José Antonio Kast inscribe su candidatura a la Presidencia | FOTO: LEONARDO RUBILAR/AGENCIAUNO
La militante del Partido Republicano entregó una minuta a varios parlamentarios planteando las desventajas del proyecto de Educación Sexual Integral, que se comenzó a discutir hace algunos días en el Congreso. El documento fue elaborado por la Fundación Cuida Chile -que ella dirige- y señala que esta iniciativa promovería el aborto y que podría desencadenar una actitud más permisiva respecto de las «relaciones intergeneracionales». Sobre esto último, aclara que sería un eufemismo para hablar de pedofilia.
La semana pasada se inició la discusión del proyecto que busca impartir Educación Sexual Integral desde el nivel parvulario, presentado por la diputada y presidenta de la comisión de Educación, Camila Rojas (Comunes). La iniciativa ha sido respaldada por un grupo transversal de diputados y propone que se reconozca la educación sexual como un derecho humano de los niños, niñas y adolescentes.
Dentro de las medidas que contempla está la incorporación de un ramo obligatorio sobre educación sexual en todas las carreras de pedagogía y que la ley se adecúe a la normativa internacional, entre otras.
Sin embargo, este martes llamó la atención una minuta de tres páginas que llegó a manos de algunos parlamentarios instándolos a rechazar la iniciativa. Fue Pía Adriasola, directora de la Fundación Cuida Chile, esposa de José Antonio Kast y militante del Partido Republicano, quien entregó este documento a varios diputados de Chile Vamos y también de la oposición.
Durante estos días, ha asistido a la comisión y también estuvo acompañada de Marcela Aranda, vocera de la iniciativa anti- LGBTI, “Bus de la Libertad”.
El documento señala que la iniciativa “vulnera a los niños que no tienen capacidad de incorporar categorías sexuales dentro de su desarrollo consciente” y expone a que “se ejerza un abuso institucional” desde el Estado. También, plantea que promueve prácticas como el aborto y que “podría desencadenar que, eventualmente, se comience a tener una actitud más permisiva respecto de las ‘relaciones intergeneracionales’”. Sobre esto último, se aclara en una nota al pie de página que “sería un eufemismo para decir pedofilia, utilizado por quienes la promueven”.
Desde la oposición, parlamentarios que integran la comisión de Educación aseguran que esto es derechamente el lobby de la extrema derecha.
La diputada Camila Rojas (Comunes) sostiene que, pese a que este es un proyecto de su autoría, no recibió el documento. Pero tras conocer el contenido, considera que es lamentable que se caricaturice un proyecto que busca garantizar la educación sexual como un derecho humano.
Sobre la mención a la pedofilia, Rojas sostiene que es una alusión “grave y absurda” porque es una de las situaciones que el proyecto busca evitar. “Hoy, incluso, es muy difícil periciar los casos de abusos sexuales a menores porque hay niños y niñas que no saben cómo nombrar sus genitales. Para prevenir, hay que educar», aclaró la diputada por Valparaíso.
Para el diputado Gonzalo Winter (Convergencia Social), miembro de la comisión de Educación, esto demuestra el miedo que provoca la autonomía progresiva de los niños en la derecha. Por esas razones, asegura, se perdió una reforma constitucional que buscaba garantizar la protección y el ejercicio de los derechos de la niñez y adolescencia.
Las críticas al documento también vinieron desde el oficialismo. El diputado Jaime Bellolio (UDI) –uno de los parlamentarios que firmó a favor del proyecto–, sostiene que, si bien no tiene inconvenientes en que distintas organizaciones emitan opiniones, esto se debe permitir, siempre y cuando, las declaraciones no expongan falsedades.
“Que diga que promueve el sexo entre niños, que eventualmente eso pueda significar una justificación de conductas pedófilas, es simplemente sorprendente, eso es de otra galaxia (…) Es importante que vayan a presentar a la comisión porque lo que dice esa minuta no solamente expone falsedades y es ridículo, sino que atribuye algunas intenciones a conductas que serían delito”, comenta a El Desconcierto.
[gallery ids=»317543,317542,317541″]
Pía Adriasola, en tanto, dice a El Desconcierto que entregó esta minuta a los parlamentarios que encontró en los pasillos del Congreso, pero que está dispuesta a entregar su punto de vista formalmente en la comisión de Educación. Además, reconoce estar traspasando información a algunos diputados para que ellos, a su vez, la difundan entre sus pares.
“Yo voy teniendo conversaciones con cada uno porque, al final, te das cuenta que lo que importa aquí es lo que hay que defender, que son los niños”, expresa.
Sobre esto, reitera que no se puede abordar ningún tema de sexualidad con niños de la edad que plantea el proyecto porque, a su juicio, «la psicología de un niño no está preparada». En su opinión, es necesario trabajar en la «inocencia de los niños» porque sería algo que se está perdiendo por la insensibilidad de los adultos.
