Daniela Ramírez enfrenta rol en TV con llamado de género: «Tenemos que unirnos más que nunca»

«Secretos de familia, justicia para Sara», es la nueva nocturna que Canal 13 estrena este domingo 10 de marzo, después de un nuevo capítulo de su reality show “Tierra Brava”. Se trata de una apuestra dramática centrada en el asesinato de una joven de clase alta de Pirque y cuya muerte hará que salga a la luz el oscuro pasado de su propia familia.

Ese es el brutal contexto donde está la génesis de una investigación que condiciona dramáticamente el thriller protagonizado por Elena Valdés (Daniela Ramírez), basado en la desaparición del personaje que interpreta a su hermana, lo que la lleva a una intensa búsqueda por descubrir la verdad en un tránsito que le permite indagar en una serie de estremecedores hechos que afectarán irremediablemente a su familia.

«Elena es una mujer súper independiente, se fue hace muchos años a España un poco alejándose de su familia, por desarrollo profesional, pero de alguna manera escapando. Es una mujer aguerrida, moderna, súper trabajadora que se encuentra con esta sorpresa gigante. Viene a visitar a su hermana que le pide que por favor la venga a ver. Y en esta petición de ayuda, se entera que su hermana se suicida, esa es la primera imagen fuerte que tenemos en la teleserie», detalla Ramírez en diálogo con El Desconcierto.

En consecuencia, agrega, «viene todo un sentimiento de culpa de Elena, de ‘¿qué hice?’, ‘qué no hice’, ‘si hubiese estado ahí..’, ‘si hubiese conversado más…’, porque Elena vive en España. Y después empieza a suceder que hay algo más terrorífico, un crimen terrible, lo peor que puede pasar».

Pormenorizando acerca de la trama, transparenta que «vamos a ver a una familia que es súper exigente, que tiene un estatus. Desde ahí Elena empieza a ser más impulsiva, siente la necesidad de encontrar la verdad y de encontrar a los que le hicieron esto a su hermana», comenta.

«Su familia es muy difícil»

De hecho, complementa Ramírez, en su ímpetu Elena «no se va a quedar tranquila hasta lograrlo, entonces es súper tozuda, se vuelve una investigadora orgánica por supervivencia, empieza a buscar la verdad cueste lo que cueste, incluso pasando a llevar los protocolos y las investigaciones oficiales. Y eso puede ser también un problema».

«Ella igual se habría ido porque su familia es muy difícil, exigente, tiene un estatus, representa una figura de poder en la localidad donde están, más que machista es una familia súper conservadora, con el deber ser y la apariencia, y esta necesidad de generar apariencia porque la exposición es frecuente en ellos. Eso hace que escondan debajo de la alfombra todas las carencias y dolores», detalla Ramírez.

Según lo que comenta la actriz, «eso es lo bonito también, podemos ver y se pueden reconocer las relaciones. (Elena) tiene una relación súper distante con su madre, no es la relación idílica que se ha visto en las teleseries, es una relación tirante, siente que su madre nunca la ha contenido, es súper exigente con ella también y tiene muchas expectativas, pero sin ningún gesto amoroso».

«Y eso duele, Elena es una persona que está cargada por todas estas capas», ilustra.

«Son todos sospechosos»

De acuerdo a lo que adelanta la protagonista del complejo entramado familiar, «después Elena, cuando se da cuenta de que el lugar donde se debería estar más protegida es un peligro, porque son todos sospechosos, decide bloquear un poco esas relaciones y ponerse a buscar la verdad, porque se convierten automáticamente en enemigos».

Respecto de este desafiante rol, Ramírez cuenta cómo construyó a Elena. «Me fui a lo que más me exigía como actriz, porque lo bonito del personaje es que se va descubriendo, eso también ayuda a no tener tanta referencia ni noción de otras películas, de otras series, era fresco todo, yo me iba sorprendiendo también. Y Elena va investigando y va descubriendo en el presente, es como la conductora del público, los ojos del público», asegura.

Consultada si fue muy desgastante interpretarla, tras asentir la actriz argumenta que, a pesar de ello, le resulta «súper entretenido hacer estos personajes, porque tiene otro carácter, es ruda, autónoma, es una mujer (que responde) a la expectativa moderna que uno tiene de las mujeres, es súper entretenido ver que además es muy distinta a mí, eso fue un desafío».

Este personaje que amenaza esta aparente estabilidad familiar, ¿se enfrentará a algunos riesgos para su propia vida?, le preguntamos a renglón seguido. Junto con admitirlo, Daniela Ramírez recalca que «así son las policiales, empiezan a suceder cosas, empieza a indagar donde está encontrando la verdad. Y eso es un peligro inminente y empieza a acecharla el peligro, porque si fueron capaces de matar a alguien, ¿por qué no la van a matar a ella quizás?»

«Es difícil tener la valentía de denunciar»

«Toda la familia vive en torno a caretas, entonces la relación de todos es un poco dada por las apariencias y ella desconfía, los quiere mucho, pero empieza a darse cuenta de que hay una posibilidad de desconfiar de su propia familia», dice Ramírez.

¿Quién será el refugio emocional de Elena? Martín, personaje de Álvaro Rudolphy. «Y lo interesante de esto, es que él aparentemente se ve como un enemigo, pero pasa a ser el refugio, la confianza y el único lugar seguro que ella encuentra», cuenta la actriz sin descartar que en algún momento él también generó desconfianzas. «Todos, todos son sospechosos», advierte.

Considerando que en la historia veeremos a una mujer bien empoderada intentando hacer justicia por su hermana, lo que finalmente se traduce en dos mujeres enfrentadas a un entorno tan complejo y amenazante, Ramírez transparenta qué tanto la sensibiliza este personaje en una semana marcada por el 8M.

«Es súper difícil tener la valentía para denunciar, para tener ese escenario, es súper difícil si estás sola, por eso las mujeres tenemos que unirnos más que nunca hoy, porque no estamos peleando por cosas que se nos ocurrieron, sino por derechos que los hombres tienen hace mucho tiempo. Esa es la única función que tenemos como sentido común de género, esa es la única bandera que nos va a salvar», sincera.

En esta cruzada, concluye, lo que se requiere es «unirnos y tener todas un discurso común y establecerlo, porque somos las que sostenemos a nuestras familias, las que hacemos muchas cosas por esta humanidad. Y que estemos así de segregagadas a estas alturas de la vida y de la época, es incomprensible».