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El conductor de TV y youtuber pro Nicolás Maduro, que el Ejército chileno sindicó como el líder de un batallón de 600 extranjeros que supuestamente habrían iniciado el estallido social (pero que la ANI comprobó que nunca existió), ha sido interpelado también por gobiernos y medios de varios otros países latinoamericanos por su activismo, siendo tildado por el gobierno boliviano como «terrorista mediático altamente capacitado para manipular las redes informáticas como Facebook o Twitter».
Una verdadera cacería de parte de la derecha latinoamericana ha enfrentado el conductor de TV y youtuber partidario del gobierno de Nicolás Maduro, Pedro Carvajalino, quien como se supo la noche de este martes, fue sindicado por un informe la Dirección de Inteligencia Nacional del Ejército (DINE) como el líder de un supuesto grupo de 600 extranjeros que habrían iniciado el estallido social en Chile.
El documento afirmaba, además, que los eventos de violencia en el país se habrían fraguado durante el Foro de Sao Paulo, realizado en julio de 2019 en Venezuela. Sin embargo, un informe posterior de la ANI, comprobó que todas estas afirmaciones eran erróneas, dando cuenta de que la vinculación del youtuber con las manifestaciones en Chile no tenía asidero alguno.
No obstante, esta no es la primera vez que Carvajalino es acusado por algunos gobiernos de derecha en Latinoamérica. Varios ejemplos, durante el último año, dan cuenta de que ha sido imputado en otros territorios de prácticas similares, aunque nunca al nivel de encabezar a una banda de guerrilleros insurgentes como lo calificó el Ejército chileno.
Así, en noviembre de 2019, luego del escándalo electoral ocurrido en octubre que originó diversas protestas en Bolivia, el ministro del Interior de dicho país, Arturo Murillo, en compañía del director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Santa Cruz (FELCC), Óscar Gutierrez, denunciaron un supuesto plan de desestabilización en el país que habría sido orquestado por el gobierno de Nicolás Maduro y que buscaba, según las autoridades bolivianas, generar un caos en la región.
«Hay una corriente de desestabilización desde el señor Maduro, si es que así se lo puede llamar, que está buscando desestabilizar países en América», dijo Murillo en una declaración de prensa, agregando que Carvajalino habría estado trabajando con Oswaldo Rivero, mejor conocido en Venezuela como «Cabeza e’ Mango», con quien efectivamente conduce el programa «Zurda Konducta» de la televisión venezolana.
“Es un colombiano que vive en Venezuela con un programa en Venezuela que hablan a favor de Maduro y se ufana de haber participado en revueltas en Argentina, Chile, Ecuador, entre otros”, agregó el ministro del Interior boliviano, que justo hoy miércoles, dejó su cargo luego de que así se lo solicitara la presidenta interina de dicho país, tras la victoria de sus opositores, el MAS (partido de Evo Morales), en las elecciones presidenciales.
Ministro de Gobierno @ArturoMurilloS y la Policía Boliviana denuncian conspiración de organizaciones narcoterroristas vinculadas a Álvaro García Linera y Nicolás Maduro para desestabilizar los gobiernos de #Bolivia, #Colombia, #Perú y #Chile pic.twitter.com/6HRzfrOKQt
— MinisteriodeGobierno (@MindeGobierno) December 2, 2019
En la instancia, el titular de Interior señaló además que se trataba de «una conspiración contra América, no solamente contra Bolivia (sino) contra parte de Latinoamérica», acusando a Maduro de financiar «el terror que están viviendo los colombianos, los chilenos y los peruanos». Por ello, anunciaron que compartirían estas informaciones con sus pares latinoamericanos.
Ese día, las autoridades bolivianas acusaron además a Carvajalino de ser «especialista en generar terrorismo mediático y guerra psicológica a través de las tecnologías informáticas y las redes sociales”, y de estar «altamente capacitado para manipular las redes informáticas como Facebook o Twitter».
Finalmente, en la quizá más grave de las acusaciones, las autoridades del país altiplánico aseguraron que Carvajalino y Rivera eran «personas que tienen antecedentes en guerrilla y narcoguerrilla».
No obstante estas duras afirmaciones, ninguno de los dos fue detenido, y hasta hoy, no han sido acusados por la justicia ni procesados por delitos de este tipo. Aún así, las acusaciones en su contra se han repetido en otros países, donde coincidentemente gobiernan coaliciones de derecha.
Así, también en noviembre de 2019, el propio presidente de Colombia, Álvaro Uribe, publicó en sus redes sociales una foto de los conductores de TV, llamando a informar sobre su paradero para que las Fuerzas Armadas los tomaran detenidos, sin entregar mayores antecedes en cuanto a las razones.
Ayudemos con información para que nuestras FF AA los pongan presos. pic.twitter.com/HY3mYIliUC
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) November 10, 2019
En la misma línea, en octubre del mismo año, un medio de Colombia denunciaba que Carvajalino y Rivera «fueron vistos» en un bar de Argentina, donde por entonces gobernaba la coalición de centro derecha liderada por Mauricio Macri, dando a entender que el solo hecho de viajar los hacían sospechosos de actividades non sanctas.
Una situación similar denunció un medio pañameño, en octubre de 2020, acusando que la falta de medidas contra Maduro estarían propiciando la desestabilización en el continente, mencionando que Carvajalino habría estado en Chile participando durante los primeros días de manifestaciones.
Dicha afirmación, contrasta con lo que informó por su parte la ANI, en el informe que vino a corregir lo que reportó el Ejército a través de la DINE, y que estableció que la foto que el Ejército planteaba como prueba de la estancia en Chile del youtuber era, en rigor, un montaje fotográfico.
