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«Prácticas que hoy serían consideradas acoso»: Las denuncias que afectan a Fernando Villegas

Por: El Desconcierto | Publicado: 30.07.2018
«Prácticas que hoy serían consideradas acoso»: Las denuncias que afectan a Fernando Villegas a_uno_fernando villegas | / AgenciaUno.
Cosas que en los 90, cuando Villegas comenzó una carrera como columnista, no se alejaban mucho de lo que hacían otros hombres en el medio, pero que, con el tiempo, se han vuelto intolerables. En las palabras de un productor, “sus conductas eran pasadas de la raya antes. Hoy constituirían abuso”.

Hoy Fernando Villegas fue duramente cuestionado por compañeras y compañeros de trabajo que ha tenido en los diversos medios de comunicación en los que ha participado a lo largo de su carrera. Principalmente se trata de conductas que hoy en día no están consideradas correctas, ya que se trata de maltrato laboral y comentarios totalmente fuera de lugar.

Según publicó The Clinic, para este reportaje se entrevistaron a más de treinta personas que cuentan cómo dedicaba miradas lascivas y comentarios obscenos que en la actualidad motivaría más de un parte por acoso. Cosas que en los 90, cuando Villegas comenzó una carrera como columnista, no se alejaban mucho de lo que hacían otros hombres en el medio, pero que, con el tiempo, se han vuelto intolerables. En las palabras de un productor, “sus conductas eran pasadas de la raya antes. Hoy constituirían abuso”.

Una maquilladora que trabaja actualmente en Chilevisión, contó que antes de renovarse Tolerancia Cero y emitirlo por la señal de cable, se investigó internamente el comportamiento de Villegas: «Lo sé porque me citaron y me preguntaron si a mí me incomodaba su comportamiento. Yo dije que no, porque soy parada en la hilacha y la primera vez que me miró el trasero y me dijo una grosería, le paré los carros. Pero sé de otras compañeras, especialmente las que solo venían los fines de semana, que le tenían miedo y me pedían a mí que lo maquillara. Nadie lo acusaba porque una piensa para adentro: quién me va a hacer caso, el hilo se corta siempre por lo más delgado y cosas así. Lo que sé es que después de esa investigación, no le renovaron el contrato».

La publicación también señala que desde la llegada en 2016 del director ejecutivo, Jorge Carey, existen protocolos exigentes de comportamiento y respeto en el ámbito laboral, que cualquiera puede hacer una denuncia que llega a los más altos niveles de decisión y que, en ese contexto, los hábitos del comentarista quedaron fuera de contexto.  

A comienzos de los años noventa, se le dio la oportunidad de escribir la contraportada en el diario El Financiero. Allí, un ex directivo reveló que cuando entraba al diario, no tenía complejos para hacerles comentarios obscenos a las pocas mujeres que habían trabajando: «Lo hacía con completo y total desparpajo, no era disonante con la cultura de la época. Era más notoria su prepotencia, porque él consideraba que todos eran más ignorantes y tontos que él. Las mujeres también, por supuesto».

En “Domicilio Conocido”, programa predecesor de Tolerancia Cero, compartió panel con la periodista Carolina Rossetti, quién lo recuerda como un niño malcriado, que hacía comentarios sobre las piernas de las invitadas en el camarín. Por ejemplo, A Gladys Marín. «Nunca lo consideré como acoso o algo pasado de la raya. Me parece más bien que era una estrategia para bajar las defensas de las invitadas y después desarmarlas con sus argumentos», dice Rossetti.

La psiquiátra María Luisa Cordero recordó que fue invitada a ese programa en marzo de 1995: «Esa noche yo era la única invitada. Cuando nos llamaron para entrar al set, yo me retrasé unos diez segundos, él se quedó conmigo sin que me diera cuenta. Cuando me doy vuelta, me encontré con este caballero que es muy alto y me dice textual: ‘¡Qué buenas tetas tienes, Cordero!’ Relata que cuando ella lo increpó, él minimizó su gesto, diciéndole: ‘¡Pero qué te pasa mujer!’.»

Veinte años después, Cordero denunció estos hechos en el programa Mentiras Verdaderas. Allí, recuerda que parte del equipo de maquillaje del canal La Red, se le acercó y agradeció haber “denunciado” a Villegas: “Me dijeron que le tenían asco y rabia, porque las manoseaba y les decía cosas. Recuerdo una señora de muy bajo perfil, que se me acercó después del capítulo en que lo conté y me dijo: ‘Gracias doctora por denunciar a ese degenerado. Supiera las cosas que nos hace a nosotras’”.

La maquilladora, Piri Riveros, llegó a Chilevisión en 2008 y en el segundo semestre le tocó maquillar a los rostros de Tolerancia Cero. La primera vez de su turno, que duró un mes, «no me saludó, pero mirándome de pies a cabeza, me dijo: ‘¿Dónde está la otra del turno? ¿Esa, la tetona?’ Le respondí que el turno me tocaba a mí y que por favor se sentara para maquillarlo, porque me tenía muy incómoda por la forma en que me miraba el trasero. ‘Uy, me saliste chúcara’», le respondió.

Fernando Paulsen dijo que el comentario que le hizo a la maquilladora era algo habitual en él y que no se refería a alguien en particular. “Es cierto que Fernando hacía comentarios subidos de tono, pero siempre me pareció que era inofensivo, que ladraba, pero no mordía”.

Por su parte, Matías del Río, otro de los panelistas históricos de Tolerancia Cero, afirma que “Fernando hacía comentarios subidos de tono ante hombres y mujeres, pero nunca presencié algo que cruzara límites”.

Una periodista que también sufrió con los tratos de Villega, afirma que “lo primero que hacía era mirarte desde lejos de arriba a abajo, como si te estuviera sacando la ropa. En dos ocasiones, me crucé con él en el pasillo y me sacó la lengua como si me la estuviera pasando por alguna parte. Y otra vez, se me acercó y me dijo al oído una cochinada tan grande que me dejó helada. Esa vez lo mandé a la mierda. Le dije: ¡Déjate de huevearme, conchetumadre!”

Incluso, algunos consultados que trabajaban en ese tiempo en el programa, también hacía comentarios a algunas invitadas, a quienes abrazaba “de modo libidinoso y obsceno” y les decía cosas como: “¿Por qué no nos vamos a un motel en vez de estar en este programa latero?”. Algunas habrían sido Catalina Parot, Lily Pérez y Evelyn Matthei. Parot y Pérez declinaron hacer comentarios para este reportaje y la alcaldesa Matthei no respondió a nuestras consultas.

En el programa «Las vueltas de la vida», de Chilevisión, también provocó problemas en el equipo de trabajo. Un ex directivo del programa, en anónimo, reveló que “fueron denuncias de maltrato laboral en su contra, por parte de dos productoras, las que determinaron que la estación dejara de hacer el programa”.

Una de las productoras que formuló una de las denuncias y que llevó a terminar con el programa, afirmó que “era insoportable trabajar con él. Un maltratador, mal educado, que le decía groserías al equipo y a los entrevistados. Un desubicado total”. Además agregó que «nos daba abrazos asquerosos, mientras nos decía palabras de connotación sexual. Nunca una clara propuesta, pero claramente pasado en un cien por ciento de la raya».

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