Avisos Legales
8M

Los días de prisión de Karen Ulloa: La lesbofeminista detenida durante el estallido

Por: Natalia Figueroa | Publicado: 07.03.2020
Los días de prisión de Karen Ulloa: La lesbofeminista detenida durante el estallido | Foto: El Universal
En el marco de las manifestaciones del estallido social, Karen Ulloa fue detenida en la cárcel El Manzano, en Concepción, por supuesta receptación de especies. Allí estuvo tres meses. La Policía de Investigaciones la acusó de haber saqueado un local, aunque su defensa ha aportado pruebas que contradicen esa versión. Acusa que la policía tuvo un trato homofóbico con ella y con su pareja Nayareth Sepúlveda. En esta entrevista cuenta detalles de estos hechos, cómo vivió la contingencia y, especialmente, las demandas de género y de la diversidad sexual que reivindica este 8M.

Karen Ulloa (37) recuerda la convulsionada tarde del jueves 21 de noviembre del año pasado, en el centro de Concepción. Como lo venía haciendo desde el estallido, ese día fue a marchar con su pareja Nayareth Sepúlveda (24), y se quedaron hasta que el ambiente se volvió tóxico por las lacrimógenas y cuando el guanaco y el zorrillo ya comenzaban a dispersar a la masa de manifestantes. Siempre tomaban los resguardos necesarios para no exponerse más de la cuenta y así evitar ser agredidas por carabineros. En esa ocasión no fue distinto. Pero al rato las cosas tomaron un rumbo inesperado.

Ya se habían alejado unas cuadras del centro y mientras esperaban un Uber, frente a ellas se estacionaron dos vehículos particulares del que se bajaron cuatro hombres vestidos de negro. Las apuntaron con dos cañones, les dijeron que estaban detenidas y que se subieran al auto. Ninguno se identificó; tampoco les pidieron el carnet para hacerles control de identidad. Aunque la primera reacción fue negarse, las tomaron bruscamente y las subieron al vehículo. Fue todo muy confuso. Ambas recuerdan claramente la violencia y el miedo que les provocó ese trayecto hasta el cuartel de la PDI.

El motivo de la detención se lo explicaron después: la PDI tenía registro de un saqueo en un local comercial y supuestamente estarían involucradas. Les mostraron un bolso con veinte pares de zapatillas y les dijeron que eso era lo que habían sacado de la tienda. Cuando las pasaron a control de detención, les dijeron que se les imputaba por el delito de receptación de especies. Algo que, hasta ahora, según explica el abogado de Karen, Raúl Bustos, no ha podido ser corroborado por las pruebas que ellos como defensa han aportado al Ministerio Público. Ahora, busca su absolución.

En esta entrevista, Karen cuenta detalles de ese tiempo, cómo vivió la contingencia y, especialmente, las demandas de género y de la diversidad sexual que reivindica este 8M.

– ¿Qué más recuerdas del día de la detención?

Karen: Que les dije que estábamos marchando, que nos íbamos para la casa ya. Pero ahí, me pegan con el arma que andan trayendo, les dije que no fueran tan violentos y ahí me dicen que “¡qué tanto si yo me creo hombre!”. Ahí me pegaron, me pegaron en la espalda como en la altura de las costillas. Quedé toda morada. Después, nos llevaron a constatar lesiones, aunque esas lesiones nunca se pusieron en un parte [policial]. Ahí nos enteramos recién que había una veintena de zapatos.

– Después de eso, organizaciones de mujeres y de disidencias sexuales te han reconocido como “presa política” lesbofeminista. ¿Qué significa eso para tí?

(Karen se demora en responder y dice que está nerviosa)

K: Para mi ser presa política igual es importante. O sea, me sentí súper apoyada, no pensé que estaba con tanta gente detrás. Obviamente una no está sola. Tengo el apoyo de mujeres, de grupos, de asambleas, uff… un montón de cosas.

– ¿Sufriste violencia homofóbica mientras estuviste detenida?

K: No, adentro no.

-Y antes, ¿de parte de los carabineros?

K: Sí.

– Nos hablabas sobre la discriminación. ¿Cómo fue esa situación previa?

K: En las marchas, por ejemplo, a mi pareja siempre le decían «llévate al niño pa’ la casa».

– Entonces, era más que nada verbal, no agresión física.

K: Sí, la agresión física es primera vez que la sufro y fue por parte de la PDI.

– Y, ¿crees que fuiste detenida por tu activismo en las marchas?

K: Puede ser. Puede ser que sí.

– ¿Dónde vivirás el arresto domiciliario?

K: Ahora estamos en nuestro hogar el cual arrendamos hace un tiempo, espero pronto salir del arresto domiciliario para poder volver a trabajar y seguir luchando por nuestros derechos.

-En tu caso, Nayareth, ¿cómo viviste este proceso desde afuera de la cárcel?

N: Mi lucha para sacar a Karen empezó desde el día uno, cuando salí del Juzgado de Garantía sin ella. Estuve semanas tratando de recordar cada detalle de la detención, en buscar pruebas para demostrar nuestra inocencia porque nunca pensé pasar por algo así. Nunca nos habíamos separado tanto tiempo y mis días eran pensando en cómo podría sacarla de ese lugar tan frío.

Tribunal Oral en lo Penal de Concepción. Foto: La Zarzamora

El despertar desde El Manzano

– ¿Qué ha significado el estallido social para ti?

K: Es un despertar social. O sea, donde todos nos podemos unir y nos damos cuenta de las falencias que tiene el país o la sociedad. No sé, para mí no hay tanta gente ignorante como en otros tiempos. Hoy en día somos más fuertes, ahora las cosas no pasan por nuestras narices sin darnos cuenta. Siento que hay gente que está más informada hoy en día y gracias a eso también se logró esto. Ya no hay gente tan ignorante que no se dé cuenta de lo que pasa y lo que hacen en el país. Hay una sociedad aburrida del abuso y de todo lo que está pasando.

– ¿Cómo viviste la contingencia desde adentro?

K: Adentro no se dimensiona nada. Mira yo era la única que andaba viendo las noticias. Como que una explica adentro, pero es tanto el tiempo que lleva la gente ahí que, aunque quisieran dimensionarlo no pueden, porque estando entre cuatro paredes no sabes del mundo. Yo me informaba por las noticias y por Nayareth, que siempre me mantenía informada.

Se viene el 8M con un contexto político y social muy convulsionado. Particularmente a ti te tocado vivir una situación potente en estos últimos meses. ¿Qué demandas reivindicas para esta fecha?

K: Este 8M para nosotras es un día conmemorativo de la lucha de miles de mujeres por conquistar y hacer valer nuestros derechos. El 8M, el marzo feminista y el año feminista está lleno y recargado de lucha y amor porque no queremos ni una menos. Lucharemos juntas en memoria de las que ya no están por hacer valer los derechos de cada mujer campesina, lesbiana, feminista trans. Nos unimos para decir basta del abuso capitalista y heteropatriarcal. Nosotras pensábamos que estábamos solas pero ninguna mujer lo está porque si una cae, miles de mujeres se levantan. Este 8 de marzo lo enfrentamos con mujeres presas,  mutiladas por el Estado y ya no queremos más injusticia porque sin justicia no habrá paz.

 ¿Desde dónde recibieron mayor apoyo?

K: Bueno mi mayor apoyo fue mi pareja. Luego también el apoyo de Claudia Amigo, de la Asamblea de las Disidencias y Diversidades Sexuales.

N: Es que son diferentes asambleas durante todo el territorio. Está la asamblea disidente acá, la Asamblea Lesbiana Visible, Red Lesbo-feministas. Al final son todas, como la Coordinadora 8M, asamblea Temuco, en Valdivia. Primero conocí a la asamblea “No más presos por luchar». Este fue como en diciembre, yo empecé a contar el caso de Karen como en diciembre. Siempre hay una disyuntiva sobre la fecha en la que pasó la detención, pero fue el 21 de noviembre. Ahora vamos a pelear por la absolución. La agrupación esa fue más que nada en la que nosotras estábamos súper en nuestra burbuja. O sea, nosotras no salíamos a marchar con agrupaciones o con más mujeres, solamente salíamos las dos y allá nos encontrábamos con muchas más personas que estaban manifestándose por los mismos motivos que nos estábamos manifestando. De este momento, igual podemos decir que antes nos sentíamos solas, y ahora no nos sentimos así. Ninguna mujer debería sentirse sola nunca, porque somos muchas.

 Entonces, ¿no las apoyó ninguna autoridad? Como del Ministerio de la Mujer…

Ojalá (se ríe Karen). No, no estamos ni ahí con eso.

– ¿Cuál es su opinión sobre la ministra Isabel Plá?

K: Uff, debería llamarse Isabel “Blah” no Plá. Es terrible la ministra, cero aporte.

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