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En una conversación con El Mercurio, la parlamentaria del PC – impulsora del proyecto de las 40 horas – señaló que las preocupaciones y dichos del presidente del Banco Central, Mario Marcel, eran infundados, pues la situación económica del país no varió de manera significativa cuando se redujo la jornada laboral de 48 a 45 horas.
«Una reducción de la jornada como la que se está discutiendo es un cambio significativo para la economía», dijo el presidente del Banco Central, Mario Marcel, quien aseguró que los encargados de lesgislar debían «hacer un escrutinio a fondo» para discutir el proyecto de las 40 horas «teniendo consciencia sobre las implicancias», que este podría ocasionar. A raíz de estos dichos, Camila Vallejo, diputada del PC que es una de las principales impulsoras de la reducción de la jornada laboral, se manifestó en contra de lo expresado por el representante del BC.
«Nosotros estamos discutiendo esto y hemos venido trabajando intensamente en esto durante mucho tiempo. Tres años discutiendo esto en la Comisión de Trabajo, además de cuatro meses con audiencias», señala la diputada a El Mercurio.
«Es cosa de ver los datos. Durante el periodo en que se discutió la última reducción de la jornada laboral el crecimiento económico estaba entre un 3 y 4%. La situación económica del país cuando se discutía esa reducción de la jornada laboral no era mejor», explica Vallejo, quien establece que el argumento económico y la preocupación de Marcel no es pertinente a la discusión.
Así también, la parlamentaria aprovechó en la conversación de agradecer el apoyo del Colegio de Profesores a su proyecto, el cual según ella ayudará a que «los apoderados tengan más tiempo, porque son necesarios, son fundamentales en el proceso de enseñanza y aprendizaje. No todo lo pueden hacer los profesores, no se les puede seguir cargando la mano».
«Los apoderados quieren además estar más tiempo con sus hijos y jugar un rol más importante», sostiene la diputada. «Probablemente los economistas no ven esto, no tienen idea de lo que pasa en las salas de clases, de lo que pasa en las familias, no tienen idea de lo que están sufriendo muchos niños que están siendo abandonados, no porque los padres quieran abandonarlos, sino porque no pueden estar más tiempo con ellos», sentencia.
«Entonces, yo llamaría también un poco a que este debate tenga esta perspectiva. La perspectiva no pueden darla solamente economistas que no tienen experiencia en materia de relaciones laborales, que no tienen experiencia en la sala de clases y que muchas veces ni siquiera han sido trabajadores asalariados y no viven el agobio que están viviendo muchos trabajadores de nuestro país», concluye Vallejo.
