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Punto por punto: ¿Cuáles son las demandas que impulsan la huelga feminista del 8 de marzo en Chile?

Por: Valentina Camilla Araya | Publicado: 07.03.2019
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Con motivo de la huelga general feminista de este viernes, en El Desconcierto profundizamos en las 10 demandas principales que se han levantado para este Día de la Mujer Trabajadora, a partir de las discusiones del Encuentro Plurinacional de Mujeres.

La huelga general feminista convocada para este viernes por las diversas organizaciones sociales que componen el actual movimiento feminista en Chile tiene 10 ejes centrales, los que fueron determinados luego de que se realizara el primer Encuentro Plurinacional de Mujeres que Luchan el pasado 8 y 9 de diciembre en Santiago, en donde asistieron más de 1.000 mujeres de todo el país.

El encuentro fue un momento clave para construir las bases para el llamado a huelga y así consolidar una instancia de encuentro entre mujeres de todo Chile, lo que permitió conocer las problemáticas de los otros territorios que no son Santiago y así incluir las perspectivas de mujeres de todo el país -pertenecientes a diversas colectivas feministas- sobre las formas en que se precariza la vida de las mujeres en el cotidiano, en el trabajo, en la salud y las violencias que impulsa el actual modelo económico y educacional.

Con motivo de la huelga de este viernes, en El Desconcierto compartimos las 10 demandas principales que se han levantado para este Día de la Mujer Trabajadora a partir de la síntesis de las mesas de discusión del Encuentro Plurinacional de Mujeres. Esta síntesis fue realizada por la Coordinadora Feminista 8 de marzo y puedes revisar esa información en este link.

Cabe destacar que cada una de las demandas son exigencias tanto hacia el Estado como para la sociedad chilena y se plantean como las bases mínimas para garantizar el bienestar de las mujeres y el fin de la precarización de sus vidas.

Foto: Cristobal Escobar / Agencia Uno

La lucha contra la violencia machista

La violencia machista son todas las acciones que atenten contra la dignidad, el autoestima y integridad física y mental de las mujeres, niñas y disidencias sexuales. Este eje visibiliza la necesidad de prevenir y eliminar la violencia de todo tipo de instituciones (tanto públicas como privadas) poniendo atención en los múltiples sistemas que reproducen esta violencia, tanto económicos, culturales y sociales.

Por otro lado, la violencia contra las mujeres también se replica cuando los procesos judiciales en contra de agresores terminan en penas bajas o con sanciones que no resguarden el bienestar de una mujer que vivió algún tipo de maltrato, por ende, esta demanda también esta incluida dentro de este eje.

Según las cifras de la Red Chilena Contra la violencia hacia las mujeres, en 2018 hubo 57 femicidios. En lo que va de este año, la cifra equivale a 11 asesinatos de mujeres en manos de hombres.

Además, en este eje se incluye la desmilitarización del Wallmapu, ya que la intervención de fuerzas armadas en las tierras mapuches expone diariamente a mujeres, niñas y niños a la violencia desmedida ejercida por las instituciones que buscan reprimir y criminalizar la lucha histórica del pueblo mapuche por la recuperación de sus tierras.

Las cuatro principales demandas de este eje son:

  1. Fin a la violencia política y económica sobre las mujeres y comunidades

  2. Prevención y eliminación de la violencia machista en servicios sociales y en los espacios de trabajo

  3. Despatriarcalización del sistema judicial

  4. Desmilitarización del Wallmapu

Foto: Hans Scott / Agencia Uno

Trabajo y seguridad social

Actualmente, el sistema de seguridad social no considera el trabajo doméstico como un trabajo y desprotege a las mujeres en sus espacios laborales al no garantizar por completo el cumplimiento de sus derechos en los diversos espacios laborales en los que se desempeñan las mujeres.

Desde el trabajo doméstico, las mujeres se encuentran desprotegidas sobre el futuro ya que este tipo de labores no son consideradas con la misma relevancia que un trabajo remunerado porque se ha tenido la costumbre de asumir que estas acciones se realizan por «amor» .

El cuidado de niñas, niños, ancianos y personas dependientes también es un trabajo que usa gran parte del tiempo de las mujeres en el cotidiano y suele no ser retribuido de ninguna manera, terminando por marginar el desarrollo de las mujeres en otros ámbitos, en paralelo con no permitir el acceso a trabajos dignos, en igualdad de condiciones y sin discriminaciones ni acosos de ningún tipo.

Es por esto, que las demandas que se levantan en torno a este eje son pensadas desde el propósito de poner fin a los formatos tradicionales que han tenido las instituciones que han precarizado y omitido la doble jornada laboral que realizan las mujeres día a día.

Desde lo laboral, las cifras no dan pie a dudas: la brecha de género a nivel nacional se ubica en el 29,3%, considerando que los hombres perciben unos $637 mil de remuneración mensual versus los $450 mil para las mujeres. Esta desigualdad de manifiesta en la diversidad de trabajos, tanto desde lo que implica un trabajo más académico o de oficios.

Desde los acuerdos levantados en el Encuentro Plurinacional de Mujeres, se dictó el acuerdo de plegarse a las propuestas de la Coordinadora No+AFP, además de exigir el fin de las AFP.

Las acciones que se levantan desde este punto son:

  1. Conformación de un sistema de seguridad social integral con un sistema único, plurinacional, feminista y comunitario de cuidado

  2. Exigencia del reconocimiento del derecho al trabajo digno, estable y seguro para todas las mujeres

  3. Organización de mujeres para terminar con las irregularidades laborales, la precarización y el no pago de los trabajos domésticos

Foto: Hans Scott / Agencia Uno

Derecho a la ciudad y la vivienda digna

El último catastro realizado por la ONG Techo-Chile en 2017, dio cuenta de la existencia de 702 campamentos entre Arica y Coyhaique, los cuales albergan a más de 40 mil familias.

Este eje del llamado a huelga, busca evidenciar la existencia de espacios segregados y de violencia urbana que se replican por todo el territorio y que además involucran aristas racistas y clasistas en la conformación de la ciudad y en cómo las personas se mueven por sus comunidades.

En relación con lo anterior, se aborda el problema de que las calles no son seguras para circular en cualquier horario o sola, imposibilitando el derecho de toda mujeres a desenvolverse con tranquilidad por la ciudad. Para ejemplificar, según cifras entregadas por la Red de Mujeres por la Ciudad en la Región Metropolitana un 18,4% de las mujeres rehuyen de transitar por algunas plazas o parques. Mientras que un 12% evita circular por algunas calles.

En 2015, el Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC) realizó una encuesta sobre esta temática. Las cifras resultaron preocupantes: las mujeres jóvenes son las más vulnerables a vivir acoso callejero, ya que el 97% ha vivido este tipo de agresión, la mitad por lo menos una vez a la semana y dos de cada 10 con frecuencia diaria. En el 93% de los casos, el acoso es perpetrado por un hombre. Del total de víctimas, 99% de las mujeres y 50% de los hombres han sido acosadas/os por un hombre o un grupo de ellos.

Es por todo lo mencionado, que desde el movimiento feminista se levanta la exigencia de generar programas educativos, públicos y comunitarios contra el acoso sexual y callejero, en paralelo al desarrollo y la garantización de viviendas dignas para que todas las personas puedan desarrollarse en plenitud, ya que los programas habitacionales existentes en Chile son poco eficientes y operan en función del entorno, reforzando una visión individualista de la ciudad, limitando los espacios de encuentro colectivo y por ende, restringiendo la acción social y la organización colectiva.

Esta cadena de sucesos da pie las demandas de este eje:

  1. Producción social del hábitat

  2. Banco de sueldos y movilidad

  3. Derecho constitucional a la vivienda digna

Foto: Mario Dávila / Agencia Uno

Racismo y migración

Respecto a la migración de mujeres a Chile, las cifras indican que históricamente al país migran más mujeres que hombres. El Censo de 1992 señalaba que un 49,2% del total de migrantes eran mujeres. Luego, en 2010 el departamento de Extranjería y Migración dio a conocer que la cifra equivalía a un 52,2%. En 2013 la encuesta CASEN arrojó que la cifra aumentó al 55,1%, mientras que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicó que un 52,6% de migrantes eran mujeres.

Desde las síntesis sobre este tema, se explica que las mujeres migrantes independiente de sus razones de movilidad experimentan una pérdida de territorio, repercutiendo en sus cuerpos, en los lugares donde habitan y en el espacio público en el que se desenvuelven. Uno de los problemas es que son más hostigadas por la represión policial, implicando una diferencia en las experiencias de vivencias con las mujeres chilenas, implicando diferencias con las demandas de las mujeres chilenas.

Es importante tener en consideración que las comunidades migrantes son diversas entre sí y por ende, resulta necesario incorporar esas diferencias para fortalecer las demandas del feminismo en Chile, por ello, se insiste con un feminismo antirracista.

Las demandas de este eje son:

  1. Ley de migración con visión de derechos y enfoque de género

  2. Derecho a la libre asociatividad, organización y sindicalización de las mujeres migrantes para la articulación entre mujeres migrantes y no migrantes

  3. Transversalizar el antirracismo dentro del movimiento feminista

  4. Despolicialización del espacio público, de los territorios que habitan las mujeres y de todos los cuerpos

Foto: Cristobal Escobar / Agencia Uno

Aborto, derechos sexuales y reproductivos

Según cifras de la Mesa de Acción por el Aborto en Chile, en el país se realizan cerca de 80 mil a 260 mil abortos clandestinos al año, los que ponen en riesgo la vida y la integridad de las mujeres al ocurrir en lugares que no cumplen con las normativas de salud necesarias. Además, los procedimientos que se les indican a las mujeres son errados y porque el factor económico influye directamente en la posibilidad de que una mujer pueda acceder a un lugar seguro en donde realizarse un aborto.

Para entender por qué se niegan los derechos sexuales y reproductivos, es necesario entender como capitalismo y patriarcado funcionan vinculados. Negar el acceso al aborto resulta ser una forma de control que se realiza sobre el cuerpo de las mujeres respecto a su sexualidad, reproducción y al derecho de decidir sobre sus cuerpos.

Desde el movimiento feminista, se está trabajando en la despenalización del aborto y su despatologización social, instalando la lucha por el aborto libre, seguro, gratuito y legal. Esta demanda es una de las exigencias centrales de las 10 demandas, al ser una lucha histórica que han levantado las mujeres en el país luego de haber conquistado este derecho con motivos terapéuticos en 1931 que luego fue revocado en 1989 durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Las exigencias de este eje clave son:

  1. Aborto libre, legal, seguro y gratuito

  2. Garantía de los derechos sexuales y reproductivos

  3. La despenalización social del aborto

Foto: Leonardo Rubilar / Agencia Uno

Memoria feminista y Derechos Humanos

En dictadura, según la información recabada por el informe de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación (Informe Rettig), entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990, 135 mujeres fueron asesinadas, detenidas o desaparecidas o fallecieron como consecuencia de la violencia política existente, lo que constituye un 6% de los 2279 casos confirmados. Además, más de tres mil mujeres vivieron violencia sexual por parte de agentes del Estado.

Por otro lado, el informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (Informe Valech) informa que de las 3.400 mujeres que declararon en la Comisión, la gran mayoría admitió ser víctima de violencia sexual. 316 mujeres confirmaron haber sido violadas, pero se cree que la cantidad es mayor ya que muchas prefirieron no relatar estos episodios de abusos.

También, 229 mujeres que declararon ante la Comisión fueron detenidas estando embarazadas. 11 de ellas dijeron haber sido violadas y otras 20 vivieron un aborto debido a las torturas.

La memoria histórica con la que cargan las mujeres chilenas ha estado marcada por los episodios de violencia y tortura política ocurridos en diversos momentos de la historia. Este eje de la huelga busca situar socialmente la importancia de la memoria feminista para otorgarle continuidad a los relatos que den cuenta de estas violencias, a modo de respuesta de los pactos negacionistas y la despolitización de la memoria.

Para el cumplimiento de estos ejes, se solicita una educación transversal y popular que permita la construcción de una memoria feminista. Las demandas son:

  1. Construcción de una memoria feminista, antirracista, antipatriarcal, anticolonial y anticapitalista como herramienta para las luchas y resistencias

  2. Denuncia contra la justicia patriarcal para exigir justicia y verdad en la violación reiterada y sistemática de los DD.HH de mujeres de todas las identidades y edades

  3.  Visibilización de la violación a los DD.HH de manera más amplia y de todas las formas que precarizan la vida de las personas, los pueblos, las comunidades y las identidades

Foto: Ailen Díaz / Agencia Uno

Arte, cultura y comunicaciones

Las áreas de cultura, artes y comunicaciones han sido históricamente precarizadas por múltiples razones: la marginación social de estas áreas como poco relevantes por estar vinculadas a un ámbito más emocional, ser áreas de trabajo en donde predomina la presencia de mujeres y por no contar con garantías laborales para las personas que trabajan en relación a estos rubros.

Por otro lado, estas mismas áreas han tenido que vivir la censura económica, política o de contenido con raíz en los diversos procesos políticos que ha vivido Chile y el mundo para mantener control sobre lo que se dice y cómo se dice.

Para ejemplificar sobre esta arista, el estudio «Portadas y Mujeres» de 2017 arrojó que el 77% de los titulares principales son para hombres, mientras que sólo el 18.4% son para mujeres. De las 2.387 fotos en portada, solo en el 24% aparecen mujeres. De las cartas al director (ya que no hay directoras mujeres en la prensa escrita) solo el 19,9% de las cartas publicadas fueron escritas por mujeres.

Desde el movimiento feminista se explica que las demandas de este eje están pensadas para concretar la idea de una sociedad chilena feminista, y para ello «es necesario incidir en cómo vemos y manejamos estas áreas, situando como prioridad el dar fin a las reproducciones del machismo que encuentran lugar en las disciplinas mencionadas».

Los ejes de este punto son:

  1. Implementación de una ley de medios en Chile, con una perspectiva feminista y descentralizadora que permita regular, fiscalizar y democratizar la generación de contenidos en medios de comunicación y publicidad

  2. Nuevo sistema de financiamiento público y estatal en miras de erradicar las lógicas de competencia y segregación dentro de la cultura, las artes y las comunicaciones

  3. Día del patrimonio cultural con enfoque de género

  4. Revisión de la bibliografía obligatoria sugerida en el sistema escolar

Foto: David Cortés / Agencia Uno

Defensa del territorio, soberanía alimentaria, vida y territorios indígenas

Los territorios en todo el país están siendo amenazados por grandes proyectos industriales que ponen en riesgo la integridad y diversidad característica de los diversos ecosistemas que existen en Chile. Por ello, esta demanda busca promover la defensa del territorio para poner fin al extractivismo en los territorios y exigir el cumplimiento riguroso de los tratados internacionales a los que ha adherido el gobierno para la protección del medio ambiente, los que no han sido respetados a cabalidad.

En relación con lo anterior, se plantea la necesidad del reconocimiento de los territorios ancestrales usurpados e invadidos por el Estado chileno bajo el nombre de «pacificación de La Araucanía».

Por otro lado, este eje también apunta a la recuperación de la soberanía alimentaria, la defensa de las semillas, el mar y los comercios locales de pueblos originarios.

Además, se plantea la exigencia de que no vuelvan a ocurrir muertes de luchadoras sociales que hacen frente al extractivismo y la recuperación de los territorios ancestrales arrebatados, esto en alusión al caso de Macarena Valdés.

Las solicitudes en torno a este eje son:

  1. Fin al extractivismo: IIRSA, Plan Impulsa Araucanía, TPP

  2. Soberanía y autodeterminación de los territorios, cuerpos y pueblos

  3. Desmilitarización y despolicialización de todos los territorios

Foto: Sebastián Beltrán / Agencia Uno

Disidencias sexuales

Mediante la rearticulación del tejido comunitario, se busca levantar el reconocimiento de las diversidades sexuales e identidades de género y sus demandas particulares, que abordan un reconocimiento social libre de discriminación que logre promover la activación de espacios y la creación de nuevas estrategias de sensibilización sobre las necesidades de la disidencia sexual en los ámbitos familiar, comunitario, de salud, educacional  y laboral.

La agresión lesbofobica a la joven de 24 años Carolina Torres es uno de los tantos casos que demuestran la urgencia de abortar este tema tanto desde políticas públicas aptas y leyes que garanticen una sanción efectiva y coherente para estas manifestaciones de la violencia. El caso de Carolina es uno de los tantos crímenes de odio que han ocurrido en Chile y que no han sido bien llevados por la justicia.

Las propuestas de este eje son:

  1. Promover la reactivación del tejido comunitario mediante temáticas y metodologías autogestionadas, autónomas, feministas y queer.

  2. Reconocimiento social y tipificación de crímenes de odio e incitación al odio

  3. Garantizar protección efectiva ante la violencia y asesinatos

  4. Planes y programas obligatorios y  transversales sobre las disidencias sexuales y de género en establecimientos educacionales y de salud, tanto públicos como privados

  5. Reconocimiento legal y social a comunidades amorosas/afectivas que se construyen por personas disidentes

Foto: Agencia Uno

Educación no sexista

La educación no sexista ha sido una de las demandas que se ha levantado con más fuerza en el último tiempo, luego de que el mayo feminista de 2018 visibilizara y denunciara la seguidilla de acosos y violencias que vivían las mujeres estudiantes en los establecimientos a los que pertenecían, situando esta violencia como algo transversal dentro de todo el sistema educativo chileno.

De las reflexiones que se levantaron de la primera parte del resurgimiento del movimiento feminista en Chile, se identificó que la educación funcionaba bajo lógicas machistas que no permiten el desarrollo integral de las mujeres en el sistema educativo: desde el menosprecio de sus capacidades hasta abusos y acosos dentro de las instituciones.

Para el movimiento feminista, las mujeres luchan contra la educación de mercado porque se entiende la educación como un derecho social y desmercantilizado, que debe apostar por sostenerse en una constante expansión y perfeccionamiento de la educación pública. A la vez, exigen que apueste por la democratización de las comunidades educativas y elimine las barreras de acceso a la educación, que además garantice condiciones laborales dignas para las y los trabajadores de establecimientos educacionales.

Las demandas de este eje son:

  1. Educación como derecho social desmercantilizado

  2. Democratización de los espacios educativos

  3. Modelo educativo: feminista, no sexista, anticolonial, anticapitalista y laico

Este 8M será un día histórico para las mujeres en Chile al levantar por primera vez una huelga general en el Día de la Mujer Trabajadora. Hay cuatro formas generales de adherir a la huelga: paralización del trabajo asalariado para quienes puedan hacerlo, una huelga de cuidados para las mujeres que realizan tareas de cuidados de niñas, niños, personas con cuidados especiales y ancianos.

También hay huelga mediante la participación en diversas instancias de protesta y por último, una huelga de consumo en donde las mujeres se resten de cualquier actividad económica durante el día.

Puedes revisar las 100 formas de irte a huelga en este link para complementar la forma en que puedas paralizar este 8M.

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