Justicia ordena a Codelco dejar de usar equipos y maquinaria de consorcio chileno-bielorruso

Belaz Movitec, consorcio chileno-bielorruso, ha denunciado “un uso y retención ilegal” de vehículos, camiones y maquinaria pesada, bienes de su propiedad con un valor de 40 millones de dólares, por parte de Codelco, un caso que llegó a la justicia, luego de que de manera anticipada, el 1 de  febrero del año en curso, se dejara sin efecto un contrato entre las partes.

Considerando este escenario es que la Corte de Apelaciones de Copiapó estableció que la cuprífera deberá «abstenerse de usar, mover o utilizar los equipos, vehículos, perforadoras, maquinaria pesada, bienes y otras materias primas de propiedad del Consorcio Belaz Movitec (CBM) que se encuentran en las faenas de Rajo Inca, en la división El Salvador».

Se trata de una determinación judicial que, además, alcanza a los nueve camiones y una pala 6060BH(DHN) que habían sido trasladados y que, en su conjunto, tienen un valor de U$40 millones.

De esta maneta, la instancia acogió una orden de no innovar solicitada por CBM, respecto a los bienes que están en el lugar  y a los camiones y pala “que ya habían sido movilizados ilegalmente, mientras no sean devueltas a su dueño, tomando medidas de resguardo, custodia y protección adecuadas”.

La arremetida del consorcio internacional chileno-bielorruso en tribunales surgió en respuesta a la decisión de Codelco de poner fin anticipada y unilateralmente al contrato para proveer servicios de movimiento de tierra masivo para la preproducción y construcción de caminos, que originalmente expiraba el 31 de agosto de este año.

La postura del consorcio

El recurso de protección sostiene que el traslado de los camiones en las faenas Rajo Inca se efectuaron, “sin observancia de los protocolos y sin contar con los permisos que debe conceder al efecto el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), de lo cual esta parte tomó conocimiento con fecha 15 de marzo de 2023”.

Y a renglón seguido, plantea que “estas acciones son ilegales y arbitrarias, porque han vulnerado los derechos de mi representada”.

«Esta resolución es el principio de una serie de acciones judiciales que se van a interponer para restituir los derechos conculcados a este consorcio chileno-bielorruso por Codelco, tras su decisión unilateral de poner fin al contrato por las obras en las faenas de Rajo Inca, El Salvador», anticipa Eduardo Lagos, integrante del equipo de abogados de CBM.

Ahora, el tribunal de alzada de Copiapó deberá pronunciarse sobre el fondo del recurso de protección, a través del que se solicita que Codelco haga la entrega y restitución inmediata de los equipos, vehículos, perforadoras, maquinaria pesada, bienes y otras materias primas de propiedad del  Consorcio  Belaz Movitec, dentro del plazo de 10 días contados desde que quede firme y ejecutoriada la resolución que lo ordene.

«Se afecta y dañan los bienes y el patrimonio de mi representada, y que existe un efecto pernicioso inminente, consistente en el uso y retención ilegal”, detalla la presentación.

Adicionalmente, en la acción judicial se releva la manera en que se oficializó el término anticipado del contrato entre las partes, que se circunscribió a una carta vía correo electrónico y no la que corresponde. de carácter certificada.

Documento que tampoco tenía fecha de suscripción y emisión-lo que es importante para determinar desde cuándo produce sus efectos jurídicos- ni fue enviada  por quien ostenta la representación legal de Codelco para efectos de este contrato, argumenta el consorcio.

Paralelamente, BM asegura que carta es “inmotivada”, porque enuncia que se habría incurrido en graves incumplimientos que le imponía el contrato a Belaz Movitec, como un supuesto  “severo atraso e incumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias vigentes en materia de seguridad, pero no fundamenta o motiva en qué habrían consistido dichos incumplimientos”.

Por otra parte, agrega el comunicado, “omitió hacerse cargo de las indefiniciones de ingeniería asociadas al proyecto (derivadas de la falla geológica no considerada en el proyecto) y aspectos geotécnicos no previstos en la ingeniería que derivaron en tiempo muertos (y que su cuantificación podría exceder el año)».