Existe creciente investigación que relaciona la contaminación atmosférica con cuadros más graves en personas contagiadas por Covid-19. Particularmente, según los resultados de un estudio de Harvard, la tasa de mortalidad por coronavirus y el nivel de contaminación del aire con material particulado PM2.5, están relacionados.
A su vez, diversas investigaciones han evidenciado una mayor tasa de mortalidad en pacientes con preexistencia de enfermedades cardíacas, pulmonares y cánceres. Condición que afecta a gran parte de los habitantes de las denominadas zonas de sacrificio ambiental, como Quintero-Puchuncaví, Coronel, Huasco, Mejillones y Tocopilla.
Ante esta situación, la ONG Defensoría Ambiental lanzó la campaña #YoFirmoPorLaVida, destinada a resguardar la salud de la gente viviendo en Zonas de Sacrificio durante la pandemia por COVID-19.
En concreto, la campaña busca que las autoridades nacionales incluyan a los habitantes de las zonas de sacrificio como población de riesgo -atendiendo a la cercanía que existe al funcionamiento de las centrales termoeléctricas- e insta a decretar el cierre temporal de las industrias más contaminantes, en virtud del decretó de alerta sanitaria establecido para todo el territorio nacional.
Puedes conocer más detalles de la campaña en el siguiente link.