«Valle de la Muerte»: Descubren masivo entierro de cuerpos en Polonia que dimensiona los horrores nazis

Esta semana, arqueólogos descubrieron una fosa común con cientos de cuerpos en un sector de Polonia país ocupado por los nazis, que evidencia la real dimensión de las atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo a un estudio publicado este miércoles en la revista Antiquity.

De acuerdo a un artículo que publica RT, los investigadores hicieron importantes excavaciones el año 2020, en una zona al norte del país europeo conocida como el «Valle de la Muerte», en la región de Pomerania. En ese lugar, se calcula que se ejecutaron entre 30.000 y 35.000 ciudadanos polacos, quienes murieron a manos de los nazis a fines de 1939. Seis años más tarde, específicamente en 1945, los alemanes volvieron a asesinar a más personas y a ocultar pruebas de las masacres precedentes, exhumando y quemando los cuerpos de sus víctimas.

Sin embargo, pese al evidente esfuerzo por encubrir las masacres, en esta zona el equipo de investigadores encontró una sepultura con los restos de aproximadamente 500 personas, además de sobre 300 artefactos con balas, joyas, anillos y otro tipo de reliquias que presuntamente pertenecían a los asesinados.

Paralelamente, se levantó evidencia de huesos cremados que supuestamente se distribuyeron por la superficie. Respecto de los hallazgos, responden a una investigación arqueológica seria que consideró el estudio de archivos y entrevistas a gente de la zona.

Pomerania, la antesala del horror del Holocausto

En cuanto a los crímenes de Pomerania de 1939, fueron la primera atrocidad masiva en la previa de la Segunda Guerra Mundial en Polonia. Incluso, algunos historiadores consideran que fueron un preludio de los posteriores crímenes nazi durante el Holocausto.

«Se sabía comúnmente que no todas las fosas comunes de 1939 fueron encontradas y exhumadas, y la tumba de los muertos en 1945 tampoco fue exhumada», dijo Dawid Kobiałka, de la Academia Polaca de Ciencias.

Adicionalmente, la investigación reveló que algunos de los prisioneros asesinados integraban la resistencia polaca, por lo que la expectativa es identificar nuevas víctimas próximamente.

El equipo de trabajo tiene planificado efectuar análisis de ADN y una vez que terminen de estudiar lugar, los restos volverán a enterrarse en el mismo lugar para transformarlo oficialmente en un cementerio de guerra.

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