Mario Waissbluth las emprende contra ‘progrepopulistas’ y defiende sistema de concesiones

El director de Educación 2020, en una columna publicada hoy en el diario La Tercera se refirió con dureza a los “progre-populistas” que desataron una cacería de brujas contra quienes fueron los impulsores del plan de concesiones sostenido en los últimos 25 años.

Ante el anuncio del plan para relicitar las concesiones que expiren -a través de un Fondo de Infraestructura que invierta entre 20 mil y 30 mil millones de dólares-, “los ‘progre-populistas’ se oponen y vociforean: ¡Más negocios privados! ¡Queremos carreteras gratuitas! ¡El Estado debe invertir! No aclaran de donde saldrían los recursos”.

Para Waissbluth, el modelo es un “capitalismo social democrático”, con modelos como Suecia o Dinamarca, donde no existen peajes, como una prestación hacia los ciudadanos que tienen una carga tributaria entre 46% y el 49%. El contraste, según el ingeniero civil, es Chile, donde la reforma tributaria aumentará los cargos de tributación de 20% a 23%, con los que ni siquiera habrá recursos para pensiones mínimas, protección de infancia ni infraestructura.

Para Waissblut, hay que “agradecer” a las concesiones: “Son obras financiadas y administradas por privados por 10-20 años, a cambio de lo cual cobran un peaje a sus usuarios, o un arriendo en hospitales. Como el Estado en los ‘90 y 2000 no tenía un peso para construir la Costanera Norte o ampliar la Ruta 68, se hicieron bajo esta fórmula. Agradezcamos. Si no, hoy tendríamos la paralización total de Santiago y el tráfico carretero”. Uno de los problemas es el Estado ‘pitutocrático’ en Chile, que lo hace incapaz de administrar con prolijidad los recursos. Plantea que antes de aumentar cargos de tributación, se reforma el Estado.

“En Concesiones hubo y hay errores de aprendizaje. Contratos mal diseñados en muchos aspectos. Incluso raterías menores como las hay en obras no concesionadas. Pero no se conocen licitaciones truchas en las primeras obras concesionadas, a las cuales diversos consorcios se presentaron para competir. Se adjudicaron a los que cobraron menores peajes. Si alguien sabe de una licitación trucha, que denuncie. Pero en el crispado ambiente actual, pedradas al voleo es lo que cuenta”, finaliza Waissbluth.