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200 discos del rock chileno: Una celebración de la música nacional

Por: Bastián Fernández, periodista | Publicado: 24.12.2020
200 discos del rock chileno: Una celebración de la música nacional |
Una historia que parte con el afamado ‘Rock del Mundial’ y que llega hasta artistas de los últimos años como Francisca Valenzuela y Camila Moreno. En un relato entretenido, lleno de datos duros y una visión crítica sobre la música se da forma a esta nueva ‘Biblia de la música chilena’. Conversamos sobre este trabajo con sus cuatro creadores para saber cómo llegaron a esos 200 discos.

Hablar de rock siempre es complejo, no solo porque es un tema que toca muchas sensibilidades –pregúntenle al estereotipo de ‘true rocker’– sino también porque en pleno 2020 todavía no hay una definición sobre qué es. Algunos dicen que es un sonido, otros que es una actitud y algunos comentan que es una mezcla de ambas cosas. Para Gabriel Chacón (periodista), Felipe Godoy (sociólogo), Cristofer Rodríguez (historiador) y César Tudela (periodista), autores de 200 discos del rock chileno: una historial del vinilo al streaming (Ocho Libros), es un fenómeno que, al menos en Chile, debe ser analizado en cada década. 

Por eso mismo, en su selección de 200 discos que parte con el clásico Rock del Mundialde Los Ramblers, aparecen nombres como: Cecilia, Francisca Valenzuela, Camila Moreno y Los Ángeles Negros, los que responden a cómo se hizo rock en sus tiempos. No es lo mismo hacerlo en los 60 que a principios de la década del 2010.    

Según cuentan los autores, acá no solo hay datos duros sobre los 200 discos; también se incluyen datos sobre quienes estuvieron a cargo de la producción, las carátulas, sesiones de grabación y el éxito comercial. En paralelo, van contando una historia sobre qué es el rock y lo que sucedió con él durante el paso de los años. 

Además, dicen que durante el proceso se dieron cuenta de una gran problemática en torno al rock chileno: algunos discos son de difícil acceso. “Contrario a los que muchos pueden pensar, que esto solo pasó con discos de los sesenta, principios de los setenta, con el segundo álbum de UPA! se armó en una playlist de Spotify y estaba desarmado. Hace poco se reeditó”, indica Cristofer Rodríguez.  

Su compañero Gabriel Chacón complementa diciendo que “nos dimos cuenta de la falta de valorización del patrimonio disco en la música chilena. Por eso fue importante para nosotros hacer este rescate en tono de celebración”.     

Ese espíritu de tributo es algo que se advierte desde el prólogo de Sergio “Pirincho” Cárcamo hasta las últimas palabras del texto, y no es mera casualidad. “Queríamos que no fuera un Frankstein, el fin era hacer un libro entretenido en el que se transmitiera lo que significan esos discos”, señala Rodríguez.  Además, confiesa el equipo que en varias ocasiones debieron rearmar los textos hasta dar con el tono adecuado.   

En los límites del rock

-¿Por qué deciden elegir el rock?, ¿tiene relación con el formato disco? 

CR: Las dos cosas. Mentiríamos si dijéramos que es solo por el formato, pero el LP es el formato por excelencia del rock. De hecho, es uno de los argumentos de nuestro libro. Si íbamos a hacer un libro, iba a ser de rock porque nos gusta. Tenemos historias personales con el rock chileno. Queríamos celebrarlo con su propia historia. Pero también con un ojo crítico; no todo ha sido bueno. 

-¿Cómo lograron armar la definición del concepto rock?  

CR: Si era satánico, era rock, jajaja. 

FG: Estuvo entretenido eso. Nos dimos cuenta rápidamente que eso no estaba en el plan. Era un ejercicio que había que hacer. Harta gente se hizo esa pregunta, tenían cosas escritas y recurrimos a ellos. La definición que está en libro grafica la postura que tenemos respecto al estilo, la que tiene que ver con la generación a la que pertenecemos. 

Hay gente que lo mira en menos, otros que militan en una postura más rígida. Pero también algunos lo vemos como un concepto con historia, en el sentido que va cambiando con el tiempo. Es poroso y nuboso. Si te mueves a los márgenes piensas, ¿qué pasa con Teleradio Donoso? Está en el límite, o la Nueva Ola. 

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CT: Nosotros entendemos el rock no como algo estático y no nos abrazamos a la definición canónica. Ir a los bordes también significa entender al rock como un concepto 360°. Es una discusión que la literatura de afuera la tiene bien avanzada. Por eso cuando miras listas de las Rolling Stones o medios nuevos, y dices “esto no es rock”, es porque entienden que no hay solo una definición de rock.  

Esta es una historia de discos. Las bandas se pasan por distintos estilos, entonces en algunos pueden pasar por todas las definiciones con las que las calificamos de rock. Nosotros nos agarramos de ese disco en particular. Ahí hay varios casos e incluso de algunos más consagrados, un periodo de Congreso más jazzero que se aleja un poco, por ejemplo.  

Del Bello Barrio de Redolés al Rojo de Weichafe

-¿Qué discos recomiendan? 

CR: Recomiendo Bello Barrio de Mauricio Redobles. Y me pasó algo con el hardcore, nunca entré. Pasó por al lado y tenía los ojos cerrados. Tenemos Explosivos y Asamblea Internacional del Fuego me volaron la cabeza. Fue entretenido escuchar música de la Nueva Ola que está fuera de los libros del rock. Esa textura de bronce, no de beat.

GC: Tan lejos del mar de Tamarugo, una banda de chilenos en el extranjero. Lo publicaron en Francia el 79. Da cuenta de cómo pudo ser el jazz rock en Chile.   

CT: Rojo de Weichafe es uno de los regalones de nosotros. Es de los favoritos. El otro, Invisible, de La Ley. Ninguno había transparentado el gusto, pero era un álbum que siempre nos acompañaba. Cuando lo vuelvo a escuchar me acuerdo del proceso del libro. También redescubrir a Los Bunkers. 

200 discos de rock chileno: Una historia del vinilo al streaming está disponible para su compra en el sitio de la editorial Ocho Libros y la principales librerías del país.

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