Matorral: tocar en vivo como una declaración de principios

Con una actuación este viernes 5 de mayo en el centro cultural santiaguino Matucana 100 el grupo chileno Matorral reanudará el trabajo de presentación previa de su próximo y sexto disco, “Acto reflejo”.

Se trata del estreno en vivo de la canción “No esperaría”, el tercer single que el quinteto ha anticipado de ese repertorio venidero. Es un nuevo paso en la trayectoria que Matorral abrió con los discos «Voces del rincón» (2003), «¿Conoce ud. a Matorral?» (2004) y el doble “Resonancia en la zona central” (2007), y cuyo rock de guitarras inicial evolucionó hacia un nuevo lenguaje en los álbumes “Remoto control” (2013) y “Gabriel” (2015) con la actual formación del grupo.

Integran esa alineación Felipe Cadenasso (voz, teclados, guitarra, trompeta), Antonio del Favero (voz, guitarra, teclado), Gonzalo Planet (voz, bajo) e Ítalo Arauz (batería), a quienes en 2022 se unió Rodrigo Muñoz (sampler, percusión). Y el grupo sigue develando pistas del próximo disco. Luego de haber estrenado en 2021 las canciones “Cada cual” y “Sobre la profundidad”, hoy ya está en las plataformas de streaming el citado single “No esperaría”.

“Dentro del disco es quizás no diría nostálgica, pero tiene una sensación esperanzadora. Hay algo ahí que nos hizo eco para presentarla en este momento”, comenta Cadenasso respecto de la nueva canción. “Y además que calzó perfecto el clima otoñal, o ya invernal”, agrega Planet. “Llegó a plataformas el día preciso”.

Silencios y pausas impredecibles

El nuevo disco de Matorral ya está concebido en su totalidad y con un estreno previsto para el segundo semestre de 2023.

–La idea es ir develando de a poco cómo va este disco –dice Gonzalo Planet–, donde, como ya se escucha más o menos en lo que se ha publicado, el ritmo tiene cierto protagonismo, como un pie forzado, a diferencia de los títulos anteriores de Matorral. Desde hace mucho tiempo podríamos haber hecho el mismo disco repetidas veces con algunos cambios, pero es bueno ponerse en estos escenarios distintos que a veces, voy a decir un lugar común, te sacan de la zona de confort.

–El disco tiene algunas características que lo cruzan –complementa Felipe Cadenasso–, por ejemplo el uso de samples, la búsqueda de guitarras que tuvieran un lenguaje distinto y la creación de estos ritmos, que funcionen también por ausencia a veces, por hacer un silencio o un retraso, y van dando sabor entre comillas rítmicamente. Es una mezcla de percusiones, samples y líneas de bajo un poquito más impredecibles.

Olas gigantescas y otras alturas

Correlato del sonido de Matorral son los versos que escribe Cadenasso para estas canciones, en las que desfilan imágenes como “Construyeron olas gigantescas / y este humo que nubla todo por dentro” (en “Cada cual”), “Para entonces buscarás algo para imaginar / un lugar una señal, una ruta por andar” (en “Sobre la profundidad”) o “Arriba pastan mis animales / otras alturas” (en la propia “No esperaría”).

–A veces hay fragmentos de las letras que ha escrito Felipe que son mucho más literales de lo que uno cree –comenta Planet–. En algunas cosas una frase es algo que pasó o algo que vio, y que parece una metáfora. Con Felipe tocamos hace hartos años ya he sido testigo directo de cómo las letras han ido moviéndose y de cómo expresa en palabras la inspiración de la música. Siempre hay un halo de misterio en muchas letras y que uno a veces no quiere develar.

–Me acuerdo de que con la canción “Caen” (del disco “Gabriel”), como dice “Caen los metales, hunden la salida”, me decían “Ah, estás hablando de la bolsa de comercio”: cosas así –ejemplifica Cadenasso–. Por un lado uno a veces tiene el anhelo íntimo de qué ganas de poder explicar las letras. Pero me gusta que se interpreten.

Músicos en escena o un acto revolucionario

“Este show que vamos a hacer en Matucana el 5 es el primer show solo de Matorral en harto tiempo”, destaca Planet. “Lo último que presentamos era de ‘Gabriel’, que tenía algo más melancólico, y hay algo en este repertorio que tenemos preparado para el 5 que se siente más suelto en términos de estructura y con otra entrega anímica”, contrasta a su vez Cadenasso.

–Queremos darnos el tiempo de tener una edición en físico –agrega el cantante sobre el futuro álbum–. Nos gustaría que el lanzamiento del disco coincidiera con eso. En esta presentación del próximo viernes vamos a tocar cinco canciones del disco, y hay dos de esas canciones que es primera vez que se van a escuchar. Entonces es súper entretenido para nosotros testear así qué va a suceder.

Diez años justos han pasado desde que Matorral prensó su nuevo sonido y actual formación en el disco “Remoto control”, y con esa data reflexionan también sobre cuánto ha cambiado desde entonces el entorno general de Chile como escenario para proponer música nueva.

–Es un Chile muy distinto –dice Cadenasso–, ha habido cambios en distintos ámbitos, pero siento que hemos ocupado un espacio que no podía haber sido otro con Matorral. Bueno, como dice una canción, “En su lugar”, como que “estas piezas fueron cayendo solas en su lugar”. Al principio de nuestra carrera quizás estábamos entendiendo cómo funciona y todo era posible todavía. Y ahora para mí ya el acto de grabar y publicar la música me parece tan entre comillas necesario para nosotros como grupo pero también para afuera. Porque es importante también habitar estos espacios que no tienen que ver con la tendencia. De alguna forma atravesamos sin querer, estando en una especie de capa más abajo de la cosa más mediática, y eso también nos protegió. Me encanta saber que la particularidad de lo que hacemos puede aportar un color a un abanico.

–Creo que en algún punto con Matorral asumimos que, sucediera lo que sucediera en el contexto de la música chilena, en la medida que tuviéramos algo que decir lo íbamos a hacer, sin estar tan condicionados a ese contexto –agrega Planet–. Desde que sacamos “Remoto control” han pasado diez años y no puedo creer cómo el tiempo vuela. Y es una locura cómo ha cambiado tanto. Si hablamos de industria musical, por ejemplo me sigue sorprendiendo mucho que uno puede hoy a ver un espectáculo musical de alta convocatoria, de alto nivel de industria, y que en el escenario nadie toque ningún instrumento. Pero nada. Shows que perfectamente podrían ser interpretables en vivo, donde uno escucha guitarras, baterías, bajos. Es una estética nueva o no sé cómo llamarla, pero a mí al final me parece que es un ahorro de recursos. Y me parece que el acto de tocar en vivo con músicos en escena hoy es un acto revolucionario, un show así hoy por hoy es un poco una declaración de principios. No sé si la palabra es contracultura, pero algo que antes estaba tan instalado ahora parece ser desafiante incluso.

–Hoy se ha mezclado tanto el hacer algo con una imagen en el mundo de las redes sociales, que hay muchos proyectos que me cuesta entender si son de música –considera Cadenasso–. Porque ves más que nada una cosa de estilo de vida o de alguien que se ve bonito o bonita según ciertos cánones. Supuestamente queremos despojarnos de eso culturalmente, de la hipersexualización, de ciertos estándares, y hay mucho discurso de la libertad, pero estamos más atrapados en “no me está yendo bien con mis seguidores, no tengo el look de esta otra persona”. Hay que tener ojo con esos conceptos de “brilla, brilla todo lo que puedas”, porque de pronto no todo el mundo puede brillar y eso no tiene nada de malo. No nos pongamos por debajo de esos slogans. Hay espacio para que algo no te resulte, y bacán que sea así porque el aprendizaje tiene ensayo y error.

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Matorral presenta “No esperaría” el viernes 5 de mayo a las 20.30 horas en la sala Espacio Bunster de MAtucana 100. Venta previa en m100.cl