Diputada Catalina del Real contó que su papá notario le recomendó que no se metiera en discusión por reforma

Cuando se desarrollaba la sesión de la comisión de Constitución, en la que se discutió una reforma que afectará a los notarios, una diputada que no estaba contemplada apareció para hacer un par de preguntas. Se trató de la que asistió la diputada RN Catalina del Real, quien es hija del notario Juan del Real. Y la polémica quedó servida: Pese a haberse inhabilitado, no se marginó y terminó participando de la actividad.

La parlamentaria oficialista asegura que no lo haría de nuevo, pero que legalmente nada le impide participar aunque no puede votar. También detalla que solo llegó a esa sesión en reemplazo de su par Camila Flores con el fin de completar el quórum para que se realizara la votación. Y asegura que no estaba enterada de lo que se discutiría en la comisión.

«A mí me pidieron que reemplazara a una parlamentaria de mi bancada, que fuera a dar quórum. Fui sin saber de qué tema estaban hablando«, sostuvo a La Tercera la legisladora de Renovación Nacional.

Consultada sobre por qué no sabía lo que se discutiría explicó que «es que yo estoy en otras comisiones (Desarrollo Social y Relaciones Exteriores), entonces no sabía qué temas estaban discutiendo, y justamente empezó a exponer una persona sobre la Ley de Notarios».

Pese a esto asegura que «tengo claro que tengo que inhabilitarme para votar, pero la ley no me impide comentar o hacer alguna pregunta».

«Estaban haciendo preguntas y dando respuestas. En ningún caso, yo no estaba exponiendo, no estaba tratando de convencer a nadie. Era una ronda de preguntas a una persona que estaba explicando la ley», justificó Del Real, quien también subrayó que se se inhabilitará de votar y que «nunca más volví a ir a la comisión, nunca más hablé del tema con nadie, no voy a votar ese día«.

Incluso reconoció que «mi papá me ha dicho ‘ni te metas para que no te vayan a molestar’”.

Justamente sobre su padre, detalla que «fue notario en San José de la Mariquina, un pueblo muy chiquitito. Él partió hace 30 años, donde un notario allá gana bastante poco, hace una labor social, haciendo cosas por la comunidad. Los notarios de tercera categoría, de pueblo, trabajan mucho, no ganan tanto. Mi papá estuvo cerca de diez años allá. Luego se vino a La Cisterna, a una notaría con ingresos medios, y ahora está en Ñuñoa, donde le va mejor».

Finalmente zanjó que «puedo preguntar y puedo hablar, es mi rol de parlamentaria. Pero hoy, como hay un ambiente en que se está diciendo que hay lobby y cosas por el estilo, es mejor mantenerse al margen y no preguntar».