Cecilia, La Incomparable: «Los que golpean a los gay son unos machistas mediocres»

Cecilia tenía 15 años cuando debutó junto al conjunto “Los de Tomé” en el mundo de la música. 60 años de aquellos días han pasado y la cantante es considerada una referente indiscutida, la verdadera madre del rock chileno. Cecilia Pantoja, su nombre real, es admirada por distintas generaciones: hombres, mujeres y artistas de todas las disciplinas y estilos.

Este viernes celebra sus 60 años de carrera en el Club Chocolate, a eso de las 21.00 horas. Preparó una batería de invitados para su público. Aún es una artista vigorosa, con una opinión clara sobre la contingencia. En entrevista con El Desconcierto, La Incomparable calibra la sociedad chilena y detalla cómo será su show.

-Estás cumpliendo 60 años de trayectoria artística, ¿cómo te hace sentir?

-Me siento privilegiada, con satisfacción en muchas cosas y aspectos. Los logros que he conseguido profesionalmente, lo que he experimentado como persona y como artista, también. He pasado la “seca y la meca”, como dicen.

-Este viernes 22 celebrarás con un show en Club Chocolate, ¿con quién vas a tocar? 

-Hay varios artistas que van a acompañarme a cantar mis canciones: Javiera Mena, Alvaro España, de Fiskales Ad- Hok; Criss Elvis (doble oficial de Elvis Presley en Chile) ; Toño Corvalán, baterista de Chancho en Piedra; Marisa, de la Nueva Ola; Carolina Soto, de Rojo; Álvaro Scaramelli; Golosa la Orquesta; El Swing del Mono y la Compañía Teatral “La Casa Company”, encargada de hacer una obertura de baile con mis canciones.

-Invitaste a varios artistas de otras generaciones. ¿Qué te motivó?

-Si, porque me encanta estar con la juventud. Para mí eso es un logro muy meritorio. Me gusta integrarme a la gente joven; le doy las gracias a ellos por estar conmigo en esta ocasión.  Es especial, con 60 años de trayectoria, por subirme al escenario junto a todos ellos. Me gusta bastante compartir con músicos de otras generaciones.

-¿Cuál es el consejo para llegar a los sesenta años de trayectoria artística?

-Eso no se aconseja, se pasa por esos años, se experimenta. Hay que tener perseverancia, constancia, amar el arte, pero por sobre todo, querer ser artista. No puedes llegar ni a los dos años de carrera sin tener la convicción de querer hacerlo.

-¿Qué te gustaría que pase el 22 de marzo para tu celebración?

-Quiero reír en el escenario junto con ustedes y que canten conmigo, nada más. Quiero cantar, pasarla bien. Que la gente vaya a compartir toda esa alegría, recuerdos y ese presente junto a mi.

-¿Viste la marcha feminista?

-Si, muy linda. De afuera las apoyé.

-¿Te hubiera gustado ir a marchar? 

-No, yo marché mucho tiempo, “marchar” se dice en coa, en la cárcel. Yo marché adentro cuando estuve detenida en los 80, después de grabar “Gracias a La Vida” de Violeta Parra y “Plegaria para un Labrador” de Victor Jara.  Pero, si fuera más joven, me gustaría ir a marchar, claro que sí. Hice un video ese día con un bonito mensaje de apoyo.

-¿Qué opinas sobre el “error” de Mega, que mostró “en directo” imágenes de una marcha del año pasado donde hubo disturbios en Valparaíso?

-Eso fue mala intención no más. Creo que fue para opacar y empañar la imagen y el reclamo de las mujeres. Eso fue premeditado, el control televisivo es muy fuerte como para que se les haya pasado así no más. Es imposible.

-¿Cómo ves el feminismo actual?

– Hay mujeres muy luchadoras, tienen fuerza física e intelectual. La tecnología ha ayudado mucho a la mujer, las nuevas generaciones se han superado muchísimo.

-¿Te considerabas feminista en los años 50, 60? ¿Se podía ser feminista en esa época?

– Yo era “yo” no más. Tuve una forma de ser muy personal. No me atrevo a decir si era feminista o no. Me gustaba martillar, me gustaba conducir, correr en auto de carrera, me gustaba el campo, arar a los animales, todo eso me encantaba. No me encasillaba en labores o en actividades que tuvieran roles o sexo definido.

Foto: Johanna Watson

-Impusiste lo de sacarse el vestido y ponerte pantalón, por ejemplo.

– Sí, y pantalones con cremallera (risas). Eso fue bastante atrevido, sobre todo en este país que se fijaban en todo, pero ya ves que todo pasa. Alguien tenía que romper el esquema y me tocó hacerlo a mí.

– ¿Te sientes un ícono feminista? 

– Prefiero que eso lo digan los demás. Toda la vida, durante sesenta años, me he sentido responsable respecto a mi y a mi ética profesional. No un 100%, un 1.000% arriba del escenario. Por eso me cobijo en mi hogar y veo tele, películas y nada más.

-¿Qué opinas de los casos de femicidio de este año?

-Eso no se puede aceptar. Hay que poner atajo a todas esas cosas; hay que escarmentar, darles un castigo fuerte, dejarlos en la cárcel, pero no un año solamente, porque así pagan fianza y salen. Aquí a la justicia le falta mucho para ser ecuánime.

-¿Qué te parecen los ataques homofóbicos que se han conocido últimamente? Por ejemplo, el de Carolina Torres, que por andar con su polola en la calle la golpearon hasta dejarla en la UCI.

-No, eso no puede ser. Además, si le pegaran a todos los gay que hay en Chile, no existiría nadie, faltarían hospitales.

-El otro caso fue el del chico gay que golpearon en la micro.

-Sí, eso fue muy feo ¿Para qué se desquitan? Eso lo hacen porque son unos machistas mediocres. Y nunca nadie se va a meter a ayudar aquí en Chile, jamás se han metido en riñas callejeras, ni en la micro ni en ningún lado.

-¿Qué le dirías a los agresores homofóbicos?

-Que se miren al espejo, que tienen hermanos y hermanas, que uno nunca sabe lo que le depara el destino. Cada uno lleva la vida que lleva, si te gusta y no pasas a llevar a nadie, síguela, sino, rectifícala, nada más.