Foo Fighters cerró con broche de oro la primera jornada de Lollapalooza Chile | Raúl Bravo / LollapaloozaCL
El primer día de Lollapalooza Chile estuvo marcado por el regreso de los mega festivales al país tras dos largos años de ausencia, en una completa jornada, que tuvo la frenética presentación de Marky Ramone, el poderío de Alexisonfire, el fuerte mensaje de Camila Moreno, además de un cierre con broche de oro con Martin Garrix y Foo Fighters, entre otros números destacados. Estos últimos llevaron un poco de Jane’s Addiction al escenario.
Luego de dos años de espera, Lollapalooza Chile pudo por fin festejar su décima versión en Chile, en un debut de muchas luces y pocas sombras, de manera literal, en el Parque Bicentenario de Cerrillos, la nueva casa del megafestival.
Pocas sombras, pues el parque no contó con la frondosidad de los árboles que tenía el anterior recinto del Parque O’Higgins, aunque eso importó poco a los miles de fanáticos que desde temprano llegaron para volver a disfrutar de la música en vivo y todo lo extra que envuelve el evento.
Flor de Rap, muy temprano, fue la encargada de darle el puntapié inicial al primer día de Lollapalooza, que pasó de los ritmos urbanos a los rockeros con bastante docilidad y facilidad con el paso de las horas.
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El primer golpe energético lo dio, sin lugar a dudas, Marky Ramone. Los 69 años con los que llegó este clásico de todos los tiempos no se notaron para nada.
‘Sheena Is a Punk Rocker’, ‘Beat on the Brat’, ‘Poison Heart’ y ‘I Wanna Be Sedated’, inmortales ramonianos, sonaron sin parar en un frenético show que no tuvo descansos, pues ese ‘one, two, three’ que separaban una canción de otra, hicieron que la alfombra verde del Parque Cerrillos se transformara en un mosh interminable durante la hora completa que estuvo sobre el escenario Banco de Chile, uno de los principales, que a las 17:00 horas ya presentaba un respetable marco de público.
Pegadito a este concierto, en el otro proscenio de bandera, el VTR Stage, los sonidos Post-punk de los británicos de Idles dieron la primera gran sorpresa del día, con un espectáculo cargado de ritmo, guitarras y energías que enloquecieron a los fanáticos que este quinteto oriundo de Bristol ya tiene en Chile.
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Los primeros acordes de “Colossus”, canción que abre su segundo disco ‘Joy as an Act of Resistance’ del 2018, hicieron que todos quienes esperaban en algún espacio de sombra, saltaran y corrieran para alcanzar algún lugar cerca del escenario. Una hora completa de guitarras poderosas, bajos penetrantes y una batería que retumbaba la cabeza de todos, que con ‘Rottweiler’ cerraron en alto su debut en suelo chileno.
Y toda esa energía tenía que canalizarse de alguna forma, pero en vez de bajar, se siguió subiendo con los sonidos del reggae que llegaron directamente desde Puerto Rico con los consagrados Cultura Profética.
Con cerca de 20 minutos de retraso, algo inédito en Lollapalooza, pero que también fue característica de esta primera jornada desde su comienzo, los aromas que trae esta música relajante sirvieron para para bajar las revoluciones un poco y disfrutar. Clásicos como ‘Nadie se Atreve’, ritmos pegajosos como ‘Saca, Prende y Sorprende’ y un fuerte mensaje de hermandad latinoamericana, posicionaron a esta banda de Centroamérica en otro de los puntos altos de la jornada.
Paralelamente a los dos escenarios principales, otros seis sucedían también en el amplio espacio que entregó el Parque Bicentenario de Cerrillos, al menos el doble que el O’Higgins, por lo que los trayectos tendieron a ser más largo bajo el abrazante sol de la tarde.
Pero valía la pena la caminata. El Trap fue el estelar en el Perry’s Stage, donde el argentino Trueno debutó con maestría y, pese a sus 19 años, logró conquistar a una fanaticada nacional que cada vez crece.
Por su parte, Polimá Westcoast sacó la cara por Chile, tanto, que tras su potente concierto, sufrió una descompensación atrás del escenario, según se comentó en redes sociales, donde incluso se habló que una ambulancia que tuvo que llegar para atender al artista. De acuerdo a lo que pudo averiguar El Desconcierto, el cantante urbano se recupera y no habría sido grave lo que le sucedió.
En otro tablado, el Axe Stage, el Post-hardcore nuevamente tomó la bandera de Lollapalooza con los canadienses de Alexisonfire, que también se elevó como otra de las grandes sorpresas y puntos altos del día viernes. Potencia, calidad, gritos y energía pura que hizo delirar a la gente que prefirió su show por sobre otros que sucedían al mismo tiempo.
Y tras esta potencia de guitarras, al ladito, llegó potencia en palabras. Esto, porque la chilena Camila Moreno se presentaba en el Lotus Stage, haciendo que su tercera vez en Lollapalooza Chile quedara para el recuerdo por sus mensajes y por repetir el cantico que causó polémica durante las pasadas elecciones presidenciales.
“Que se muera Kast y Piñera, todo gratis, todo gay”, lanzó, enfervorizando al público presente que alcanzó a lanzar algunas consignas políticas en medio del show. Francisco Victoria fue el invitado estelar de la artista, interpretando juntos su hit ‘Tu mamá te mató’.
La tarde pasó, el sol se fue y las luces comenzaron a inundar de colores el Parque de Cerrillos que, a las 19:00 horas ya tenía más del 80% del público que llegó este viernes 18.
El portorriqueño de Jhay Cortez arribó con su Rap, rimas, Trap y sonidos urbanos, además de su novia, la conocida exactriz de cine para adultos Mia Khalifa, de quien se dijo, aterrizó en Chile junto a su pareja y se paseó por los sectores VIP.
El baile, la locura y los fuegos artificiales llegaron con el joven DJ holandés Martin Garrix, quien en casi una hora y media hizo delirar a los fanáticos con diferentes estilos musicales mezclados en su gigantesca tornamesa. Una tremenda fiesta y una discoteca completa sobre la alfombra verde del recinto, una paranoia musical sin fin que sirvió de preparativo al plato estelar de la noche.
Foo Fighters apareció en escena, con cerca de 20 minutos de retraso que tenían impacientados a sus fieles fanáticos, muchos de ellos que soportaron horas y horas de calor, sin moverse durante toda la tarde de esa zona, para estar lo más cerca posible de Dave Grohl, Pat Smear, Taylor Hawkins, Rami Jaffee y compañía.
Los primeros acordes de ‘Times Like These’, tocados por el histórico baterista de Nirvana, sólo con su voz y guitarra, erizaron los pelos de todos, siendo el comienzo de una noche inolvidable, que se enmarcó en la mejor presentación de los oriundos de Seattle en sus tres paradas en Chile.
“You are a motherf… crazy people, I love Chile”, repitió en más de una ocasión el vocalista, quien no esconde nunca su amor por nuestro país y su sorpresa ante cada grito que la fanaticada nacional le devolvía.
La fuerza del mensaje de ‘The Pretender’, el ritmo de ‘The Sky Is a Neighborhood’, la locura de ‘Breakout’ o la emoción con ‘Wheels’, circularon durante dos horas de presentación, la cual tuvo sorpresas como el cover de ‘Somebody to Love’ de Queen, con Dave Grohl volviendo a la batería y Taylor Hawkin aportando con su voz.
Para cerrar, Foo Fighters trajo un pedacito de Jane’s Addiction, pues luego de tirarle todas las flores posibles a Perry Farrell por haber creado este monstruo musical llamado Lollapalooza, lo invitó a cantar el clásico ‘Been Caught Stealing’, cantado a rabiar por todos, para escuchar algo de la banda que se cayó a última hora, por contagios de COVID-19.
‘Everlong’, las lágrimas en su coro y el cierre estelar con la bandera chilena tomada por cada uno de los integrantes, cerró la primera jornada de LollaCL 2022 que, pese a todo, para la raya de la suma, deja un resultado favorable, y la emoción de volver a los conciertos en vivo, tras dos años de encierro y dolor por la pandemia.
Te dejamos las mejores imágenes del día, captados por el lente de El Desconcierto en las manos de Bastián Cifuentes Araya (@periodistafurioso)
