Periodista deportivo Víctor Gómez revisita el discurso de Allende «Con los ojos de hoy»

A pocos minutos del bombardeo a La Moneda y su propia muerte, Salvador Allende conectó con la Radio Magallanes, una de las pocas emisoras oficialistas que seguía en pie. Ahí esbozó un discurso que dio la vuelta al mundo por su profundidad lírica y política.

“Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen… ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos”, afirmó el Presidente constitucionalmente electo.

“Trabajadores de mi patria: Quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley y así lo hizo”, continuó.

Es difícil imaginar que pensó Allende en esas últimas horas de vida, más aún que habría pensado del futuro político de la izquierda a 50 años de 1973.

Esa es una de las tareas a las que se abocó el periodista Víctor Gómez, en el documental «Con los ojos de hoy«, donde revisita el último discurso de Salvador Allende. Una forma de conectarlo con las problemáticas de hoy; desde la migración, las nuevas juventudes, el feminismo y los conflictos medioambientales.

Sobre estas nuevas problemáticas, la actualidad del discurso de Allende conversó el documentalista con El Desconcierto. El “documental se propone abrir espacios. Transgredir ciertos códigos políticos –a veces ortodoxos-”, afirma.

-A 50 años del golpe de Estado ¿Cómo el último discurso de Allende puede iluminar la realidad política y social actual? ¿Sigue siendo actual?

Hay distintas perspectivas, pero la que más me convence se relaciona con la práctica y el ejemplo político, precisamente, cuando en la actualidad ambos factores están en tela de juicio en la sociedad más en la última coyuntura de escándalos de corrupción. El discurso, pese a la compleja situación en la que se produjo, apuntó a dejar una huella, que, si se revisa la literalidad del texto y también cómo se sucedieron los siguientes 50 años en Chile, esa pieza discursiva tiene mucho de premonitoria y de enseñanza. Ese aspecto es que relevamos en el documental, en especial, en preguntarnos dónde están hoy la traición y la lealtad, en qué condiciones están las mujeres, los jóvenes y los trabajadores de los que habla Allende en su alocución. ¿Cuánto de lo ahí dicho pasó y está vigente? Esas preguntas y sus respuestas son nuestro foco.

-En el documental se trata una serie de temáticas, desde las jubilaciones hasta la migración ¿Por qué decantarse por éstas?  ¿Qué reflexiones sacas con relación al discurso de Allende?

Lo que intentamos fue revisar la vigencia del discurso y desde esa mirada, la opción que tomamos se inclinó por abordar las situaciones que enfrentan a diario las chilenas y chilenos. Por lo tanto, cada protagonista aportó desde su vivencia cotidiana lo que significa el discurso en la actualidad. Jubiladas, pobladoras de tomas de terreno, migrantes, diversidades sexuales, sobrevivientes del Sename, en fin, todos aportan en esta línea. Y en ese cruce -con plena libertad de los hablantes- surgieron versiones muy profundas con impecable análisis. Por eso, el cometido de revisar el discurso en el país actual cumple con estas experiencias.

-La izquierda de esa época, y la sociedad en general, no tenía mucha conciencia de las temáticas de género ¿Cómo fue abordar el discurso de Allende desde ese prisma?

Justamente, lo que buscamos es refrescar ese texto discursivo. Actualizarlo a riesgo y cuenta de lo que hoy se vive en la sociedad chilena. En ese espacio, las nuevas temáticas son fundamentales para comprender cualquier fenómeno político más aún en el marco de los 50 años del golpe de Estado. Las diversidades, las luchas de género y otras expresiones contemporáneas como la falta de agua y el daño medioambiental, que, si bien en la Unidad Popular y en los partidos de izquierda pudieron no ser consideradas como de primer orden, hoy son indispensables para comprender a nuestro país. No sería posible refrescar el último discurso de Allende sin abordar esas temáticas.

-Uno de los elementos que toca la propuesta es la relación de los jóvenes con la política, en especial al alero de la música urbana, con el testimonio de Killua97 ¿Cómo ves que la juventud se puede relacionar con el período de la Unidad Popular? ¿Cómo comprender estos nuevos espacios de discusión política?

Nuestro documental se propone abrir espacios. Transgredir ciertos códigos políticos –a veces ortodoxos- y, en definitiva, ver Con los Ojos de Hoy implica abordar a los que nadie consulta en términos políticos, menos si se trata de preguntarles cuánta vigencia tiene la pieza final de Allende inmolado en La Moneda. Los músicos del género urbano, muchas veces vilipendiados por sus letras y comportamientos, a nuestro entender tienen algo singular que decir al respecto. En el caso de Killua97, que fue entrevistado en su espacio natural en La Pintana, no eludió el bulto y en su mirada presentó su profundo balance, sobre todo, en lo que tú me preguntas respecto de la desafección de los jóvenes con la política. La sociedad en todos sus planos y más en la juventud tiene opinión, hay que escuchar y relevarla para que desde ahí se ensaye cualquier propuesta de cambio. De lo contrario, no habrá nada distinto política ni socialmente.

-¿Cuál fue tu motivación cómo periodista para dirigir este documental?

Aportar una mirada actual sobre un hecho histórico que este año cumple 5 décadas. Hacerlo con la mejor tecnología al alcance de una producción, que se autofinanció por convicción para respetar nuestra autonomía editorial y no depender de fondos fiscales. Registramos en 6K con calidad de cine digital. Trabajamos con un equipo experimentado desde el guion, cámara, fotografía, montaje, banda sonora y post producción de audio y video. Por lo tanto, en disposición y empeño no nos quedamos. El desafío de actualizar el discurso de Salvador Allende, bajo una mirada subjetiva documental del Chile de hoy, implicó echar a novedades narrativas y cinematográficas que esperamos les hagan sentido a las más amplias audiencias. Por ahí va nuestra mano y esperamos pronto estar en el circuito de festivales de cine dentro y fuera del país como también en diversas salas.