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«Estamos convencidos de que hay que reformar la Constitución» aseguraron desde el recién conformado comité. Sin embargo, en el mismo texto señalaron también que «los cambios que se necesitan, hay que hacerlos rápido, dentro de la institucionalidad» y que «no necesitamos dos congresos funcionando».
Este lunes un grupo de miembros de Chile Vamos que se decantó por la opción del «Rechazo» se reunió para constituir un equipo de trabajo que coordine las acciones de quienes adhieren a la opción, de cara al plebiscito del próximo 26 de abril.
El equipo «Chile Vamos por el Rechazo«, está integrado por los senadores Jacqueline Van Rysselberghe (UDI) y Andrés Allamand (RN) y los diputados Juan Antonio Coloma (UDI), Catalina del Real (RN) y Luciano Cruz-Coke (Evópoli). De las tiendas políticas se incluyen también el secretario general UDI, Jorge Fuentes, y Trinidad Biggs de Evópoli.
Cabe recordar que cada partido de Chile Vamos tomó una resolución distinta en lo respectivo al plebiscito de abril. Mientras que la UDI determinó una postura oficial de Rechazo, RN y Evópoli dejaron la puerta abierta a sus militantes para que decidan por sí mismos. Así, en el caso de RN «hay una mayoría favorable» de militantes por la opción del Rechazo, mientras que en Evópoli casi un 60% está por el Apruebo.
Por esto, quienes están por el Rechazo dentro del oficialismo se unieron hoy en este grupo de trabajo, cuyo objetivo «es trabajar con un espíritu de unidad, entendiendo el momento crucial que vivirá nuestra democracia y lo que se juega el país entero en las urnas el próximo 26 de abril», según explicaron en un comunicado.
Asimismo, agregaron que «la idea es colaborar y potenciar, a través de un trabajo político y territorial, todas las iniciativas que se están desarrollando por el Rechazo, con distintas miradas, tanto desde la UDI, Renovación Nacional y Evópoli, como de la sociedad civil, movimientos ciudadanos, gremiales y de jóvenes».
Como ha sido habitual en los discursos del oficialismo, el comunicado también alude a la violencia que se ha vivido desde iniciado el estallido social, afirmando que «la Constitución debe ser, efectivamente, una casa que sea de todos y nos una a todos, pero ello debe construirse en un clima de diálogo, de respeto y de acuerdo, donde exista libertad para plantear y debatir las distintas posturas. No en un clima de violencia, de funa y amenazas, como hemos visto en el país en los últimos meses y que ha afectado severamente los espacios de discusión nacional».
En esa línea, agregaron que «estamos convencidos de que hay que reformar la Constitución, pero no queremos partir desde cero, desde una hoja en blanco, refundacional, con una incertidumbre que durará al menos dos años y medio. Para hacer los cambios que se necesitan, hay que hacerlos rápido, dentro de la institucionalidad, no necesitamos dos congresos funcionando. Y no es necesario echar abajo la casa completa».
«Los países avanzan corrigiendo y perfeccionando, no demoliendo y echando por la borda lo construido en los últimos 40 años», concluyeron los recién conformados miembros de Chile Vamos por el Rechazo.
