Virtud de los elementos: una nueva nave para viajar a Violeta Parra

Se llama Casa Violeta Parra, lleva el nombre de Virtud de los Elementos y fue abierta el 4 de octubre, con motivo de los ciento seis años del nacimiento de la fundamental autora. Es el espacio que la Fundación Violeta Parra, presidida por la hija de la artista, Isabel Parra, inauguró en el campus Oriente de la Universidad Católica en la capital para acoger la colección de obras que la fundación conserva del patrimonio legado por la más universal creadora chilena.

La autora y compositora Tita Parra y la curadora Milena Rojas, hijas de Isabel y nietas de Violeta Parra, tomaron a su cargo parte importante de esta realización, en conjunto con el diseño museográfico del que es artífice el diseñador y arquitecto Marcial Cortés-Monroy. “Son dos curadurías, una musical y una de la propia exposición”, explica Milena Rojas.  “Cuando hablamos de curaduría es un trabajo de organización de un relato con los materiales de los que disponemos: una selección de los cuadros, textos, fotografía, documentos, archivos sonoros”.

“Como la Violeta es una artista múltiple, montar cualquier actividad en relación con ella significa tomar su obra desde varios lados”, complementa Tita Parra. “Hay mucho material, obra plástica y visual, archivos, manuscritos, canciones, décimas, poesía. La Milena junto con el equipo de profesionales que trabajaron acá abordaron gran parte de la obra de la Violeta para este lugar, y yo me dediqué a la parte musical: canciones, poesía, texto”.

De lunes a sábado está abierta la exposición de la Casa Violeta Parra. | Foto: Extensión Cultural UC.

Donde Violeta suena, habla, canta y recita

Entre 2022 y 2023 se extendió la preparación de la Casa Violeta Parra, junto a la empresa de arquitectura, diseño y museografía Árbol de Color de la que es parte Marcial Cortés-Monroy.

–Hemos trabajado casi dos años para llegar a puerto –dice Milena Rojas–. Hubo mucha información que ordenar sobre los grandes hitos de Violeta, tenemos seis paneles perimetrales con fotografías e información condensada, y a Árbol de Color le correspondió todo el diseño curatorial. Es una labor en equipo, con diseñadores, arquitectos, escribí los textos con Candelaria Cortés-Monroy que es la editora. Fue un trabajo arduo pero muy bonito.

–Lo de la música fue algo nuevo también para mí –complementa Tita Parra–, porque pude seleccionar y editar músicas con décimas, con poesía, con sonido. Es un experimento donde la Violeta suena, habla, canta y recita; hay silencio y hay sonidos, hay palabras de Víctor Jara, canta mi mamá (Isabel Parra), además de la voz de la Violeta. Todo eso dura cuatro horas y media, no es sólo una playlist.

Esa propuesta sonora de la exposición fue editada y remasterizada por Tita Parra junto al ingeniero y músico Prabha (Juan Pablo Quezada) en su estudio de grabación Santuario Sónico. “La Violeta puesta como música ambiental es algo que teníamos que evitar a toda costa, caer en esta música ‘de fondo’ mientras todo el mundo conversa”, dice Tita. “Eso lo abordamos desde el comienzo en la sala de una manera diferente desde lo arquitectónico y lo acústico”.

Espacios de exhibición y mediación

La Casa Violeta Parra está abierta de lunes a sábado en parte del segundo piso del campus Oriente, edificio que fue originalmente un convento religioso cuya construcción data de 1926.

–Es una tremenda nave donde estaban los dormitorios de las monjas francesas –cuenta Milena Rojas–. Se unió todo en un gran espacio y quedó increíble. Más que una remodelación, Marcial Cortés-Monroy preservó la arquitectura de 1926 e hizo una transformación: no tocó la estructura del edificio sino que la adaptó de manera moderna, sin botar paredes, las ventanas fueron restauradas y el piso y toda la boiserie de esa época se mantuvieron.

–Está la iluminación, el resguardo de los ventanales, la arquitectura es preciosa –comenta Tita Parra–. Estaba este gran espacio y fue un regalo de la Universidad Católica para la Violeta convertir ese convento tradicional antiguo y original en una sala de exposiciones moderna, bella y a la vez cálida. Es un trabajo súper minucioso y riguroso.

Además del espacio de exhibición, la Casa cuenta con salas de música, audiovisual, para la niñez y un ámbito de mediación. “En la sala de mediación vamos a organizar visitas guiadas para colegios, liceos, universidades, centros de adultos mayores y personas que viven en el barrio”, anuncia Milena. “Cuando participen niños habrá mediadores con quienes harán talleres y trabajos manuales. Se va a hacer todo un programa educativo y creativo”.

Detalle de “El violinista” (1964-65), obra en papel mâché de Violeta Parra. | Foto: Extensión Cultural UC.

La colección: obras recuperadas y objetos con historia

Un acto preparativo de la inauguración de la Casa Violeta Parra había sido hace más de un año la muestra “Violeta inédita”, abierta en marzo y abril de 2022 en el Centro de Extensión UC. Allí fueron exhibidas, entre otras, diez obras de papel mâché realizadas por la artista durante su estada en Suiza en 1965, luego de su exposición en el Musée des Arts Décoratifs del Louvre en abril de 1964. Hoy el catálogo de la Casa también incluye esas creaciones.

–La colección completa son alrededor de sesenta obras –detalla Milena Rojas–, distribuidas entre las de papel mâché, las pinturas y las arpilleras. Se exhiben las diez obras de papel mâché posteriores al museo del Louvre que Violeta realizó en su taller en Ginebra. Luego se vino a Chile y un amigo de ella (el fotógrafo Daniel Vittet) salvó las obras, las tuvo prácticamente todo el exilio guardadas y en muy buen estado. Las trajimos a Chile, donde se sometieron a un trabajo de restauración y estabilización, y estuvieron guardadas en el museo; no quisimos exhibirlas porque había que esperar un momento muy oportuno, y ese momento fue la exposición “Violeta inédita” que hicimos en el Centro de Extensión.

El vínculo con la UC es incluso anterior, puntualiza la curadora. “En 1968 el rector Fernando Castillo Velasco rindió un homenaje póstumo a Violeta Parra en la Universidad Católica. La primera exposición de los papel mâché (de 2022) contiene el afiche que se hizo en esa época, las obras que se exhibieron, recortes de prensa… Hay un lazo, es una relación de hace muchísimo tiempo”, destaca Milena Rojas. “Lo nuevo es que ahora exhibimos obras de la colección de la familia, que incluyen pinturas, papel mâché y dos arpilleras, además del guitarrón de Violeta, su máquina de coser y el arpa. Es una colección grande”.

Nuevas ediciones y planes

Casa Violeta Parra es el nuevo domicilio de la artista tras el Museo Violeta Parra, inaugurado en 2015 y destruido por un incendio en la revuelta de 2019. En enero de 2023 el museo reabrió sus puertas con parte de la colección, esta vez dentro de la sede de Quinta Normal del Museo de Arte Contemporáneo, ya sin participación de la Fundación Violeta Parra.

–La obra de la Violeta ha pasado muchos altibajos en la historia –comenta Tita–. Todo empieza con la muerte de la Violeta, ya entonces la obra estaba dispersa, y todavía pasa eso con muchas cosas de ella, aparecen cosas nuevas. Por esa razón se creó la Fundación Violeta Parra, cuya función principal ha sido organizar su obra, restaurarla, reunirla, catastrarla y difundirla. No sólo la obra visual: las canciones, las músicas, las cintas.

“Imagínate lo que significó protegerla después en la dictadura, los años de exilio, ha sido una odisea”, continúa. “Después de eso encontramos el museo de la Violeta, que se suponía iba a ser el lugar definitivo y que finalmente no lo fue porque terminó como ya sabemos, quemado, incendiado. Y hubo que volver a sacar de ahí las obras y ponerlas en otro lugar, para finalmente llegar en 2023 a tener un espacio nuevo”.

El plan de actividades de la Fundación Violeta Parra con la casa de estudios pontificia sigue en marcha y ha incluido en octubre pasado dos presentaciones conjuntas con la editorial Ediciones UC: una nueva versión del disco “Canto para una semilla”, original de 1972, y el volumen impreso “Libro de mis canciones”, de Isabel Parra, completa publicación con letras de la autora además de partituras y reseña biográfica preparadas por su hija Tita.

–Para nosotros es una oportunidad de acoger a la Violeta en un contexto universitario, académico –concluye Tita Parra–, con mayor profundidad para estudiarla e investigarla y permitir que la Violeta sea accesible a quienes quieran conocerla a fondo. El campus Oriente tiene espacios para conciertos, tiene el Instituto de Música de la Universidad Católica que es muy prestigiado, están dadas las condiciones para generar todo tipo de actividades musicales. Es el comienzo: vendrán muchas cosas nuevas y nuevas exposiciones.

______________________

 Casa Violeta Parra – Virtud de los elementos

Visitas de lunes a viernes de 10 a 14 horas y de 15 a 18 horas, y sábados de 10 a 14 horas. Campus Oriente UC, Jaime Guzmán Errázuriz 3.300, Providencia, Santiago. Entrada gratuita. Visitas guiadas disponibles: artesvisuales@uc.cl

https://extension.uc.cl/casa-violeta-parra