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Las alarmas se encendieron este martes luego de que se conociera el caso de siete matronas del Hospital Sótero del Río que dieron positivo para COVID-19. Un foco de contagios en un recinto hospitalario que, según denuncia Katiuska Rojas, presidenta del Colegio de Matronas Metropolitano, se debe a la falta de insumos de protección personal y a la negligencia de las autoridades, que hasta el día de hoy no solucionan las demandas de protección sanitaria. «Todo esto pudo haberse evitado si las autoridades estuvieran cumpliendo con la normativa vigente», sostiene.
Durante este martes, se conoció la noticia de que seis matronas del Hospital Sótero del Río dieron positivo para COVID-19, luego de que fueran contagiadas durante su jornada laboral, por una paramédica que asistió a un culto evangélico en los días previos, y que llevó la enfermedad consigo al recinto.
Tras esto, las seis matronas, más otras 18 que entraron en contacto con ellas, debieron ser apartadas del servicio para entrar en cuarentena.
En entrevista con El Desconcierto, la presidenta del Colegio de Matronas Metropolitano, Katiuska Rojas, denunció que estos contagios se produjeron por la negligencia de las autoridades, que no han entregado los insumos de protección personal necesarios, y lamentó que «la primera línea» del combate contra la enfermedad, deba ejercer sus funciones en condiciones «angustiantes y estresantes», al sentir que pueden caer víctimas de la enfermedad en cualquier momento.
Rojas comenzó explicando que desde ayer se confirmó un nuevo caso, por lo que las matronas contagiadas en el Hospital Sótero del Río son ya ahora siete.
En ese sentido, y en alusión a la escasez de insumos de protección personal, Rojas denunció que «el ministro (Mañalich) dijo que habían comprado millones y millones de elementos de protección, pero esos elementos no están bajando, no los hemos visto en los establecimientos de salud, no se ven, y por otro lado si es que hubiera, no lo están distribuyendo de forma protocolizada según lo que establece la Organización Panamericana de la Salud y la Sociedad Chilena de Medicina».
A este respecto Rojas explicó que por ejemplo, en el Hospital Sótero del Río «se están entregando dos mascarillas para desempeñarse en turnos de 24 horas, es decir, las matronas deben usar cada una por doce horas, y las mascarillas quirúrgicas por protocolo duran máximo tres a cuatro horas».
Por esto, Rojas denuncia que los riesgos para el personal médico son evidentes. «Si no seguimos entregando los elementos de protección necesarios, puede que ingrese una persona con COVID-19 positivo, y contagie a uno de los funcionarios de la salud, y por su puesto que es un tremendo foco de riesgo que el mismo establecimiento propague el virus. Y eso se podría dar en base a la negligencia que tiene que ver con los elementos de protección».
Esta peligrosa escasez de insumos ya había sido denunciada el pasado jueves 2 de abril por el gremio, cuando en conjunto con el Regional Santiago del Colegio Médico presentaron una demanda ante Contraloría y la Seremi de Salud por la falta de elementos de protección para el personal hospitalario y de atención primaria.
Sin embargo, dicha instancia no logró que en la práctica las cosas hayan cambiado, por lo que cuando se produjo el contagio de las matronas, el pasado jueves 9 de abril, las medidas de seguridad eran igual de precarias que hoy.
Esos son algunos de los sentimientos que Rojas menciona al ser consultada sobre cómo es trabajar con medidas de seguridad precarias.
«Es angustiante, estresante, pensar que estamos en el fondo en la primera linea como bien dice la gente, entregando una atención de la mejor manera posible, de la mejor calidad, y con el temor de que en algún minuto nosotras estamos contagiadas y no podamos ver a nuestras familias«, sostiene Rojas.
«No entiendo porqué hoy día a pesar de todos estos casos que hemos ido levantando, no se transparenta porqué no se quiere entregar a todos los profesionales de la salud lo que corresponde«, agrega.
La dirigenta metropolitana del gremio denuncia además que «los elementos de protección no están en los hospitales, hemos tenido que fabricarlos de manera artesanal, y tampoco se están entregando en las maneras y en los tiempos que corresponde, como con las mascarillas por ejemplo. Ha sido muy terrible«.
Rojas aclaró también que «no hemos tenido contagios por contacto directo con funcionarios, los casos llegan desde afuera, como lo que pasó con esta paramédico», por lo que «hoy día pensar que es riesgo (asistir al hospital) para las mujeres no es así, porque las matronas se fueron a sus casas para precisamente erradicar el foco, se tomaron las precauciones«.
Finalmente, y volviendo al tema de los insumos Rojas afirmó que «todo esto pudo haberse evitado si las autoridades estuvieran cumpliendo con la normativa vigente«.
