“Debió tener más espacio”: La historia de Carrumba Álvarez y Cholomandinga

La historia de la música muchas veces es ingrata y no se le da el reconocimiento en vida a personajes que se adelantaron a su tiempo. Algunos quedan rezagados y con la etiqueta de “el músico favorito de tu artista favorito”. Historias así hay muchas, y la de Claudio “Carrumba” Álvarez es una de ellas.  

El hombre nacido en Concepción respiraba música. Lo apasionaba y llenaba, fue su musa y compañera de vida. Durante los 90 formó Cholomandinga, un proyecto de rock fusión a la chilena, lleno de ironía, humor y sonidos hechos para bailar.    

Cristóbal González, hombre clave de la cumbia nacional del nuevo siglo, comenta que “Carrumba realmente se la jugó por su concepto musical chileno, popular y mestizo, lo desarrolló y profundizó con su banda y como solista. Su legado es ese, canciones memorables que dan cuenta de esa búsqueda y camino”. 

En 1996 le llegó la gran oportunidad a la banda: ganaron el concurso Puro Grupo del programa Extra Jóvenes. El premio era la grabación de un álbum en un estudio profesional, aunque por problemas de Chilevisión nunca pudieron hacerlo. Eso no los deprimió, dejaron Concepción y se mudaron a Santiago para hacer música. Estaban convencidos que era su camino. 

Un amigo llamado Joe

Carrumba hizo de maestro de ceremonias y dueño de casa en un departamento de Ñuñoa, en ese lugar se estableció la banda con el fin de vivir de su arte. Al proyecto le fue bien, rápidamente se hicieron un espacio y los llamaron de festivales, bares, pubs, fiestas universitarias y cuanto lugar necesitara un poco de música. En esa travesía dieron con Joe Vasconcellos.   

La voz de ‘Las seis’ quedó alucinando con la propuesta del grupo penquista. Tanto fue el amor que sintió, que hasta puso en la mesa su estancia en una radio para que tocaran la música de Carrumba y compañía. Según detalló a Culto de La Tercera, en una oportunidad pidió que tocaran ‘El Opio del pueblo’ –canción llena de chilenismos y cuestionamientos a la elite nacional– o no había entrevista. Agregó que “vi en ellos un nombre genial, buen humor y autenticidad. ¿Cómo no jugársela por ellos?”. 

El primer álbum de la banda Porque Chile es porno (2000) fue registrado en los estudios Batuke de Joe Vasconcellos y lanzado por el Sello Azul de la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD). 

Cerveza y clase trabajadora

Para el nuevo material había que dar un salto y los Cholomandinga se la jugaron con todo: fueron por un sonido hecho para bailar con una cerveza en la mano y letras que llegaran a la clase trabajadora. Un legado que tomarían después bandas como Santaferia y la Combo Tortuga.

El 2005, algunos integrantes dejaron el proyecto. La fiesta continuó, pero no fue lo mismo. Luego Carrumba se fue a vivir a la playa. 2020 fue el año en que la banda volvería paulatinamente a resurgir. 

Claudio “Carrumba” Álvarez como tantos y tantas artistas quedó en un segundo plano; se puede hablar de falta de difusión, su espíritu hippie, o el poco reconocimiento que existe en el país hacia la música. También de mala suerte, como cuando ganaron la oportunidad de grabar un álbum con Cholomandinga y nunca les dieron el premio, y que hayan llegado años antes de la nueva cumbia chilena, esa que se tomó el Teatro Caupolicán y la popular Fonda Permanente. 

Carlos Salazar, hombre clave de las discográficas multinacionales en los noventas y el Sello Azul de la SCD, conoció a Carrumba cuando trabajaron juntos en la publicación de “Porque Chile es porno”. Sobre la figura del músico cuenta que, “por el hecho de ser predecesor de muchos artistas reconocidos quedaron (Cholomandinga) en las sombras de la música chilena. Sí quisiera destacar que ellos no buscaban esa ambición, ni la de ser líderes surrealistas dentro de un área que poco reconoce el trabajo de otros creadores”, afirmó. 

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“Se adelantaron un pelito antes que varias bandas, sin estar vinculados a la escena de la cumbia. No sé si hubieran terminado haciendo cumbia, estaban más cercanos al rock, algo que hace más Juana Fe. Es una banda que debe y debió tener más espacio, esto es responsabilidad de muchos, más en un país como el nuestro que poco cariño le tiene a su música”, comentó Salazar. 

Cristóbal González dice que el legado de Carrumba está en su honestidad, creatividad y consecuencia. “Lo que los hizo únicos fue en parte la creatividad y espontaneidad de Carrumba. Fueron una banda de músicos muy buenos y creativos pero el sello diferente se los daba él con su personalidad especial”, indicó.

Para González hubo una deuda pendiente con la figura de Álvarez. “Me habría gustado que se hubiesen insertado con más fuerza en el circuito, como ocurrió por ejemplo con Guachupé, que es una banda anterior al movimiento de la Nueva Cumbia, pero que encontró en ese circuito un espacio donde poder crecer, el que quizás antes no existía. Lamento que no haya sido así para nuestros queridos Cholos”.  

La muerte de Claudio “Carrumba” Álvarez llegó justo cuando su banda se estaba rearmando. El 2020 volvieron a tener contacto como músicos y grabaron nuevas canciones.  Publicaron ‘La Negra’, canción que se masterizó en los icónicos estudios Abbey Road y tenían programada una gira. 

Carrumba dejó un montón de canciones, las que sin duda acompañarán a sus fans, familia e hijas.