para así potenciar los mecanismos de opresión que se expresan en la sociedades patriarcales. En ellas, se interrelacionan las discriminaciones basadas en el género, sexo, pertenencia a un determinado pueblo originario, religión, nacionalidad, situación migratoria, edad, nivel socioeconómico o condición de discapacidad. Todas las mujeres experimentamos en algún momento de nuestras vidas alguna discriminación en base al género. Para las lesbianas afrodescendientes, a esta violencia se les suman otras que están determinadas por su nacionalidad, situación migratoria o identificación con un pueblo indígena.

Separatista

Estrategia que aplican grupos de mujeres y feministas para no admitir hombres en ciertos encuentros y así generar espacios seguros y propios. No es una práctica generalizada en el movimiento feminista, sino que se aplica caso a caso. La filósofa Marilyn Frye fue la primera en advertir que si era tan natural que los hombre se juntaran exclusivamente entre ellos —como en sindicatos, en conferencias económicas y bares— entonces las mujeres también podían replicar esa práctica cuando quisieran. En las últimas marchas feministas en Chile, las organizadoras han llamado a asistir sin maridos, parejas y/o amigos precisamente para reforzar esto.