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«La policía chilena es un antro de cobardes»: Cruda denuncia de una detención y golpiza injustificada

Por: El Desconcierto | Publicado: 15.06.2018
«La policía chilena es un antro de cobardes»: Cruda denuncia de una detención y golpiza injustificada carabineros | / AGENCIA UNO
Se trata de dos jóvenes que se encontraban en la comuna de Cerrillos. Mientras caminaban, los uniformados primero les realizaron un control de identidad y luego los habrían golpeado sin motivos.

En último tiempo, Carabineros de Chile ha estado particularmente en el centro de la polémica. Por ejemplo, el INDH presentó dos querellas en contra de la institución por violentas golpizas a estudiantes. Un poco antes, los propios uniformados anunciaron “indagación administrativa” tras atropello a un estudiante con carro de Fuerzas Especiales.

Esta semana, se informó que en Valparaíso multaron a un hombre en situación de calle que vive con su perro por hacer “camping sin permiso”. También el ex sacerdote jesuíta, Luis García-Huidobro, grabó una fiscalización ilegal que le hizo Carabineros. Y la que más generó polémica fue el video donde se ve a un carabinero que baleó a un conductor de Uber que evitó el control policial.

Eso solo por nombrar algunas. Ahora, a través de Facebook, Bastián Esquivel denunció una detención y brutal golpiza injustificada que sufrió su hermano junto a un amigo, mientras caminaban por la comuna de Cerrillos.

A continuación revisa el testimonio íntegro:

«Necesito hacer una denuncia pública: el día de ayer, 11 de Junio de 2018, alrededor de las 15:07 horas en calle Piloto Jacques Lagas con Calle Nueva Uno, comuna de Cerrillos, mi hermano Italo Palacio, junto a Nicolás, uno de sus amigos, iban en camino a casa de uno de sus amigos a almorzar, y fueron sujetos a un control de identidad por parte de personal de Carabineros de Chile. Tras corroborar que no tenían ninguna situación legal pendiente y, en medio de una serie de gratuitos comentarios tipo ‘vienen a robar, no les creo nada’, se les permite seguir caminando para, unos metros más allá, detenerlos nuevamente, con mucha violencia subirlos a la parte posterior de un retén móvil y propinarles una GOLPIZA», comienza su relato.

Luego explica que «dos funcionarios policiales varones (con una Carabinera de testigo presencial en el interior del vehículo) les dieron golpes de puño, patadas, golpes en las costillas, a mi hermano lo azotaron contra la mesa del retén móvil, etc. Los dejaron con lesiones de diverso carácter y de inmediato, y de forma totalmente irregular, los trasladaron a la 34° Comisaria de Vista Alegre, en la comuna de Cerrillos, en donde fueron sujetos a más vejámenes y luego a amenazas de cargarlos con un arma blanca (un Cabo 1ero ya identificado saca de entre su chaleco antibalas un cuchillo e insinúa que él puede hacer lo que quiere, porque ‘él es la ley’). Con diversos Carabineros de testigo, se les obliga a firmar un documento relativo a un ‘control de identidad’, en donde además se sindicaba que los controlados no fueron sujetos a ningún tipo de revisión física, ni mucho menos golpes».

Además asegura que «no contento con esto, el honorable Cabo 1ero de iniciales C.L.L. (el mismo de la golpiza y del cuchillo) les indica que no sacan nada con denunciar, les miente diciéndoles que se encuentran en dependencias de una comisaría de la Población La Victoria, les revisa sus teléfonos en búsqueda de cualquier evidencia de lo ocurrido y los obliga a subir a un radio patrulla Dodge Charger, para dejarlos en el punto de detención».

Por otro lado, revela que «el amigo que los esperaba para almorzar, preocupado al ver que los chicos no llegaban pese a que a las 15:06 lo llamaron afirmando que ‘estaban en la esquina’ se mantiene preocupado y alerta y, al lograr comunicarse con mi hermano alrededor de las 15:50, asume que se encuentran con personal policial y comienza a grabar en caso de cualquier cosa. El mismo policía desciende el vehículo y obliga a este amigo a borrar el video«.

«Durante la tarde con mi familia nos enteramos y personalmente fui a la casa donde se encontraba mi hermano con sus amigos, para llevar a Italo y Nicolás a constatar lesiones y presentar una denuncia. Junto al amigo anfitrión y su familia, más los dos afectados, acudimos directamente a la unidad policial en cuestión a exigir una explicación, acto en el que se logra obtener los nombres y rangos de los Carabineros involucrados. Posterior a esto los llevamos a constatar lesiones al SAPU más cercano y luego regresamos a la unidad policial a terminar la denuncia, siendo recibidos por un Suboficial de iniciales A.L.S. quién, de forma totalmente altanera, insinúa que deberá trasladar a los muchachos a realizar una nueva constatación de lesiones puesto que él duda de la fidelidad de los documentos emanados por el servicio de salud, indicando que podrían estar adulterados. Dos estudiantes universitarios fueron sujetos a TORTURAS en esa unidad, pasaron cerca de los horas en un servicio de salud y el Suboficial de turno, de forma burlesca, insinúa que los documentos además fueron adulterados?», agregó.

Ante esto, Esquivel explica que «naturalmente no permitimos que los trasladasen, y exigimos nuestro derecho a realizar la denuncia. El Suboficial termina enviando a uno de sus subordinados al centro de salud a realizar la ‘aclaración’ del documento, mientras comienza a tomar declaraciones. Muy molesto por mi presencia me conmina a retirarme, a lo que me niego rotundamente puesto que no pensaba dejar a mi hermano nuevamente sólo con esos cobardes ‘funcionarios’. Tras una toma de declaración larguísima (no por lo declarado sino por la voluntad policial a tomar esta declaración) terminamos saliendo de la unidad policial pasada la medianoche, en un sector que no conocíamos, y en busca de alguna forma de volver a Recoleta, cosa que logramos pasadas la una de la mañana».

El hermano del supuesto agredido cuestiona: «¿Qué ha ocurrido acá? Este es el Chile del 2018, se supone que estas cosas ya no deberían pasar, y siguen ocurriendo en total impunidad. Estoy harto de ver a integrantes de mi familia, amigos y conocidos sufriendo vejámenes de parte de la policía chilena y este sistema fallido y enfermo. Me ha tocado ver golpizas, excesos, sufrir el rigor de sus flamantes FF.EE. en movilizaciones, ver amigos en prisión por crímenes no cometidos, y ahora esto».

Y continua: «La Policía chilena es un antro de cobardes. Conozco Carabineros reales, personas de trabajo y esfuerzo, con familias, que intentan realizar un aporte a su comunidad, ya sea en la ciudad, en la frontera, en lugares extremos, etc. He tenido el placer de conocer a grandes hombres y mujeres de mi total respeto que integran estas filas y que en más de una ocasión me han recibido en su casa y me han tratado como a un amigo. Lamentablemente, estas personas son las menos. Cada día hay más PACOS y menos Carabineros. Pacos cobardes que disfrutan utilizando su mínima cuota de poder en contra de quienes no tienen cómo defenderse. Pacos que sacan provecho del narcotráfico, pacos que se dedican a golpear estudiantes pero que tarde, mal y nunca persiguen a verdaderos delincuentes. Las últimas tres veces que me he visto en la necesidad de llamar a Carabineros ni siquiera han acudido a la situación, pero resulta que tengo que ir hasta Cerrillos porque estos PACOS COBARDES golpearon SIN MOTIVO ALGUNO a mi hermano menor?».

En esa línea, asegura que «esta institución requiere una intervención absoluta. Dejen de pedir más pacos en las calles, solamente los veo dando vueltas por el Paseo Ahumada acosando a inmigrantes, ni siquiera persiguiendo lanzas. Se roban casi 30 mil millones de pesos, se les ‘pierde’ armamento (¿sabía usted que la UZI, la misma con la que mataron a un paco la semana pasada, es de hecho un arma exclusiva de Carabineros?). Acá hay varios individuos que merecen estar tras las rejas y no en las calles con la facultad de hacer y deshacer contra civiles indefensos. YO NO CONFÍO EN CARABINEROS DE CHILE, SON UNA INSTITUCIÓN CORRUPTA Y PELIGROSA QUE NO GARANTIZA MI SEGURIDAD NI LA DE MI FAMILIA. Como ciudadano que paga sus impuestos, exijo algo más que una explicación. Exijo castigo contra todos los culpables».

Finalmente aclara que «los nombres de los pacos, sus grados, las fotos de las lesiones y toda evidencia no la publico porque son MATERIA DE LA INVESTIGACIÓN. Llegaremos hasta la última instancia, además de la denuncia se viene querella e informe al Instituto Nacional de Derechos Humanos. Si alguien quiere colaborar con esto, bienvenido sea. Ayer le dijeron a mi hermano que podían hacer lo que querían porque ellos ‘eran la ley’. Ya veremos qué dice la ley».

«Nos vemos en Tribunales, pacos cobardes. Fuck the police», concluye Esquivel.

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