La comediante nacional Javiera Contador sufrió las consecuencias de un hecho que nadie imaginó: La producción del Festival de Viña 2024 no quiso regalar la Gaviota de Platino a Andrea Bocelli, quien había brindado el mejor show de la historia del certamen.
Esto provocó larguísimos minutos de pifias que se prolongaron en comerciales. Al regresar, los animadores María Luisa Godoy y Francisco Saavedra no pudieron controlar al público y, pese a esto, presentaron igual a la humorista.
Muy nerviosa, muy tensa y además con ausencia de agua en la mesita que la producción le puso, Javiera Contador comenzó a hacer su show ante sonoras pifias que no se callaban nunca.
En algún momento debió parar, recibiendo el fuerte aplauso de quienes si querían apoyarla en la Quinta Vergara, lo que calmó al monstruo. Pero Javiera no pudo levantar, se complicó, se enredó y se le olvidó el libreto.
Es más, el público se compadeció de ella e intento levantarla a aplausos en tres ocasiones, pero nunca pudo enganchar con su rutina en los 30 minutos que llevaba en el escenario. Hasta que llegó el momento que se recordará.
“Quiero invitar a mi familia…”
Parecía que la comediante se retiraba devorada por un monstruo que hace año sólo prefiere este tipo de platos: Los humoristas. En eso estábamos hasta que Javiera Contador dijo “sé que no es el momento, pero quiero invitar a mi familia, mi marido, mi hija y mi hijo”.
Nadie imaginó que en ese momento no iban a ingresar su familia real, sino que Nacho, Titi y Tito Larraín, que hicieron reventar a la Quinta Vergara, debido a que son los personajes de la serie “Casados con Hijos” que lleva años de éxito en TV.
“No soy nada sin ustedes”, les dijo Javiera Contador, quien se vistió como Quena Larraín para terminar su complicado show bailando el conocido “Limpiaparabrisas” del Nacho, pero retirándose sin ninguna gaviota.