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«Los estudiantes no lo dejarán dormir si usted no los deja soñar»: Seis momentos políticos del Festival de Viña del Mar

Por: Cristofer Rodríguez | Publicado: 22.02.2020
«Los estudiantes no lo dejarán dormir si usted no los deja soñar»: Seis momentos políticos del Festival de Viña del Mar |
Barómetro político y muestra inequívoca del estado de la cultura de masas nacional, el Festival de Viña del Mar ha captado la atención en meses agitados como los que vive el país desde el 18 de octubre, concentrando dudas sobre las manifestaciones políticas que puedan desarrollarse. Realizamos un compendio con aquellos bullados momentos políticos a lo largo de su historia.

Si algo no ha cambiado del Festival de Viña, es su condición de medidor del pulso social, político y económico de Chile. Sus detractores podrán no estar de acuerdo, pero incluso culturalmente, el Festival ha dado espacio –a veces consiente, otras veces inconsciente– a prácticamente todos fenómenos musicales que se han desarrollado con cierto éxito en el país, a excepción, tal vez, del rap y el punk.

Como medidor de la temperatura social, hemos confeccionado un recuento de aquellos momentos más políticos en su historia y que, posiblemente, en su versión 2020 vuelvan a manifestarse a razón del estallido social. Como dijo Martín Cárcamo, uno de los animadores del certamen: “este año, el protagonista será el monstruo”.

Viña 1972: Pata Pata y un saludo al presidente
Miriam Makeba, cantante sudafricana y activista por los Derechos Humanos contra el racismo, llegaba a la edición de 1972 del Festival como una celebridad mundial tras el éxito de su canción ‘Pata Pata’ de 1967, compuesta junto al talentoso Jerry Ragovoy y que alcanzó el n° 12 del ranking Billboard. Pero el público no reaccionó de la mejor manera, impidiendo el inicio el show con las tradicionales pifias del monstruo. En pleno show, la cantante da un saludo de agradecimiento al Presidente Salvador Allende, mostrando muestras de respeto y admiración política, lo que crispó los ánimos de un importante sector opositor en el público, que no dejó de abuchear. Todo se tranquilizó cuando Makeba interpretó al fin su éxito ‘Pata Pata’.

Viña 1973: Mira la batea, como se menea
Una versión altamente ideologizada. Faltaban meses para el golpe de Estado y los terribles acontecimientos ocurridos a partir de septiembre de 1973 y esa temperatura se apropió de la Quinta Vergara. La presentación de Quilapayún fue abucheada de principio a fin, poniendo incluso en peligro la seguridad de algunos asistentes y los músicos. La banda demoró minutos en comenzar e inició el set con ‘Nuestro cobre’. Con pifias de fondo, Quilapayún desafiaba a la multitud tocando y acusando una campaña de desprestigio previa. En la jornada también iban a presentarse Los Huasos Quincheros, reconocidos opositores del gobierno socialista, pero su actuación no fue trasmitida por televisión. El año 2004, Petinellis salda la deuda de Quilapayún e interpretan ‘El pueblo unido’ al cerrar su presentación.

Viña 1974: Libre y un aplauso al Presidente
1974 fue la versión en que se inicia la época más cerrada de la historia del Festival. Incluso, desde este año hasta 1980, la competencia folclórica será eliminada y recurrentemente Pinochet asistirá junto a Lucía Hiriat a lugares preferenciales del público, apareciendo en momentos televisados, con peticiones de saludos desde el animador, que no titubeaban en interrumpir el espectáculo para rendir honor al dictador. Desde este año y durante los 70, prácticamente la totalidad de los artistas serán simpatizantes del régimen, algunos incluso participantes del desfile de Chacarillas, como José Alfredo Fuentes y Roberto Viking Valdés. Sin embargo, en la retina nacional, icónico fue el homenaje de Bigote Arrocet al fallecido cantante Nino Bravo al interpretar su canción ‘Libre’, que pese a ser negado por el artista, hasta ahora es recordado como un homenaje al golpe de Estado.

Viña 1988: La voz del pueblo y un saludo a los artistas chilenos
A más de 30 años de Viña 1988, José Luis Rodríguez es reconocido como un artista bastante más cercano a la derecha que a la izquierda. Pero la presión y el apremio que significaba para los chilenos estar a punto de terminar con la dictadura, hizo sobredimensionar las palabras de El Puma al decir “a veces hay que escuchar la voz del pueblo”, exigiendo la Gaviota de Plata, premio que no le correspondía a los artistas y la organización se negaba a darle. Sin embargo, el verdadero hito político de la versión fue cuando Richard Page, vocalista del grupo rock Mr. Mister, lee una carta que tenía guardada en su bolsillo: “un saludo para los actores chilenos amenazados de muerte, los artistas del mundo estamos con ellos”. Insólitamente y con un discurso inmovilizador de Vodanovic, Page es obligado a pedir disculpas en el escenario. En 2011, cuando el cantante acompaña a Ringo Starr en su show en el Movistar Arena, recibe una ovación del público. Como dato anecdótico, ese año la canción representante de Perú en la competencia internacional ‘No vas a hacerme el amor’, interpretada por Marcela Sánchez, fue descalificada acusada de plagio. Las versiones extraoficiales dicen que la verdadera causa es que en su letra menciona 37 veces la palabra «No», por entonces, la opción que sería usaba por la oposición para sacar a Pinochet en el plebiscito del mismo año.

Viña 2003: El curita con la censura
La campaña de desprestigio se había iniciado antes de comenzar el Festival. En aquellos años, el público escogía a los más populares del certamen y los animadores daban un espacio entre shows para mirar el avance de las preferencias. Cuando llegaba el turno de Los Prisioneros, las pifias estallaban en su contra desde el día uno, pese a encabezar las preferencias telefónicas. “Me da vergüenza ser chileno”, había dicho Jorge González en Perú. Llegó la cuarta noche y el rugido del monstruo en apoyo del trío se hizo sentir. Ahí estaba su público esperando ver a la banda con su formación original en el festival más importante de Chile. Jorge aprovechó la vitrina disparando duros dardos contra la prensa, la Iglesia y en favor de la paz, en una de las actuaciones más memorables de las que se tenga recuerdo. La coyuntura política mundial vivía momentos tensos, con George Bush con pretensiones serias de invadir Irak y un Estado chileno jugando un importante rol en el Consejo de Seguridad de la ONU. El pacifismo fue discurso transversal en las actuaciones de Maná, Joe Vasconcellos y Los Prisioneros aquel 2003.

Viña 2012: Los estudiantes no lo dejarán dormir
Las jornadas de protestas del año 2011 encontraron su cuerpo organizador más visible en la movilización estudiantil, que puso sobre la mesa el debate por la gratuidad y la calidad educativa en Chile. Viña no sería la excepción, y con Los Bunkers y Manuel García en el cenit de sus carreras, utilizaron la vitrina como portavoz de las demandas sociales. Primero Los Bunkers, interpretando sus actualizadas versiones de Silvio Rodríguez grabadas para su álbum Música Libre y proyectando mensajes sociales que aludían a la gráfica de la Brigada Chacón en ‘Canción para mañana’ y dedicada a los estudiantes movilizados. García, en cambio, fue un poco más directo increpando a Sebastián Piñera con la lectura de una carta. “Ahora soñaré poder hablar prontamente con el Presidente de la República para contarle, con respeto y con cariño, que la gente lo está pasando mal en Cabildo, en Dichato, en Aysén, que los niños mapuche lo están pasando mal en Temuco. Y que los estudiantes no los dejarán dormir si usted no los deja soñar. Viva Chile”, dijo el cantautor antes de interpretar su canción ‘El viejo comunista’.

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