Camila Recabarren, ex Miss Chile: “El descontento ciudadano no deja fuera a nadie”

El 18 de Octubre, cuando estalló el descontento ciudadano, las acciones que los estudiantes protagonizaron para evadir el pago del pasaje en el metro, hicieron que una amplia gama de actores sociales se sumaran a sus demandas. Dado esto, y al recorrer las movilizaciones en los puntos más emblemáticos, causa sorpresa encontrar a una figura destacada de los medios de comunicación – como es la ex Miss Chile – acompañando las manifestaciones.

Camila Recabarren Adaros, de 27 años de edad, ex Miss Chile (ganadora en el año 2012) ha tenido una trayectoria ascendente en los medios de comunicación, llegando a representar a Chile en el concurso internacional de Miss Mundo en Ordos, China. La oriunda de La Serena, actual residente de la comuna de Ñuñoa, no está indiferente a las demandas de la ciudadanía y da su opinión sobre los temas que afectan directamente a la gran mayoría de los chilenos.

¿Qué te parecen las manifestaciones que en estos momentos está realizando la ciudadanía?

– Yo acabo de llegar, pero he estado en varias manifestaciones desde el viernes en que comenzó esto, y la represión ha sido terrible.

¿Qué es lo que en estos momentos te hace llegar acá?

– Venía a un cabildo acá en Lastarria, pero por lo visto no se va a realizar. Creo que es la instancia de reunirnos a dialogar, a escucharnos, porque las marchas no están sacando nada si existe esta represión.

¿Cuál es tu demanda, lo que te hace participar hoy en la marcha?

– Queremos Justicia Social, queremos dignidad para la gente, al menos las cosas básicas: la salud, la educación. Es por eso que estoy acá.

¿Qué es lo que sientes?

– Siento mucha rabia porque el pueblo… ¿Cuánto es el porcentaje de descontento?, es el 83% que el pueblo que está a favor de estos cambios. Los necesita urgente, porque con suerte están llegando a fin de mes con el sueldo mínimo, pagando mil cosas por todo. Cuando vas a la salud pública, te atienden súper mal. Muchas veces no tienen ni horas para atenderte, pero tení que salir y pagar el estacionamiento. O sea, estás pagando por todo y hay gente que de
verdad no le alcanza para llegar a fin de mes. Siento rabia, porque aquí no estamos jugando a la guerra, no estamos jugando hacer barricadas, estamos pidiendo dignidad, solamente eso, y me da pena que haya gente tan insensible. Ni siquiera de tener la empatía con la gente que más lo necesita, hablo específicamente de los políticos, los empresarios, porque no puedo creer que llevando una semana de tantas manifestaciones de todo tipo, de todos los gremios, aún no hayan cambios concretos.

¿Tú crees que pueden cambiar algo?

– Yo no quiero cambios por encima y la gente quiere cambios concretos, cambios profundos porque siempre disfrazan
todo, siempre maquillan todo por encima. La gente ya se aburrió, la gente no es tonta, sabe lo que quiere y sabe cuánto se abusó de ellos, cuánto robo hubo de parte de los más grandes. Y entiendo que ellos, que con suerte les llega,
pucha tienen que pagar sí o sí el impuesto y todas las cosas que paga el común y corriente al final.

¿Cuál sería la solución, según tu punto de vista?

– La asamblea constituyente.

¿Que opina tu familia de que hoy te estés manifestando?

– De hecho, me dijeron que dejara a mi hija en La Serena, porque quieren que yo sea parte de las protestas, porque ellos son del pueblo… yo vengo de ahí.

¿Algún nexo con la familia Recabarren? ¿Emilio Recabarren?

– Eh, no, pero escuchando a mi papá – siempre uno lo escucha como papá -, pero ahora conocí a Rómulo, quien es mi padre, y su posición política. Y me lleve una gran impresión. Pensé que me iba a dar la espalda en esto, y me di cuenta de que él quiere cambios, de que está cansado. El tiene muchos problemas de salud justamente por el estrés, del endeudamiento que tiene. Ha trabajado toda la vida, la mitad de ella sin estar con su familia, ni tiempo para él tenía porque es minero y trabaja 7×7. Toda su vida ha trabajado así y sigue endeudado, esta encalillado. Entonces, eso no es vida para nadie.

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Para darle la real importancia a la opinión de esta figura mediática de la farándula, hemos de contextualizar sobre cómo el sistema neoliberal, a través de los medios de comunicación, construye discursos y personajes ficticios, dejando afuera muchas veces la sensibilidad y la real opinión de los comunicadores. Es donde el sistema instala y construye en beneficio de una minoría, manipulando y mostrando una realidad recreada desde el contenido del
lenguaje, dando su visión de los estallidos sociales, muchas veces tergiversada, como lo que estamos viviendo estas últimas semanas en Chile.

Rostros como los de Karol Dance, que han sido en estos días tan menospreciados por la ciudadanía en las manifestaciones, muestra un descontento con lo que representa esta figura televisiva, cuya sensación general da muestra que su imagen y opinión ha perdido densidad temática. Crea la sensación de estar frente a un clásico modelo de lo que fue “El Festival de la Una” en los años 80, que venía a ser parte de la entretención creada por la dictadura para desviar la atención de los problema reales de aquella época, que dejaba un mensaje sin contenido y que solo se recreaba a las banalidades de las expectativas del propio espectador.

Estos rostros de los medios, no están dotados del sentido de la palabra y cuyo contenido deja de ser significativo, donde lleva al espectador a sentirse sin espacios para identificarse dentro de un contexto tanto histórico como social.

La explosión de la marcha dio, de cierta manera, un despertar en la ciudadanía contra los medios de comunicación que solo mostraban los violentistas, y no se mostraban proporcionalmente los hechos objetivos que generaron el estallido de las movilizaciones. A tal extremo que las personas mostraron su descontento hacia el modelo socio-económico
y su brutal desigualdad, dando paso a sentimientos de odio y rebeldía hacia las figuras que no son un real aporte, que ya no los representan. No quieren ser parte del show mediático que instala el sistema, como lo son el individualismo y el exitismo banal que carece de un contenido de fondo.

En contraposición a este personaje y dentro de su grupo etario, está la figura de la ex Miss Chile que también conocida en los medios de comunicación tradicional, ha demostrado en una entrevista tener consciencia social, dado que tiene una opinión e interés por la contingencia y está interesada por las problemáticas, no quedando indiferente a las demandas de la ciudadanía.